Debemos dejar los rumores y cotilleos de patio de colegio a un lado y hacer frente común ante las verdaderas amenazas para el sector.
En los últimos meses estamos observando una creciente presión reguladora hacia nuestro sector que creemos que no acierta a apuntar hacia donde entendemos que están los males del mismo. Ejemplos de esta presión son desde las ordenanzas municipales de Manises hasta las de Barcelona, que limitan la estancia de las futuras mascotas en los establecimientos del sector. Sin olvidar, por supuesto, los nuevos borradores de leyes y órdenes ministeriales dirigidos a reforzar la persecución de las actividades ilegales sobre especies en peligro de extinción (CITES), y las propuestas de inclusión de nuevas especies (de dudoso carácter invasor) en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras.
No estamos en contra de regular los distintos aspectos de nuestro negocio, pero sí estamos totalmente en desacuerdo en incrementar la presión, ya de por sí elevada, sobre nuestros negocios mientras vemos cómo campan a sus anchas el comercio alegal e ilegal en Internet.
Hemos comunicado en reiteradas ocasiones a la Administración dónde creemos que radica el grueso del problema del abandono de animales y de la introducción de especies prohibidas en nuestro país: los portales de Internet. Hoy en día, y en una sola web, podemos encontrar más de 195.000 anuncios de “particulares” que hacen ventas con total impunidad. Esto sin contar los “mercadillos” locales, tolerados por los ayuntamientos, que están floreciendo en Andalucía, y en los que se facilitan las ventas entre particulares con su consiguiente falta de control.
ASAC: La venta descontrolada en Internet, mercadillos y entre particulares hace peligrar al sector Clic para tuitearEsta situación no debe crisparnos ni hacer que nosotros también erremos el tiro. Internet es un fenómeno que no desaparecerá, y al igual que tantas otras herramientas no es ni buena ni mala: puede ser un muy buen canal utilizado por las empresas y comercios legales, y lo que debemos hacer es combatir los claramente ilegales. Tampoco podemos dedicarnos a sabotear y boicotear a nuestros compañeros de sector porque emprendan nuevas iniciativas empresariales y no utilicen los enfoques tradicionales, y menos si los denunciados pertenecen a nuestra asociación. Recientemente se ha realizado una denuncia sin notificar a la asociación, y se ha demostrado que era claramente falsa.
Debemos dejar los rumores y cotilleos de patio de colegio a un lado y unirnos contra lo que realmente es un peligro para el sector: la venta ilegal y descontrolada en Internet, mercadillos y entre particulares.