Iniciarse en la acuariofilia marina puede ser todo un reto, tanto para los aficionados como para los comerciantes. Tanto unos como otros deben tener en cuenta una serie de medidas que aseguren el éxito de una modalidad de mucho interés.
Pepe Martínez
Sociedad Acuariófila Valenciana
La acuariofilia marina no es la hermana lista y rica de la acuariofilia de agua dulce, sólo debemos contemplarla como una modalidad más dentro de la acuariofilia en general. Eso sí, con un equipo y planteamiento bastante diferente al de agua dulce.
Los comerciantes, como profesionales del tema, lo primero que deberemos decidir es si podemos hacer frente a esta vertiente, considerando que los aficionados de este sector serán de dos tipos: los que quieren iniciarse directamente y los que ya tienen ciertos conocimientos. Los primeros, desconocedores del tema, quizás tengan unas ideas equivocadas, y los segundos tal vez nos exijan un equipamiento bastante completo, y de lo contrario no satisfaremos sus necesidades y nuestros esfuerzos serán en vano.
Con todo esto, lo que quiero dejar claro es que si decidimos entrar en el mundo de los acuarios marinos deberemos hacerlo con decisión y dedicación y no a medias, porque lo único que conseguiremos es perder tiempo, dinero y, lo que es peor, clientes y amigos.
Por eso, ante la pregunta sobre si pasa la acuariofilia por los acuarios marinos, podríamos decir que sí, pero siempre con decisión y sabiendo que nos va a tocar estar al día de todos los artículos que van saliendo, de los procesos de mantenimiento y, sobre todo, y para nosotros muy importante, que deberemos intentar trasmitir a los clientes que estamos tratando con seres vivos.
Hoy por hoy, sólo el 10 % de los animales que se venden de acuarios marinos está criado en cautividad. El 90 % restante se consigue únicamente con la pesca y recolección de su estado salvaje, justo al contrario de los de agua dulce, donde se invierten los términos y sólo el 10 % es recogido y capturado en el medio salvaje, mientras que el resto proviene de criaderos controlados.
Por todo esto y por ética deberemos asegurar al máximo su supervivencia y asegurarnos de que su procedencia sea, a pesar de ser salvaje, recolectada por medios ecológicos que respeten las vedas, los tamaños y el número de capturas, y que nunca se realicen con venenos ni explosivos.
Iniciarse en acuariofilia marina y adquirir la formación adecuada
Suponiendo que decidimos hacer frente al reto de los acuarios marinos, podemos encontrarnos ante una situación bastante común, y es que nosotros mismos no tenemos las nociones básicas para empezar con esta actividad en nuestro comercio.
En este caso, qué duda cabe que deberemos empezar por remediar esa situación, adquirir los conocimientos necesarios bien de nuestros propios proveedores, realizar los cursillos necesarios y sobre todo no dejar de averiguar todo lo referente a este mundo.
Hay que tener en cuenta además que los clientes que se inicien no tendrán ningún tipo de preparación, por lo que habrá que ayudarles y aconsejarles desde la compra del material adecuado hasta su posterior mantenimiento. Lo peor será cuando algún cliente que ya está iniciado en esto acceda a vuestro comercio, y él y tú os deis cuenta de lo poco que sabéis.
Equipo adecuado, según nuestro espacio
Nuestro ejemplo quizás sea demasiado para empezar, pero en cualquier caso vale para tener en cuenta las ideas básicas para comenzar con una instalación de acuariofilia marina.
Nosotros preferimos tener separados cada uno de los componentes de lo que será la composición de un acuario marino.
Peces
Por un lado estarán los peces. Para ello dispondremos de la instalación que podamos permitirnos en tamaño, pero que si es posible debería tener al menos 300 litros. Hay que tener en cuenta que no conviene un solo tanque, y que deberemos tenerlo compartimentado para separar las especies agresivas, de diferente tamaño y de la misma especie. De lo contrario, al problema de las posibles enfermedades se sumará el de la intolerancia de unas especies con otras, y por las peleas continuas y el estrés que se va a generar entre ellas vamos a tener muchas bajas.
Nosotros optamos por un par de baterías y una filtración a base de un gran skimmer, cubeta de roca viva y cubeta centralizada con un pequeño filtro mecánico. El total del volumen ronda los 600 litros.
Para empezar creo que sería suficiente con la mitad de litros, puesto que sólo con la roca viva ya utilizaremos 200 litros, y para un consumo moderado será suficiente con las rocas que podamos tener en el interior de los acuarios, sin dedicar una cubeta específica para ello.
Debe tenerse siempre presente que hay que mantener a los animales marinos como si fueran a permanecer en las instalaciones durante largo tiempo. Si no es así, mejor, pero en muchas ocasiones son de larga estancia, y si las condiciones no son muy buenas empeorarán de salud y perderemos más que si invertimos en una buena instalación.
Los parásitos y enfermedades más frecuentes en nuestros peces marinos se controlan mejor con una densidad o concentración menor de sal. Por esto, nosotros mantenemos estos niveles alrededor de 1.020.
Corales blandos
Los corales blandos son quizás los más resistentes dentro de los invertebrados que se pueden mantener en los tanques de acuariofilia marina.
Aunque quizás sea obvio para muchos de los que leéis este artículo, no está de más recordar que este término abarca a los corales que no disponen de esqueleto calcáreo interior ni exterior, por lo que a su muerte desaparecen sin dejar rastro, mientras que los duros (que más adelante veremos) a su muerte dejarán en su lugar su esqueleto calcáreo. A simple vista no se distingue cuál es cada cuál, por lo que deberemos saber a qué variedad pertenecen a priori, si no conocemos las especies.
En principio, para los no iniciados basta saber que son algo más tolerantes en su mantenimiento y soportan una tasa de nitratos algo más elevada, que no sobrepase los 10 mg/litro. También son menos agresivos con el resto de corales, tanto blandos como duros.
Nosotros optamos por mantenerlos con una instalación separada de los otros corales duros, porque así aseguramos que no se ataquen químicamente unos con otros. Si no se dispone de mucho espacio, podemos optar por mantenerlos juntos en el mismo tanque, pero procurando dejar el espacio suficiente entre ellos para que con sus órganos urticantes no se alcancen unos a otros.
En nuestro ejemplo, hemos optado por un acuario de 600 litros para los blandos, con una cubeta de decantación, un skimmer, un pequeño filtro mecánico y un enfriador que nos asegure que la temperatura en los meses de verano no sobrepase los 26 ºC. El tamaño de este acuario es de cubeta de poca altura y de planta cuadrada, de 100x100x50, ya que no es demasiado importante que se mantengan unos ejemplares cerca de los otros. También utilizamos dos bombas de movimiento para generar las corrientes que asemejen las condiciones naturales dentro del acuario.
La densidad o salinidad deberemos tenerla entre 1.024 y 1.025, es decir, algo más elevada que la de los peces.
Corales duros
Este tipo de corales son algo más delicados en su mantenimiento y por tanto serán los últimos en poblar nuestros acuarios, por lo que este mismo consejo será el que daremos a nuestros clientes.
Tanto para este tipo de corales como para los blandos debemos tener en cuenta que a pesar de ser animales, necesitan de la iluminación para su supervivencia. De hecho, la mayor parte de sus nutrientes los asimilan por la acción de un alga llamada zooxantela, que vive en simbiosis en los tejidos de los propios corales y que al recibir una buena iluminación transforma en azúcares, aminoácidos y nutrientes en general, que el coral utilizará para su alimentación.
Además, su mantenimiento será complementado con aditivos químicos de calcio, magnesio y un sinfín de componentes presentes en agua de los arrecifes, y que nosotros deberemos adaptar regularmente para su correcto mantenimiento. También se deberá aportar zooplancton y fitoplancton para algunos de ellos, y pequeños crustáceos para otros.
Nosotros dedicamos un acuario de planta larga, para poder alejar lo suficiente unos ejemplares de otros y minimizar los posibles problemas derivados de la capacidad de producirse quemaduras por su capacidad urticante. El acuario es de un volumen de 600 litros también, con una cubeta de decantación, skimmer, una pequeña filtración mecánica y una bomba de movimiento. También se le incluye un enfriador para mantener la temperatura por debajo de 26 ºC.
En el caso que ponemos como ejemplo, incluimos un reactor de calcio y de magnesio, pero para pequeños consumos se puede optar por aditarlos al igual que hacemos con los otros elementos.
Dentro de este acuario disponemos de seis pequeñas cubetas que van en la superficie con un aporte de agua continuo y lo dedicamos a los pequeños animales, como gambas, caracoles, estrellas, etc. Esto nos permite una mejor manipulación y que no se pierdan por el acuario grande.
En cuanto a la iluminación, disponemos de muchas opciones, pero siempre debe tenerse en cuenta que a los corales les resulta necesaria una buena iluminación, tanto en cantidad como en calidad, y que la luz llegue al menos al medio vatio por litro. Podremos elegir entre HQI, fluorescentes T-5 y los recién incorporados leds. Quizá lo más utilizado hoy en la actualidad sean los T-5.
3 comentarios
Pingback: 10 especies apropiadas para poblar un acuario de arrecife - especiesPRO | publicación para comercios de animales de compañía
Pingback: Reyes del pequeño arrecife - especiesPRO | publicación para comercios de animales de compañía
Pingback: Características del acuario marino - especiesPRO | publicación para comercios de animales de compañía