Bienvenido: un gato en casa

El gato es un ser vivo que necesita atención y cuidados, pero tiene la ventaja de que al ser un animal muy independiente facilita mucho la convivencia, pudiendo estar bastante tiempo solo sin requerir la presencia de sus propietarios. Si somos capaces de transmitir esto a nuestro cliente y proporcionarle consejo o remitirle a profesionales o entidades que le pueden orientar con información más específica, conseguiremos un cliente fiel y duradero.

Rubén M. Gatti
Cofundador de la Asociación Argentina de Medicina Felina (AAMeFe)

A la hora de acoger un gato, es importante conocer si en la casa del propietario hay ya otros gatos o no, ya que son dos situaciones totalmente distintas. En este caso supondremos que se trata del primer gato de una persona que no tiene experiencia previa con este tipo de animales.

Acondicionamiento de la casa

El gato es un ser inquieto que gracias a sus genes exploradores se irá metiendo en cada rincón de la casa, en cada lugar donde haya una puerta grande o pequeña, y se irá subiendo a cada ventana, pared o baranda de balcón. Es, en fin, como la llegada de un niño, pero más ágil e intrépido. El acondicionamiento de la casa consiste en algunas mínimas modificaciones que habrá que llevar a cabo para hacerla más segura para el nuevo integrante de la familia.

La más importante de las modificaciones es el cerramiento, es decir, buscar la forma de que el gato no pueda irse o salir volando por el balcón. Si el propietario vive en un piso o apartamento, debe hacer un cerramiento de los balcones y las ventanas con algún tipo de tejido o malla o red para evitar que el gato se caiga. Hay que tener en cuenta que esto no es una posibilidad remota, sino que es bastante común que los gatos se caigan de los balcones, a tal punto que la medicina veterinaria llama Síndrome del gato volador o paracaidista al conjunto de lesiones que se producen por esta caída. También hay que asegurar el hábitat de otras mascotas como peces, pájaros, hámsteres, etc., hasta que el gato se habitúe a su presencia y después también. Claro que si no están, es mucho mejor.

Otro punto es eliminar o poner a resguardo todos los elementos que puedan ser tóxicos y peligrosos para el gato como, por ejemplo, insecticidas, venenos, medicamentos, etc. Esto incluye:

• Informarse sobre las posibles plantas tóxicas que pudiera haber como filodendros, laurel, narcisos, amarilis, etc.
• Mantener siempre cerradas las puertas de los grandes electrodomésticos (lavadora, frigorífico, horno, secadora, lavavajillas, etc.).
• Mantener siempre tapada la basura y ponerla fuera del alcance del gato.
• Tener mucho cuidado con todo tipo de hilos, cintas, cordones, todos los elementos lineales que se puede llegar a tragar el gato, ya que son extremadamente peligrosos cuando se transforman en un cuerpo extraño lineal dentro del gato. De la misma forma que si a alguien de la casa le gusta la costura, hay que extremar los cuidados para que no queden agujas con hilos al alcance del gato.

Por último hay que proteger también todos los elementos rompibles como recuerdos de viajes o adornos, ya sea asegurándolos en su lugar o guardándolos en algún armario bien cerrado.

Ante la llegada de un nuevo gato a casa deben eliminarse todos los elementos tóxicos para él. Clic para tuitear

Utensilios principales

El gato necesita tener tres utensilios mínimos indispensables cuando llega a la casa: el comedero, el bebedero y la bandeja sanitaria.

Es recomendable que el comedero y el bebedero estén separados, ya que el gato al comer suele arrojar alimento al bebedero y ensuciarlo; por eso estos elementos deben estar por lo menos a unos 50 cm de distancia uno del otro.

El conjunto de la bandeja sanitaria, (palita recolectora y piedras sanitarias) es otro de los elementos esenciales. Debe ser de material lavable y de tamaño suficiente para que el gato pueda caber totalmente en ella.

Estos tres elementos deben ubicarse en un lugar tranquilo dentro de la casa, donde la gente no pase a menudo (como un pasillo o cerca de una puerta), en lo posible no debe darles el sol en ningún momento y tampoco deben estar a la intemperie, o sea, al aire libre.

Elementos secundarios

La cama: comúnmente es una colchoneta o moisés que el gato usará para dormir, aunque casi siempre prefiere la cama del propietario; esta cama para gatos debe ser fácilmente higienizable, por ejemplo, puede tener una funda intercambiable y lavable.

El rascador: este elemento lo utilizará el gato para arañar; esta actividad la comienza a desarrollar el gato antes del año de edad y tiene por finalidad principal marcar el territorio y también desprenderse de las uñas viejas, dejando al descubierto las uñas nuevas y bien afiladas, por eso muchos creen que el gato se afila las uñas.

Transportín: es un elemento muy importante para trasladar al gato por ejemplo al veterinario. Las jaulas o bolsos de viaje pueden ser de plástico rígido o de tela. No es recomendable llevar a un gato en brazos por la calle, porque se puede zafar fácilmente y salir corriendo. Además, la jaula parece que le da contención y el gato viaja muy cómodo.

Elementos de higiene: aquí englobamos el alicate para cortar las uñas, los cepillos y peines, algún champú y para los más osados, una pasta y cepillo dental. Todos estos elementos deben ser utilizados desde que el gato llega a la casa, en principio porque a esa edad es más fácil realizar estas manipulaciones y luego cuando sea adulto las va a aceptar sin problemas y, por otro lado, todas estas manipulaciones hacen que el gato se socialice mejor, lo que dará por resultado un gato muy apegado a su propietario.

Juguetes: dada la intensa actividad lúdica del gato, los juguetes para gatos no deben faltar en la casa. Estos juguetes son para estimular el instinto cazador, lo que favorece el ejercicio físico y el desarrollo del sistema nervioso. Pero atención, nunca hay que jugar a que el gato tenga como presa las manos de sus propietarios, porque cuando sea adulto puede seguir cazando manos y pies humanos.

Botiquín médico: siempre es bueno prevenir en este aspecto; un botiquín básico sería tener algodón, gasas y vendas, alcohol, agua oxigenada, unas jeringas para administrar líquidos como jarabes, y un poco de azúcar común que se puede usar en caso de heridas o pequeñas hemorragias, mientras se va al veterinario.

Al veterinario

La segunda decisión más importante tras elegir al gato es elegir un veterinario de cabecera. Algunos comercios poseen servicio veterinario propio, por lo que en estos casos el gato sale de la tienda no sólo con los accesorios que necesita sino tras una primera revisión general realizada e indicaciones por parte del profesional sobre los primeros pasos del plan sanitario. Si ése no es nuestro caso, tenemos dos opciones. La primera es recomendar al cliente un veterinario de nuestra entera confianza y la segunda es remitirlo a alguna asociación de veterinarios especialistas felinos donde le puedan indicar los profesionales de su zona.

El comerciante no debe ser un mero vendedor sino un profesional que aconseje al propietario. Clic para tuitear

En principio lo ideal es contar con un especialista en medicina felina, ya que los gatos son muy particulares y se sentirán más cómodos con un veterinario que los entienda y los conozca bien. Además, si no hay ningún profesional cerca del domicilio del cliente, no hay problema porque los dueños de gatos tienen la ventaja de que con la jaula de viaje pueden llevar al gato a cualquier parte sin problema, es decir, que pueden viajar un poco más y ver al mejor veterinario de gatos de la zona. En cualquiera de los dos casos, esta información extra es agradecida por el cliente que verá en el comerciante no a un mero vendedor sino a un profesional que le puede guiar y aconsejar qué es lo mejor para su nueva mascota.