Cada vez hay más hogares que acogen a pequeños mamíferos como animales de compañía. Esto ha hecho que aumente el mercado de productos para cubrir las necesidades de estas especies. Jaulas, comederos, bebederos, juguetes, productos de higiene y, por supuesto, alimentos específicos han experimentado una gran evolución.
Hasta hace no demasiado, los pocos que tenían hurones les daban alimento para gatos; hoy en día, estos animales no sólo tienen dietas propias, sino que además no resulta raro ver arneses o champús y colonias para estos animales. Con los snacks sucede lo mismo. El mercado actual ofrece algo más que las tradicionales barritas de semillas con miel.
Mayor interés
La incorporación de pequeños mamíferos como conejos o hurones a los hogares ha incrementado el interés por estas mascotas y también que se dediquen más recursos a conocer mejor especies como hámsteres y cobayas, que llevan algo más de tiempo siendo parte de las familias.
Cuanto más se conoce acerca de sus requerimientos nutricionales, mejor se pueden adaptar los alimentos y snacks a las necesidades fisiológicas de estos animales. No obstante, por muy bueno que sea un premio, si su venta no va acompañada de cierto asesoramiento del comerciante, el problema de la obesidad, al igual que en perros y gatos, puede hacer su aparición.
Al igual que en el caso de perros y gatos, los snacks pueden utilizarse en el proceso de socialización de la mascota e incluso del adiestramiento. Muchos de estos productos pueden partirse en trozos más pequeños, lo que facilita la tarea de dárselos al animal. Por otro lado, existen en el mercado accesorios que, al igual que los juguetes tipo Kong, permiten al propietario esconder premios en su interior y de esta manera estimular el instinto exploratorio de la mascota.
Cómo comercializarlos
A la hora de elegir los snacks que vamos ofrecer a nuestros clientes, lo ideal sería que contáramos con el asesoramiento de un veterinario especialista en estos animales. En caso de que esto no es posible, es recomendable investigar por nuestra cuenta un poco acerca de los hábitos alimenticios de cada especie. Libros, revistas especializadas o Internet (seleccionando la información de sitios fiables) pueden resultar de gran ayuda. Una vuelta por las grandes superficies para saber qué productos comercializan puede permitir al comerciante optar por snacks distintos, apostando así por la diferenciación, que debería a su vez apoyarse con un asesoramiento personalizado del cliente.
Si vendemos pequeños mamíferos tenemos una gran oportunidad de comprobar la calidad de los snacks y de incluso mostrar al futuro propietario cómo los animales disfrutan del premio. Cualquier apoyo visual puede afianzar una venta. Por otro lado, muchos fabricantes ofrecen información sobre sus productos en forma de folletos o incluso editan fichas que contienen consejos sobre el mantenimiento general de la mascota. Esta documentación no solamente puede ser útil para el comerciante, sino que además su entrega al cliente puede completar esos primeros consejos que ofrece al comprador. El mercado de los snacks para pequeños mamíferos ofrece numerosas posibilidades a unos propietarios cada vez más dispuestos a invertir en el bienestar y salud de su mascota.
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