Cuidados del gato ante la llegada del frío

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Llega el otoño y bajan las temperaturas. Es una época del año en la cual los propietarios deben extremar los cuidados para que sus gatos no enfermen. En este artículo señalamos algunos de los peligros que acechan a los felinos y cómo evitarlos.

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Rubén M. Gatti
Médico Veterinario
Cofundador de la Asociación Argentina de Medicina Felina (AAMeFe)

Con la bajada de las temperaturas se produce un aumento de las enfermedades respiratorias debido a que el sistema bronco-pulmonar se ve más afectado por la inhalación de aire muy frío. Además, los cambios bruscos de temperaturas entre el interior y el exterior pueden (por el estrés) disminuir las defensas del individuo.

Como efecto directo de las bajas temperaturas las mascotas pueden sufrir alteraciones como hipotermia o congelación, y paralelamente se pueden producir también intoxicaciones con líquidos anticongelantes para automóviles debido a su uso durante estos meses.

La permanencia prolongada en lugares extremadamente fríos puede quebrar los mecanismos de regulación térmica de animales sanos. Sin embargo, en los dos extremos de la vida (cachorros y ejemplares ancianos) es donde se observa una mayor sensibilidad a las bajas temperaturas debido a deficiencias en la regulación térmica, con lo cual la exposición durante breves periodos también puede producir alteraciones graves. Otro grupo de animales especialmente sensibles son:

  • los que se encuentran en un estado de desnutrición acentuado.
  • los que hayan sufrido traumatismos violentos como ser atropellados por un automóvil o la caída de un balcón.
  • los que padecen cualquier enfermedad debilitante o han quedado inmovilizados en trampas o jaulas al aire libre.

Asma

El gato es una especie susceptible de sufrir asma. Esto se manifiesta generalmente con tos crónica y en algunos casos con episodios agudos de disnea, o sea dificultad respiratoria (respirar con la boca abierta), similar a los ahogos que suelen tener los humanos con la misma enfermedad.

En el invierno se acrecientan los problemas asmáticos porque debido al frío, las casas están más cerradas y los alergenos que desencadenan el asma se concentran más al no permitirse una buena ventilación de los ambientes. Por otro lado, hay que tener en cuenta que en algunos casos el mismo aire frío del exterior podría iniciar un ataque asmático. Por todo esto se debe tener mucho cuidado en esta época si se tiene un gato con esta enfermedad.

Hipotermia

Se considera que un animal está en hipotermia cuando tiene una temperatura corporal (rectal) menor a la normal para la especie, en el caso del perro y el gato, cuando tienen menos de 37 ºC. Será leve si está dentro de un rango de 32 a 37º, moderada de 28º a 32º, y grave si es inferior a 28 ºC. Con una hipotermia moderada la supervivencia es menor a 24 horas si no se revierten las condiciones.

Signos clínicos

  • Enfriamiento generalizado.
  • Depresión sensorial.
  • Disminución del ritmo respiratorio.
  • Pulso débil o ausente.
  • Arritmias cardíacas que pueden llevar al paro cardíaco.

Maniobras de primeros auxilios

  • Llevar al animal a un lugar cálido y seco (transportarlo alzado).
  • Suministrar una fuente de calor externo como bolsa de agua caliente, manta térmica, baños de inmersión (agua a 35º), etc.
  • Administrar el calor sobre el tronco (no sobre las extremidades) y proteger la piel con una toalla o manta para que no se produzcan quemaduras.
  • Si está consciente se le puede dar agua tibia con glucosa o miel.
  • Llevarlo lo antes posible al veterinario.

Hipotermia del neonato

Aunque no estén a la intemperie, los recién nacidos pueden sufrir hipotermia en ambientes fríos y húmedos. Esto sucede porque durante los primeros 15 días de vida los cachorros no tienen una buena regulación de la temperatura. Los gemidos prolongados seguidos de una inactividad creciente pueden indicar un enfriamiento grave. Las madres son las encargadas de brindar calor en estos casos, pero el problema puede aparecer cuando hay una mala aptitud materna o ésta no está presente.

Congelación

La congelación se puede producir en las zonas del cuerpo con poco pelo y pobre irrigación sanguínea como orejas, cola y almohadillas plantares y escroto en los machos. Como complicación añadida el animal se suele automutilar (por lamidos o mordeduras) porque se altera la sensibilidad de la zona. Todo esto lleva a la necrosis (muerte) de los tejidos afectados si no se actúa rápidamente.

No hay que frotar ni masajear la zona lesionada mientras está congelada y se debe proteger de posibles traumatismos mientras la mascota es trasladada a la clínica veterinaria de forma urgente.

Recomendaciones y precauciones

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Llega una época del año en la que deben extremar los cuidados del gato para evitar problemas Clic para tuitear

Una parte muy importante de la tenencia responsable de una mascota es impedir el vagabundeo, o sea, que salga sola a la calle o a pasear por los techos. La castración puede ser una alternativa bastante eficiente en estos casos.

Los animales de pelo corto deberían permanecer dentro de las casas por la noche en los climas muy fríos, sobre todo si hay nevadas. De esta forma se evitaría la exposición a esas bajas temperaturas y las consecuencias comentadas.

La calefacción debe ser moderada en el interior de las viviendas, hay que recordar que los gatos de pelo largo como el Persa, Bosque de Noruega, Himalayo, etc. y los gatos con pelo muy denso como el Británico de pelo corto y sus derivados, son animales naturalmente acostumbrados al frío y que sufren mucho con las altas temperaturas de la calefacción. Estos gatos, e incluso los de pelo corto, pueden sufrir una importante pérdida de pelo en esos casos.

Con respecto al agua de bebida, conviene que el bebedero se encuentre dentro de la casa a temperatura templada. Si bien a los gatos les gusta el agua fresca, no beben si está demasiado fría, y esto puede ser muy perjudicial sobre todo para aquellos que deben consumir mucha cantidad, como los enfermos renales y los diabéticos. Por otro lado, también se debe tener cuidado de que no esté tibia en las casas con alta calefacción o con loza radiante (suelo caliente).

Hay que tener especial cuidado con los cachorros y los animales gerontes. En caso de salir a la calle con los perros o los gatos conviene hacer paseos cortos y si es posible por la tarde temprano (momentos de menor frío). También es recomendable utilizar abrigos y protectores de lluvia para evitar los cambios bruscos de temperatura entre el interior y el exterior al salir a la calle, y no deben permanecer húmedos después de un día lluvioso.

Es importante aplicar anualmente antes del invierno las vacunas de las enfermedades respiratorias (moquillo en el perro y virosis respiratorias en el gato) y suministrar una dieta con alto contenido energético durante el invierno.

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