Esta es una de las razas más populares, pero también es todo un reto para los peluqueros, por la alta técnica que se necesita y las distintas variedades de su corte.
Lidia Guerrero Martin
Dogo Pets Care
Con la colaboración de Alejandro Llansol (Alex Can)
El Caniche es una de las razas más populares entre todas, ideal para las familias y los niños por su alegría, sociabilidad y la posibilidad de elegir entre cuatro tamaños (toy, pequeño, mediano y gigante). También es todo un reto para los peluqueros caninos, por la alta técnica que se necesita para su trimming, un espectáculo en las competiciones de belleza. El corte del Caniche puede presentar distintas variedades, todas ellas impresionantes y, para poder hacer la peluquería de fantasía (con tintes se cambia su color o se tiñe para imitar otros animales), qué mejor que un Caniche blanco, entre otras razas.
Características del pelo
El manto que presenta un Caniche puede ser de muchos colores (blanco, negro, chocolate, gris y apricot) pero todo el pelo tiene que ser del mismo color para que esté reconocido oficialmente, aunque últimamente los criadores se están fijando mucho en los “arlequines”, los cuales son bicolores, como se puede ver en la figura 2. Hablando de su manto se puede decir que prácticamente no hay nada de subpelo, y el pelo de cobertura es rizado o forma bucles, y tiene un crecimiento constante.
No tiene muda sino que le cae el pelo constantemente, como a los humanos. Este último detalle hace que este tipo de manto necesite un mantenimiento casi a diario para que el pelo muerto no se quede enmarañado entre el pelo presente y no cree nudos de manera considerable. Los propietarios de caniches insisten en muchas ocasiones en mantener dicho pelaje, pero por desconocimiento no obtienen los resultados buscados.
Así, y con toda la razón, abandonan y dejan de cepillar al perro, ya que ¿para qué esforzarse cada día si igualmente se anuda el manto de su perro? Un simple peine o rastrillo con púas dobles metálicas (nunca cardas) nos ayudará a poder cepillar este tupido manto, desde la raíz (muy importante), y poder extraer el pelo muerto.
Las cardas son útiles de cepillado muy válidos para poder cepillar a contrapelo, pero solo las puntas del pelaje (nunca tocando la piel del animal) y de manera no muy agresiva (así, no se rompe el pelo) para poder conseguir el toque “afro” característico de este tipo de mantos.
Aparte de este constante mantenimiento, hay que saber que existen hasta cinco tipos de cortes distintos reconocidos y aceptados en las competiciones de belleza y un sinfín de posibilidades de corte no reglados. Pero si gusta a su propietario y el peluquero tiene estilo e imaginación, nadie pondrá en cuestión el corte que se le haga.
Cuándo empezar
Como siempre sucede con las razas que necesitan un alto mantenimiento de su pelaje, se tiene que habituar al can desde bien pequeño. Algunos criadores y peluqueros rasuran el pelo de los pies, manos y morro de los caniches con tan solo un mes de vida, más que nada por estética y por higiene. Lo que también hacen algunos criadores, para obtener un pelaje más fuerte y estructurado, es rasurar todo el cuerpo a una edad alrededor de los 2-4 meses. A partir de este rasurado completo, se va moldeando a tijera poco a poco a medida que va creciendo el manto; el corte que se suele hacer es el corte de cachorro (figura 3). Cuando pasan la fase de cachorro es cuando se decide qué tipo de corte se le va a hacer: conservar el corte de cachorro o elegir entre el corte holandés, el corte “T”, el corte inglés o el americano. En otros artículos se podrá hablar más profundamente sobre cada tipo de corte y sus peculiaridades, ya que cada corte necesita muchísima experiencia y técnica para poder hacerlo perfecto. Se puede decir que muchos peluqueros se especializan en un corte en concreto y lo perfeccionan durante toda su carrera profesional para obtener resultados excelentes.
Mantenimiento
Aunque esta maravillosa raza presente el pelo rizado y parezca que no necesite baños ni tratamientos de estética, la realidad es otra. Para mantener un caniche con un manto hidratado, fuerte, suave y con una longitud considerable para realizar un corte u otro, se tiene que hacer la peluquería semanal y lavar con champús muy hidratantes y nutrirlos con mascarillas; aun con todo eso, dependiendo de la zona donde reside el can, como por ejemplo, cerca del mar, será todo un reto mantener bien hidratado este pelaje e incluso, si no se utiliza buena cosmética, será difícil conseguirlo.
Muchos particulares se compran un Caniche de buenos criadores para mantenerlo como si tuviera que ir a competiciones de belleza, pero la gran mayoría lo adopta sin afán de tener a su mascota como un modelo. Para estos casos, no es necesario que el mantenimiento sea tan exhausto, pero sí que se mantenga el pelaje aireado, libre de nudos y limpio. Con una visita mensual al peluquero y teniendo a raya la longitud del pelaje, con un corte a gusto de cada uno, se puede tener la mascota en unas condiciones excelentes.
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