Con la bajada de las temperaturas, a los propietarios les asaltan algunas dudas sobre la conveniencia de cortar el pelo a sus perros.
Lidia Guerrero Martin
Dogo Pets Care
Imágenes cedidas por la autora
Al igual que cualquier otro animal, y como nosotros mismos, un perro tiene frío o calor según el clima que haga, el tipo de manto que tenga y en qué situaciones esté viviendo. En muchas ocasiones se puede ver por las calles un pobre animalito con un abriguito la mar de bonito, pero con una lengua de palmo y medio porque la temperatura ambiente no es menor de 15 ºC.
¿Cómo podemos saber si nuestro perro tiene frío y lo tenemos que abrigar? Esta es la gran pregunta que se suele hacer la gran mayoría de propietarios que tienen a su perro viviendo dentro de los hogares, aquellos que tienen un perro pequeño o, sencillamente, los que tienen un perro con pelo raso (pelo corto por todo el cuerpo). A no ser que el can esté temblando como una hoja o no quiera salir a la calle porque tiene frío, para poder contestar a esta gran cuestión, se tienen que analizar primero varios parámetros sobre el perro y su entorno, y así obtener una respuesta correcta.
El manto y su protección
Ante todo, se tiene que saber que el manto de un perro es su gran protección contra las condiciones climatológicas, entre otros aspectos. Tanto para el frío como para el calor, el pelaje hace de protector térmico. Por ejemplo, si a un ejemplar de pelo largo le rasuramos todo el cuerpo en verano porque el propietario dice que tiene mucho calor, lo único que se puede conseguir es poner en peligro la piel del can ante las posibles quemaduras que le pueda producir el intenso sol de verano, ya que la piel no está preparada para estar expuesta a estas condiciones.
Existen hasta ocho tipos de mantos distintos, por lo que se tiene que saber cuáles de ellos dan más o menos protección térmica, aunque sea a grandes rasgos. De los mantos que hacen muda no nos tenemos que preocupar mucho, porque dependiendo de la intensidad del frío pueden producir más subpelo o menos para compensar la bajada o subida de temperaturas. En cambio, con los mantos de pelo raso (pelo cortito) sí que debemos tener algo de cuidado, porque es el mismo pelo todo el año.
¿Hay que llevar a los perros a la peluquería también en invierno? Clic para tuitearPara el resto de los mantos (sin contar los acordonados y los desnudos) se tiene que procurar no hacer rasurados muy intensos en el invierno, porque a muchos de ellos no les hará falta nada de abrigo si les mantenemos el manto a una longitud media, pero siempre con cuidado de que no se anude.
En resumidas cuentas: no es motivo de no llevar a la peluquería a la mascota porque hace frío; el peluquero de confianza puede hacer el mantenimiento recortando ese pelaje sobrante a tijera y dejar el manto libre de nudos y limpio (esto no hay que olvidarlo nunca).
El tamaño del perro
En principio, el tamaño no tiene mucho que ver en la relación con el frío: por ser de tamaño pequeño no quiere decir que un perro sea un cachorro; sigue siendo un adulto y, por tanto, todo dependerá del tipo de pelaje y su estado, así como de la cantidad de grasa corporal que presente. Este último punto no se había mencionado, pero es importante considerarlo, ya que la grasa debajo de la piel tiene un gran papel como aislante térmico.
Perros caseros
Hay que tener un poco de consideración hacia esos perros que viven dentro de casa. Cuando entra y sale de casa, un perro no se quita y pone un abrigo o jersey como nosotros, siempre “lleva puesta la misma prenda”. Si dentro de casa la calefacción está puesta todo el día, la producción de subpelo, en el caso de mantos de muda (los que cambian todo el pelaje en los cambios de estación), será menor, y por tanto no estará tan protegido del frío como otro can que vive fuera en la calle.
En el caso de los que no hacen muda, no habrá ni mayor ni menor producción de pelo; en estos casos, si en el exterior estamos a una temperatura debajo de los 4-6 ºC, sí que deberá replantearse poner un abriguito a esos ejemplares que por las características de su manto no tienen la suficiente protección.
Conclusiones
Como los perros no nos hablan, es difícil saber con exactitud si el perro tiene frío o no, pero con las cuatro consideraciones anteriormente mencionadas podemos hacer una mejor evaluación. Como se ha comentado, si el perro tiembla estará claro que tiene frío, pero si nos fijamos en su pelaje y lo mantenemos en condiciones óptimas, hasta con una temperatura realmente fría no habrá problemas.
No se ha mencionado el caso de los perros que no tienen pelaje, como los Crestados Chinos, pero creo que las conclusiones las podemos sacar todos sin pensar mucho… ¿Tengo yo frío? ¡Seguro que él también!
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