¡Cuidado, vuelven los parásitos!

Con el buen tiempo vuelven al ataque los incondicionales parásitos que, aunque presentes todo el año, con los primeros calores comienzan a verse en mayor número. Causan desde malestar hasta lesiones en la piel, además de ser transmisores de enfermedades. Existen diversas formas de luchar contra ellos que conviene conocer.

Los comercios especializados se distinguen de los grandes almacenes por su forma de trabajar, buscando una continua innovación de acuerdo a valores como servicio personalizado al cliente, perfeccionamiento constante y autoformación, así como por una conciencia y respeto por la naturaleza y una permanente labor educativa de sus clientes. Entre las muchas recomendaciones que pueden dar destacan aquellas relacionadas con los parásitos externos.

El mercado ofrece una gran cantidad de productos para combatirlos. Hay que ser consciente de que no todos sirven para luchar contra todos los ectoparásitos, ni tienen el mismo abanico de efectividad. Unos son adecuados para prevenir las picaduras, otros los matan una vez que ingieren la sangre del animal. Hay diferentes formatos con distintos principios activos.

Como cada mascota es un mundo aparte, habrá quienes prefieran utilizar collares, pastillas, sprays, pipetas o champús. Tampoco todos los principios activos que contienen estos elementos son apropiados para todos los animales, puesto que en los gatos las piretrinas y los piretroides deben ser utilizados con precaución y el uso de amitraz está contraindicado. No sirve de nada tratar a un solo individuo si convive con otros. Además es imprescindible aplicar algún antiparasitario en el medio donde descansa y pasa más tiempo (cama, alfombras, habitaciones, jardín), ya que allí es donde se desarrollan larvas y huevos.

En muchas ocasiones es necesario emplear más de un producto, especialmente en el caso de las mascotas que sufren dermatitis alérgica a la picadura de pulga, conocida como DAPP. En estos casos es preferible remitir al cliente a su veterinario habitual para que a partir de su revisión prescriba un tratamiento completo que acabe con todas las fases de los parásitos y con la irritación de la piel y trastornos asociados.

Más vale prevenir

Evidentemente más vale no esperar a que los parásitos lleguen a casa para actuar. En primavera hay que aumentar la periodicidad de las desparasitaciones para prevenir infestaciones desagradables. Ya en el mes de marzo empiezan a verse con más frecuencia pulgas y garrapatas, y con los primeros calores hacen su aparición los mosquitos. Todos estos pequeños seres pueden ser portadores de serias enfermedades parasitarias, que además son transmisibles al hombre. No es que el resto del año no estén presentes, pero de marzo a octubre es la época de mayor reproducción y por tanto de mayor riesgo.

No hay que bajar la guardia, estos chupadores de sangre están acechando a los animales de compañía en cada esquina de la calle y en cada rincón del parque.

Actuar al primer síntoma

Quienes no han sufrido en las “carnes” de su mascota la acción de pulgas y garrapatas podrán identificar los síntomas de parasitación fácilmente: rascado constante y enrojecimiento e inflamación de la piel. El pelo se vuelve sucio y áspero. Observando detenidamente de cerca al animal se podrá verificar su presencia. Las pulgas son seres veloces de color oscuro de 2 a 4 mm capaces de dar saltos de hasta 30 cm de distancia. Las garrapatas duras (las más importantes desde el punto de vista de la sanidad animal) en estadio adulto presentan dimorfismo sexual, siendo las hembras bastante más grandes que los machos, entre 10 y 12 mm, mientras los segundos miden unos 3-4 mm. Si los ven sobre la mascota significa que no han tomado precauciones. Es imprescindible aplicar medidas de forma inmediata si no quieren enfrentarse a una “plaga” más que molesta.

Llega el buen tiempo y vuelven los parásitos. ¿Cómo hacerles frente? Clic para tuitear