Zoomark abrió su decimosexta edición del 7 al 10 de mayo, en un ambiente que en líneas generales invitaba al optimismo, con más de 600 exhibidores registrados y una ocupación de cuatro pabellones del recinto ferial, a los que habría que sumar otras zonas de servicios y reuniones.

La feria que se celebra en Bolonia es un escaparate ideal para conocer cuáles son las tendencias y productos más interesantes relacionados con los animales de compañía. El evento fue el punto clave donde ver y dejarse ver, acentuando ese carácter de exhibición que ha de tener toda feria.

Una vez más, los productos de alimentación fueron los que mayor peso específico tuvieron en la feria. Las tendencias ya conocidas se confirmaron en las propuestas de muchas de las empresas participantes: el énfasis en los productos naturales y en los ingredientes saludables, y la elaboración de comida especializada, dirigida a un tramo de edad concreto o a cubrir necesidades específicas de cada tipo de animal. Además, en la fabricación de los alimentos se han incorporado nuevas técnicas para hacer este proceso respetuoso con el medio ambiente.

En el caso de los accesorios y complementos Zoomark fue un escaparate de primera categoría, y el diseño y el cuidado por las líneas elegantes marcó muchas de las propuestas presentadas. Algo similar puede comentarse de los productos relacionados con la higiene de los animales, en los que también ha podido apreciarse una mayor especialización, respondiendo a las demandas del mercado y los consumidores.

Aunque las empresas italianas fueron lógicamente las más numerosas en Zoomark, la feria acentúa su voluntad internacional abriéndose a nuevos mercados. Fue el caso de los Estados Unidos y Canadá, que contaron con un espacio propio en el que, a través de pequeños stands, las empresas pudieron exhibir sus productos. También tuvo zona propia el Reino Unido, así como China.

Las empresas españolas no tuvieron una amplia representación en Zoomark, aunque las que sí que acudieron mostraron en general su satisfacción por los contactos que habían establecido durante el evento, y admitieron que el esfuerzo había merecido la pena.