La humanización de los animales de compañía es una tendencia cada vez más extendida. ¿Es excesivo considerar a las mascotas como “uno más de la familia”?
“Uno más de la familia”. Este podría ser el resumen de una tendencia que se extiende cada vez más entre los propietarios: la humanización de sus animales de compañía. Como otras “modas”, fue en los Estados Unidos donde comenzó a detectarse esta forma de pensar; sin embargo, no ha tardado en extenderse a otros países, incluido España, y en estos momentos son pocos los profesionales del sector (por no hablar de los propietarios) que no conocen el significado de esta palabra.
Como suele suceder, las opiniones sobre esta tendencia son variadas; y más en este caso, en donde además se mezclan matices afectivos. Así como entre algunos profesionales y propietarios se ve con satisfacción que a los animales de compañía se les den cada vez más atenciones, y que estas sean más sofisticadas, otras voces se preguntan si no será excesivo equiparar las necesidades de los animales con las de las personas. Bien está que las mascotas tengan unas atenciones, pero sin perder de vista que, en el fondo, son animales, y como tales tienen sus propias peculiaridades.
Sea como fuere, el debate está abierto, y afecta de lleno al sector en el que nos movemos, ya que el comercio especializado tiene que responder no solo a las exigencias de los animales, sino también a las de las personas responsables de estos animales. Por ello, le pedimos su opinión a dos profesionales del sector acerca de la humanización de las mascotas, sus posibles alicientes y perjuicios.
- Angie Geuer, de Japag Distribuciones: «El gran peligro en ‘humanizar’ un animal es perder de vista sus necesidades reales y naturales»
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La tendencia de considerar a un animal de compañía como un miembro más de la familia continúa en aumento, lo que bajo nuestro punto de vista se traduce en un aspecto muy positivo y es sinónimo de un desarrollo favorable. De esta forma, se entiende que la preocupación por el bienestar de la mascota se convierte en una pauta aceptada, aunque esto implique un riesgo de exagerar el cuidado más allá de lo necesario. Un animal es un ser vivo. Como tal, conlleva una responsabilidad: hay que ocuparse de su buena alimentación y de su salud, y en la mayoría de casos de salidas a la calle regulares, según sea la necesidad de la mascota en cuestión.
El gran peligro de “humanizar” a un animal es perder de vista las necesidades reales y naturales de cada especie, tratándolo más como a un niño que como lo que es. En el caso del perro, aparte de sus paseos diarios necesita una ocupación mental que pueda sustituir su instinto de cazar y desafíe sus necesidades naturales. Debemos tener cuidado para darle lo que realmente necesita porque no podemos cambiar su chip genético ni con la educación ni por el mero hecho de vivir con nosotros en una familia: si esto sucede puede que tenga demasiadas “señales humanas” que causen malos entendidos, y que restrinjamos sus instintos naturales queriendo adaptarlos a “nuestro mundo”. Esto puede conducir muy fácilmente a problemas de comportamiento o a comportamientos indeseados que luego hagan muy difícil la convivencia con el animal.
No obstante, con toda esta tendencia vemos una gran oportunidad para el sector, dado que se entiende que el gasto por familia en su animal de compañía aumenta. El papel del profesional es muy importante en este cambio de hábito, y su función pasa a ser la de asesorar bien al propietario, ofrecerle productos de enriquecimiento ambiental, juguetes interactivos para compensar los instintos de búsqueda y caza, así como los recursos y pautas más adecuados para su bienestar. De esta forma, todas las necesidades e instintos natos de la mascota pueden converger dentro de una educación adaptada a la convivencia en nuestra sociedad.
Angie Geuer
Responsable de ventas de Japag Distribuciones y educadora canina
www.japag-distribuciones.com - Jordi Flores, de Bioiberica Veterinaria: «La humanización de las mascotas plantea un reto apasionante para los que formamos parte de este mercado»
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En mi opinión, la humanización de las mascotas plantea un reto apasionante para todos los que formamos parte de este mercado. Como profesional de marketing, y además como propietario de una Bichón maltes de siete meses, creo que se trata de un fenómeno imparable, fruto de ciertos cambios demográficos, sociológicos y de una mayor concienciación de los propietarios de mascotas, que está mucho más consolidado en determinados países como EE.UU., pero que va a seguir avanzando en España y en otros países.
Hay un terreno común entre las necesidades y soluciones que tenemos en el mundo humano y las que encontramos en el mundo de las mascotas, que era muy pequeño años atrás pero que está creciendo continuamente. Esto hace que el mercado crezca con nuevas ideas y se generen nuevas oportunidades de negocio, que hacen cambiar la manera de diseñar productos y servicios. Es más, esta tendencia está dinamizando las clásicas “4 Ps” del marketing. Ya no se trata sólo de los productos, donde aparecen un gran abanico de variedades, fórmulas, nuevos sabores, texturas y maneras de aplicar los productos inspirados en los existentes para las personas. Se trata también de la aparición de nuevos servicios, más sofisticados y que hace unos años eran inexistentes. Sólo hay que pensar en parques acuáticos para mascotas, guarderías, cursos de educación, redes sociales específicas para mascotas, ropa y accesorios, etc. Se trata también de la comunicación con los propietarios, de la manera de distribuir los productos y de hacerlos llegar al cliente final, etc.
El riesgo de esta humanización es, como en todo, el exceso, pensar que todo vale, pudiendo causar algún tipo de perjuicio a la mascota. Por ello, en mi opinión es y será clave que las empresas tengan en mente las necesidades de la mascota cuando generen nuevas ideas y negocios, y que los veterinarios y profesionales del canal especializado sepan aprovechar estas nuevas oportunidades para asesorar y orientar a los propietarios, garantizando así el respeto hacia las mascotas, su salud y su bienestar.
Jordi Flores
Product Manager Bioiberica Veterinaria
www.bioiberica.com
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