Desde este mes de septiembre puede verse en abierto, en el canal de Youtube de Huellas Compartidas, el cortometraje de cine social, Fils trencats. Aborda la realidad de los malos tratos intrafamiliares a las personas mayores, la soledad no deseada
que muchas sufren y cómo un perro puede ser un compañero fiel y ayudar en la recuperación emocional de estas personas.
Fils trencats es una producción de Films en Off en colaboración con la asociación Huellas Compartidas. Está basada en una idea original de Paco Camarasa, que también es su productor ejecutivo junto con Aure Farran, ambos socios fundadores de Huellas Compartidas,
y cuenta con Josep Oller como director y guionista.
El cortometraje, que en los últimos dos años ha hecho ruta por festivales nacionales e
internacionales consiguiendo algunos reconocimientos para el filme y para su protagonista, Montse Ribadellas, forma parte del proyecto social de la asociación Huellas Compartidas. Es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja en la difusión y concienciación sobre la tenencia responsable de animales, poniendo en valor a los animales de compañía como parte de las nuevas familias multiespecie y como capital social. Desde la asociación entendemos esta tenencia responsable sobre la base de tres elementos clave:
- educación
- vínculo emocional
- inclusividad
Los protagonistas
En cuanto a Fils trencats, la protagonista es la actriz Montse Ribadellas y la acompañan los actores Miquel Sitjar y Toni Sevilla. Fils trencats también supuso el estreno en el mundo del cine de la actriz no profesional, Mouna Sabaly, que interpreta a la chica de origen migrante que ayuda a Berta.
El otro gran protagonista del cortometraje es Haru, el perro que invadirá la casa de Berta. Haru es un perro que fue abandonado, que actualmente trabaja con el equipo de El Racó de Milú y que también se estrenó como actor en este filme.
La historia de Fils trencats
Fils trencats se rodó el verano de 2020 en tres localizaciones distintas, en Gavà, Viladecans y
Begues. Cuenta la historia de Berta, una mujer viuda de 80 años que huye de los malos tratos de su único hijo. Vive sola, no se atreve a salir de casa y sólo puede contar con la ayuda de Mouna, una chica migrada que va a su casa un par de veces por semana y le hace las compras. En la vida de Berta no parece haber esperanza, pero pronto encontrará a un compañero que le ayudará a seguir adelante.
El cortometraje, que recibió una subvención por parte del ICEC, cuenta con el patrocinio de
Dingonatura, empresa de alimentación natural para perros y gatos. Además, colaboraron en el proyecto las empresas técnicas Ovide y Aluzine, y otras instituciones y empresas como el
Ayuntamiento de Gavà, El Racó de Milú, Sweet Drops Barcelona, Biomedical Logistics, Montau de Sadurní o el Ayuntamiento de Begues.