Cuando trabajamos con instalaciones grandes en las que albergamos cientos de peces de diferentes especies y orígenes, es inevitable que aparezcan enfermedades oportunistas. Las gambitas también pueden padecerlas, pero pueden solucionarse si se toman las medidas adecuadas para no perder por completo esa especie.
Javier Burcio
Verdeacuaria S.L.
En esta ocasión nos centraremos en una de las enfermedades que más bajas ocasiona dentro de las instalaciones de invertebrados en acuariofilia, tanto de particulares como de profesionales. Nos referimos a la conocida enfermedad de la porcelana o “gamba cocida”.
Esta enfermedad, que puede aumentar la mortandad en los acuarios, está producida por un microsporidio conocido como Thelohania, el cual se incrusta en el tejido muscular de las gambas.
Es fácil identificar la enfermedad por su sintomatología: este parásito unicelular ataca el tejido muscular y se extiende rápidamente, haciendo cada vez más difícil la locomoción de la gamba. Es por ello que en un par de días acaba con la vida del individuo afectado presentando el aspecto de una gamba cocida. Esto nos sirve también para descartar si una gamba está afectada por dicho parásito o por una infección bacteriana.
Los primeros síntomas los veremos en el cuerpo de la gamba, que presentará el tejido interno de color blanco y que se irá extendiendo desde la base de la cabeza hasta colonizar el resto del cuerpo. Entonces es cuando el individuo apenas puede moverse. Observaremos movimientos raquíticos y espasmódicos de los pleopodos, incluso podemos ver a la gamba intentando nadar sin rumbo. Es aquí donde viene el principal problema, y es que esta enfermedad se propaga rápidamente en el acuario, debido a que los ejemplares infectados son atacados por el resto de la población, que se lo comerán incluso aunque aún este moviéndose, infectándose en el proceso.
Por este motivo, el paso principal para combatir la enfermedad consiste, en primer lugar, en retirar los ejemplares infectados, así como todos los cadáveres, antes de que puedan comérselos el resto de gambas. Cambiaremos el agua y sobre todo sifonaremos el acuario eliminando la mayor cantidad de materia orgánica posible.
La temperatura alta beneficia al parásito, y es por ello que en los meses de verano esta enfermedad causa estragos en los acuarios de los aficionados. Intentaremos mantener la temperatura por debajo de 23 oC.
Tratamientos para la enfermedad de la porcelana
En especial deberemos prestar una atención muy especial a la eliminación de cadáveres, restos e individuos infectados.
Recomendamos la utilización de hojas de Terminalia catappa en el acuario y la alimentación con ajo machacado para favorecer en todo lo posible las defensas de nuestras gambas. Por último, hemos recogido reportes de la utilización de Furanace, Furanol II y PolyGuard.