El transporte, tanto desde el distribuidor al comercio como el desde la tienda a casa del cliente, es un momento crítico que hay que conocer bien.
Manuel Sáez Moreno
Gerente – Eurozoo 2000
Imágenes cedidas por el autor
Los animales acuáticos dependen íntimamente del medio en el que viven. Esto es especialmente cierto en el caso de los peces, pues sus branquias actúan como una membrana semipermeable que permite el paso en ambas direcciones de buena parte de las sustancias que se encuentran disueltas tanto en la sangre del pez como en el agua circundante. Durante su vida se ven sometidos continuamente al estrés que suponen los cambios en los parámetros del agua. Uno de los momentos más críticos puede darse durante el transporte, puesto que pasan de un medio “estable” con una filtración y un volumen de agua adecuado a un espacio muy reducido y cerrado donde las condiciones pueden variar bruscamente.
Durante el transporte de los peces se deben tener en cuenta varios elementos:
Temperatura
La variación en la temperatura del agua es importante, pero no tanto como a menudo se cree. Los peces tienen una cierta capacidad de adaptación a estas variaciones que llevan a cabo “reajustando” algunas reacciones fisiológicas en el transcurso de los días siguientes al cambio de temperatura. Aun así, debemos evitar una variación de temperatura mayor a los 10 ºC, pues esta podría causar la muerte del pez por un shock térmico. Aunque siempre se piensa que las bajadas de temperatura durante el transporte son peores que las subidas, esta es una idea equivocada. Un descenso moderado de la temperatura disminuye los procesos metabólicos, por lo que se produce una menor cantidad de urea y amoniaco, disminuye el consumo de oxígeno, el pH baja y se ralentiza la multiplicación bacteriana.
Para minimizar los cambios de temperatura durante el transporte entre los criadores o mayoristas y los comercios se utilizan envases de poliestireno expandido, dentro de cajas de cartón. El espacio interior se recubre con papel de periódico que también es un buen aislante. Durante el invierno, además, se ponen bolsas de calor (heat packs). Durante el verano, sobre todo para peces de agua fría, invertebrados y corales se pueden poner bolsas de agua fría e incluso con hielo.
Para el transporte entre el comercio minorista y el destino final de los peces no suelen utilizarse estos envases tan sofisticados, pues su coste es elevado y no es rentable para tan solo unos pocos peces. En su lugar se pueden utilizar bolsas para el transporte de alimentos congelados de las que se usan en los supermercados. Como mínimo sería aconsejable envolver las bolsas de agua con los peces en papel de periódico. Se debe advertir siempre a los clientes que lo mejor es que vayan directamente a sus domicilios y que nunca dejen a los animales en su coche o al exterior, especialmente en las épocas de mucho calor, pues supone mucho riesgo para su vida.
Envases para el agua y los peces
Para el transporte se utilizan bolsas de plástico simples o dobles, que se cierran con grapas o gomas para evitar que se pierda agua y oxigeno. Han de ser de un plástico apto para uso alimentario como el polietileno. Es importante que el borde inferior sea redondeado para evitar que los peces se queden atrapados en las esquinas y mueran. El tamaño de la bolsa variará en función de la cantidad de animales que vayamos a introducir y del tiempo que tengan que permanecer de viaje.
Volumen de agua, cantidad de animales y duración de viaje
Durante el transporte la proporción entre agua y aire debe ser de un tercio y dos tercios. En el viaje desde el mayorista hasta la tienda se utiliza oxígeno medicinal con una cantidad de oxígeno superior al 95 % para asegurar que la cantidad de este sea suficiente para todo el trayecto. Únicamente se debe introducir una especie por bolsa y la cantidad de animales dependerá de la especie, el tamaño y el valor de las mismas.
Desde el comercio hasta la casa del cliente ha de igualarse la cantidad de agua y aire (50/50), puesto que no se utiliza oxígeno puro sino aire, y este es más pobre en oxigeno (± 20 %) que el medicinal. Para compensar esta menor concentración se pueden colocar las bolsas con los peces en posición horizontal, porque de esta manera la superficie de contacto entre el agua y el aire es mayor y esto favorece la difusión del oxígeno.
No olvides
Habitualmente entendemos por estrés aquellos factores que influyen negativamente en el bienestar de los seres vivos, cuando realmente este es el conjunto de reacciones fisiológicas que se desencadenan como respuesta a estos factores “estresantes”.
Artículo aparecido en el número 179 de EspeciesPRO. Si eres un profesional del comercio para animales de compañía recuerda que puedes registrarte gratuitamente en nuestra web y recibir la revista mensualmente.
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