La mortandad en los acuarios

Desde la muerte por vejez a la aparición de una enfermedad, los motivos por los que los peces pueden morir en los acuarios son múltiples. De cualquier forma, hay una serie de precauciones que se deben tomar cuando esto sucede, de manera que se preserve completamente la seguridad del resto de los pobladores del acuario de vuestros clientes.

El primer consejo práctico que podéis darles comienza por la prevención mediante la observación del acuario para comprobar que todo va bien. El momento de alimentar a los peces es uno de los más recomendables para cerciorarse de que están todos los ejemplares, y que además se comportan de la manera habitual. Si se nota la ausencia de alguno, se puede mirar en la zona del filtro para verificar que no se encuentre ahí. Del mismo modo, hay que mirar bien las zonas de roca y otros elementos decorativos, así como el fondo, que son lugares donde pueden haber queda­do los restos del animal.

También hay que recordar que hay especies de peces a las que les gusta permanecer en sitios estrechos, y que a veces puede parecer que están muertos. Por ello, resulta muy importante conocer las costumbres de cada especie, ya que si no, el propietario puede malinterpre­tar alguna actitud y dar por muerto a un pez que no lo está.

Cuidado

Los restos de un pez muerto pueden convertirse en foco para bacterias y otros elementos que pueden contaminar el agua, por lo que es importante dar con él y, seguidamente, retirarlo del acuario. Esta urgencia se hace todavía mayor si la muerte se ha producido por una en­fermedad infecciosa, cuya causa estará todavía albergada en el pez muerto, y por lo tanto puede transmitirse a otros peces que permanezcan en el acuario.

En el caso de que el pez muerto tuvie­ra compañeros en el acuario, es intere­sante fijarse en ellos: si sus movimientos, aspecto y comportamiento entran den­tro de la normalidad, es posible que la muerte de un pez determinado sea sola­mente un caso aislado, y que no conlle­ve una gran alarma. Si por el contrario se perciben comportamientos que se sa­len de la normalidad, habrá que tener cuidado y buscar soluciones.

Indicios

También es conveniente que el dueño del acuario examine el cuerpo del pez muerto para indagar las razones que hayan provocado su fin. Una observación cuidadosa puede dar pistas reveladoras sobre las causas del deceso, que puede haber sobrevenido por razones de salud, pero también de convi­vencia entre los peces, en el caso de que estos tengan un carácter agresivo o territo­rial. Este puede ser el caso si se encuentra que las aletas aparecen dañadas. Por otro lado, si el pez presenta el cuerpo hinchado esto puede deberse a una infección inter­na, que probablemente sería la que termi­nó con su vida.

Pero la observación no debe limitar­se únicamente al pez muerto, sino que debe ampliarse también al acuario: una de las causas más importantes de muerte de los peces de un acuario es algún pro­blema con el agua. Por ello, si aparecen peces muertos en una cantidad llamati­va, es fundamental realizar un análisis del agua, para encontrar posibles ano­malías, que pueden ser un nivel de amo­niaco demasiado elevado, un cambio en el pH o en las concentraciones de nitri­tos y nitratos en el agua.

Del mismo modo, hay que tener en mente otras causas posibles que hayan modificado el estado del acuario: des­de una introducción masiva de nuevos ejemplares en la instalación a un inco­rrecto filtrado del agua, pasando por la incorporación de elementos decorati­vos que podrían no haber estado con­venientemente filtrados. Todo ello influye en el equilibrio del agua, y romperlo puede resultar fa­tal para los peces.

Otras causas

Si los análisis del agua resultan positivos y no se detecta ningún pro­blema en este sentido, habrá que pensar en otras causas para la muerte de los peces. Hay una serie de circunstancias que influyen pode­rosamente en la salud de los peces del acuario, como el estrés o las anomalías relacionadas con la alimentación, tanto por defecto como por exceso: tan perju­dicial es no dar la suficiente comida a los peces como sobrealimentarlos.

Finalmente, si no se ha dado con la cau­sa de la muerte del pez después de todas estas comprobaciones y acciones, será el momento de acudir a un profesional. Anotar todos los datos sobre la calidad del agua y las características más importantes del acuario le ayudará a determinar cuál ha sido la razón de la muerte, y los reme­dios más efectivos para que no se sigan produciendo.

La cantidad

El número de muertes en un acuario que deben hacer saltar las alarmas depende de varios factores. Por ejemplo, de las pro­pias características de los peces. En líneas generales, los peces de pequeño tamaño suelen vivir me­nos tiempo que los que son más grandes. Por lo tanto, es habitual que si se tienen unos 50 peces pe­queños, se produzcan unas pér­didas anuales de alrededor de doce ejemplares. Sin embargo, lo que es más preocupante es que en vez de esas muertes escalona­das se produzcan defunciones de varios peces a la vez, o que mue­ran los peces de una misma espe­cie. En esos casos sí que hay que preocuparse y buscar las causas.