Llega septiembre y con él la vuelta a la normalidad, días más cortos y fríos y, en definitiva, el adiós al verano y las vacaciones. Aunque puede resultar costoso al principio, los humanos tendemos a habituarnos rápidamente a esta realidad. En cambio, las mascotas, después de una larga temporada en constante actividad con sus familias, en la que se han establecido dinámicas diferentes, pueden acusar su nueva rutina.
Los principales signos de que hay un problema o síndrome posvacacional en las mascotas son:
- ansiedad
- falta de apetito
- conductas destructivas
- movimientos repetitivos
Tiendanimal comparte algunas recomendaciones para que ayudes a los clientes a minimizar el síndrome posvacacional en sus mascotas y evitar que desemboquen en problemas más serios y perdurables.
1. Acostumbrarle progresivamente a la soledad durante la jornada de trabajo
El can o el felino acusará con mayor intensidad el cambio si lo hacemos de forma drástica. Por ejemplo, es recomendable que, si la mascota va a permanecer largas horas sola en casa cuando su tutor esté en el trabajo, le preparare días antes con breves espacios de tiempo en casa, otorgándoles mayor independencia durante este tiempo. Además, es aconsejable que tenga sus juguetes y gominolas favoritas para que el tiempo de espera se les haga más ameno, una vez la jornada haya dado comienzo.
2. Regular sus necesidades
Después de la alteración en los horarios y su lugar de residencia, es posible que hayan perdido la costumbre que tenía tan asumida previamente. En ese caso, es recomendable recuperar, de forma progresiva, los horarios habituales de paseo, en el caso de los canes; y devolver al arenero a su ubicación exacta en el caso de los felinos.
3. Vuelta a la alimentación habitual
Una vez volvemos a nuestra rutina, es recomendable establecer las horas más adecuadas y las cantidades recomendables para la mascota, huyendo de los excesos propios del verano. Así los clientes se asegurarán de que su animal de compañía se encuentre en las mejores condiciones de salud.
4. Volver a la actividad física habitual
Aplicable en perros o gatos, fijar un tiempo de juego y actividad que dedicar a la mascota debe ser una prioridad para evitar que caiga en síntomas de estrés o depresión. Tiendanimal recomienda no caer en el sedentarismo y, en la medida de lo posible, ofrecerles actividades y entretenimientos que les mantenga activos. Durante las primeras semanas de vuelta, es conveniente realizar un pequeño esfuerzo y poner el despertador un poco antes para sacar al perro a pasear sin prisa, dejando que juegue con otros perros y olfatee el ambiente con tranquilidad.
5. Observar su estado de ánimo
Lo que para las personas supone una vuelta a la rutina, para las mascotas implica volver a pasar más horas solos en casa. Esto puede derivar a algunos problemas como la ansiedad por separación, que puede ser tratada fácilmente en la mayoría de los casos.
6. Mantener la alerta ante posibles enfermedades
Después de un periodo vacacional, en el que hemos estado expuestos a diferentes ambientes y posibles afecciones como son leishmaniasis, otitis, dermatitis… aconsejamos realizar una revisión veterinaria completa para detectar a tiempo cualquier enfermedad o problema de salud.
Hagamos la vuelta más fácil
“Perros y gatos no entienden las diferencias entre tiempo de vacaciones y tiempo de trabajo y obligaciones. De hecho, es frecuente que al animal le cuesta asimilar el motivo por el desaparece el tiempo de ocio, los paseos largos y las jornadas en compañía constante. Siempre recomendamos que nuestra mascota no permanezca aislada durante periodos demasiado prolongados desde un primer momento. La compañía es un factor clave para el bienestar animal”, señala Nuria Gómez Constanzo, veterinaria de Clinicanimal, la red de centros veterinarios del grupo de empresas que incluye marcas como Tiendanimal.
“Es esencial proporcionarle momentos de juego y entretenimiento de calidad a diario para sobrellevar mejor esta etapa de transición. Si percibimos que la mascota tiene un comportamiento poco habitual, hay que acudir lo antes posible al veterinario para obtener un diagnóstico que determine un tratamiento lo más adecuado posible”, Constanzo.