Guía para una alimentación sana del gato

0

¿Qué alimentos no debería comer un gato? Sigue esta guía de Purina para ayudar a tus clientes a cuidar su alimentación y mantenerlo sano.

Tener un gato como mascota y parte de la familia, a pesar de su carácter independiente, requiere mucho cuidado y dedicación. Desde Purina destacan la vital importancia de una adecuada alimentación para ayudar a disminuir su predisposición a padecer ciertas enfermedades, mejorando así su calidad de vida.
Existen comidas que un gato no puede consumir ya que, a corto o medio plazo, pueden generar reacciones adversas.

Alimentos más tóxicos para los felinos

1. Chocolates: son dañinos y pueden causar problemas graves, como aceleración de la frecuencia cardíaca y malestares gastrointestinales.

2. Embutidos: son ricos en sal y grasas, lo cual puede causar hipertensión y pancreatitis en gatos.

3. Pescado crudo: puede ser peligroso, tanto por las espinas como por el parásito Anisakis, el cual puede provocar vómitos y dolor abdominal.

4. Fruta: algunas frutas como las uvas pueden provocar molestias digestivas o hasta dañar los riñones de los felinos.

5. Leche: suele ser difícil de digerir y puede provocar vómitos y diarreas.

¿Cómo mejorar la digestión del gato?

Dar buenos alimentos al gato contribuirá a facilitar su digestión. Sin embargo, si tiene una digestión sensible o padece ciertos problemas de salud, podemos ayudarlo con una dieta adaptada con:

  • Ingredientes de alta calidad fáciles de digerir para reducir el esfuerzo del intestino.
  • Fuentes de proteínas seleccionadas para reducir el riesgo de padecer reacciones gastrointestinales adversas.
  • Proteínas altamente digeribles que puedan ayudar con una posible intolerancia alimentaria en gatos.
  • Prebióticos que participen en la mejoría del equilibrio de la flora intestinal y probióticos (bacterias vivas beneficiosas), que son útiles para dar soporte al sistema digestivo de los gatos.
  • Fibras que ayuden al tránsito y faciliten el movimiento a través del intestino.

Y recuerda, los expertos recomiendan realizar una revisión periódica al gato al menos una vez al año y con mayor frecuencia a medida que se haga mayor o si tiene necesidades especiales. En esta visita se le hará una revisión integral que asegure que el gato está sano desde los bigotes hasta la punta de la cola.
Otra ventaja de estos controles anuales es que el gato se acostumbra a visitar la consulta cuando está bien y esto puede ayudarlo a formar un vínculo con su veterinario. Familiarizarse con su especialista, la clínica y sus olores podría ayudar a reducir el estrés que suelen experimentar cuando visitan a su veterinario.

Share.

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies