Los loros atraviesan una etapa crucial durante la primavera. Debemos estar atentos a los cambios en su comportamiento, especialmente durante la temporada reproductiva.
Para los loros es un momento trascendente puesto que hay cambios en el entorno que modifican su comportamiento. Para unas aves tan sensibles como estas, la etapa reproductora, implica reacciones inesperadas para las que debemos estar preparados.
Prestar atención a los enfrentamientos
Es en este momento cuando una pareja que ayer se acicalaba las plumas mutuamente, a la mañana siguiente puede entablar una batalla incansable que podría acabar con la vida de alguno de ellos. En la mayoría de los casos son las hembras las que se llevan la peor parte. Y es una circunstancia que obliga a los cuidadores de loros a prestar especial atención en esta época del año.
Con los huevos recién puestos, ocurre algo parecido. La primera semana la pareja puede mostrar un comportamiento excelente y que los huevos se incuben perfectamente por una hembra bien asistida por su macho. Y en la segunda semana, que los huevos aparezcan rotos o desaparezcan por completo sin que entendamos bien cuál de los pájaros ha sido el responsable.
Revisar los picos
Entre las muchas observaciones que hace el cuidador de loros, está la de ver bien cómo se encuentra el estado de los picos de cada ejemplar. Un pico, poco brillante, seco o defectuoso en la época de cría puede estar indicando carencias que pueden afectar a los resultados de la reproducción. Es por este motivo, que, en esta fase del año, los loros deben disponer de grit renovado frecuentemente, hueso de jibia y piedra de calcio. Las perchas deben estar también renovadas para que los picos estén en forma.
Cuando una pareja rompe huevos, en muchas ocasiones, se debe a una falta de calcio. La hembra produce huevos blandos o el macho busca el recurso en la cáscara de los huevos. Corregir el problema no es difícil, pero requiere a veces un poco de tiempo. Y debemos tener en cuenta la presencia de sol, que cumple también un papel importante en el metabolismo del calcio en los loros.
Los picos deben verse brillantes y limpios. Si están secos, manchados o con excreciones blanquecinas, indica que hay inconvenientes a corregir.
El aporte de calcio es imprescindible
El metabolismo del calcio en las aves es fundamental para su salud reproductiva y ósea. Las aves obtienen calcio de su dieta, especialmente de alimentos ricos en este mineral como las semillas, los vegetales de hojas verdes y los insectos. Una vez ingerido, el calcio es absorbido en el intestino y luego transportado a través del torrente sanguíneo hacia diferentes tejidos y órganos, incluyendo los huesos y los órganos reproductivos.
La producción de huevos requiere una cantidad significativa de calcio, ya que este mineral se utiliza para formar la cáscara del huevo. Si las aves no obtienen suficiente calcio de su dieta, pueden presentar problemas de producción de huevos, como la producción de huevos blandos, que son más susceptibles a roturas durante la puesta o incluso antes de ser puestos.
Además de la dieta, la exposición al sol también juega un papel crucial en el metabolismo del calcio en las aves. La luz solar es necesaria para que las aves sinteticen vitamina D en su piel, lo que a su vez les permite absorber y utilizar el calcio de manera más eficiente. La vitamina D ayuda a regular los niveles de calcio en el cuerpo y promueve su absorción intestinal. Por lo tanto, una falta de exposición al sol puede afectar negativamente.
Rafael Zamora Padrón
Director Científico
Loro Parque Fundación
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