En Singapur la tenencia de perros y gatos está regulada por ley. Aquellos que viven en apartamentos solo pueden tener un perro de raza pequeña. Sin embargo, a quienes viven en chalets se les permite tener gatos y más de un perro de cualquier raza. Estos constituyen el 20 % de la población.
Contra los gatos
La prohibición de mantener gatos en apartamentos, que viene desde 1989, aduce que mantenerlos en el interior resulta complicado y que cuando salen suelen orinar y defecar en lugares públicos y molestar con sus maullidos. Hecha la ley, hecha la trampa, y no se cumple rígidamente. Esto hace muy complicado estimar la población felina del país. Euromonitor estimaba en 2016 una población de 824.600 mascotas, de las cuales 51.500 serían gatos.
En total hay un 48 % de propietarios de perros, frente a un 29 % de gatos. Esta prohibición pone por lo tanto en riesgo el mercado de la alimentación felina.
Un solo perro
La raza más popular de Singapur es el Labrador Retriever, aunque precisamente esta no entra dentro de las 62 razas pequeñas catalogadas como aptas para mantener en apartamentos. La ley hizo una excepción en 2011 para poder colocar los perros de razas grandes alojados en los refugios. La multa para los propietarios que incumplan la normativa de tamaño llega casi a los 3.000 euros.
Desde 2017 todos los perros deben estar microchipados y anualmente ser registrados. Incumplir esta indicación conlleva multas de más de 3.500 euros.
Singapur depende de la importación para proveer a los propietarios de alimento específico para sus mascotas, principalmente de Tailandia, Canadá, USA y Australia.
El salario medio en este país ronda los 2.800 euros de modo que se pueden permitir proporcionar alimentos premium específicos para edad y raza, así como dietas específicas para cuidar la salud.
Puedes consultar aquí la normativa que regula la tenencia de mascotas en apartamentos.