Los acuarios marinos cada vez tienen mayor aceptación entre los clientes de las tiendas de acuariofilia. A continuación daremos unas pautas básicas para iniciarse en este mundo marino sin tener que lamentar errores.
Skimmers, filtros automáticos, iluminación led que parece de otro mundo, roca viva o muerta… las posibilidades son infinitas. Cada día salen productos nuevos y cuando uno quiere iniciarse en el mundo del marino aquello parece una oferta interminable entre la que es difícil elegir.
Mi consejo: hazlo simple, sobre todo al principio. Si lo complicas mucho, el posible aficionado se puede echar atrás. Hay que saber dónde recomendar que se gaste el dinero y si realmente es necesario el equipamiento extra.
El marino es siempre más caro que el de agua dulce. Eso es algo que hay que tener presente. Pero hay que saber priorizar dónde tenemos que tener un gasto más fuerte (y dónde recomendarlo).
Al iniciarse en el marino, donde más hay que invertir es en la roca (viva o muerta), en las bombas de movimiento y en la sal. Y si se pretende tener corales, se necesita una iluminación correcta y de calidad: las tiras led que vienen de serie no son suficientes para el 90 % de los corales, que poco a poco se morirán bajo esas luces. Pero para la gran mayoría de los peces no es tan importante y bastará con que el efecto visual que produce en sus escamas sea el correcto.
Un acuario marino no puede mantenerse con poco movimiento de agua; debería moverse todo el volumen entre 10 y 50 veces la hora. Esto significa que, si tenemos un acuario de 100 litros, necesitará bombas de movimiento de entre 1.500 y 5.000 litros/hora. La diferencia entre corriente continua y aquellas bombas que dan pulsos y generan movimientos similares a las olas es tremenda, y recomendamos siempre bombas que generen corrientes cambiantes. Si optamos por las bombas de flujo continuo, meteremos siempre dos para crear corrientes y turbulencias. En el acuario no debe haber puntos muertos de circulación y el agua debe moverse por todo el entramado de rocas.
¿Y el skimmer? Nosotros en acuarios de menos de 100 litros no lo recomendamos. Los buenos son caros y para acuarios pequeños el mejor sustituto de un skimmer son los cambios de agua regulares. Las razones son variadas:
- Para el cliente final es más fácil y menos costoso. Además, en acuarios pequeños los valores se mantienen constantes más fácilmente y se reponen los elementos que se agotan.
- Para nosotros es una fuente de ingresos la venta de sal y una manera de que el cliente venga a vernos a la tienda.
Ojo, para acuarios con cargas biológicas altas o de más de 100 litros, el skimmer se empieza a convertir en algo imprescindible (pues con esos volúmenes los cambios de agua ya no salen tan rentables).
- Kit básico
- • Urna adecuada
• Bombas de movimiento
• Roca (viva o no)
• Sal de calidad
• Iluminación correcta
Extraído de Alejandro Martín Ríos, Iniciarse en el mundo del acuario marino (I), EspeciesPro 229, págs. 52-53.
1 comentario
Pingback: “Smart Aquarium” - especiesPRO | publicación para comercios de animales de compañía