Algunos peces se alimentan de tejido coralino debido a su contenido en nutrientes esenciales. Este comportamiento responde a la búsqueda de elementos vitales que contribuyen a su salud y desarrollo.
Fernando Blanco “Coral supplies” Imagen cedida por el autor
El tejido coralino es rico en proteínas y lípidos, lo que lo convierte en una fuente importante de alimento para los peces. Además, contiene carotenoides, que son pigmentos naturales que ayudan a mantener la salud y el colorido brillante de los peces y diversos compuestos bioactivos necesarios y beneficiosos para el correcto funcionamiento de sus sistemas digestivo e inmunitario.
Sin embargo, el consumo excesivo de tejido coralino puede ser perjudicial para los corales y el ecosistema en general. Los corales necesitan su tejido para sobrevivir y crecer, por lo que, si un gran número de peces se alimentan constantemente del mismo coral, pueden debilitarlo y hacerlo vulnerable a enfermedades y daños físicos.
Buena parte de los patógenos coralinos se transmiten por la propia boca del pez que al picar diversos corales actúa como vector. Además, las heridas que dejan al mordisquear son vías abiertas para la entrada de patógenos.
Por esta razón, es importante mantener un equilibrio en nuestro acuario y asegurarse de que los peces tengan acceso a una variedad suficiente de alimentos para evitar la sobreexposición del tejido coralino.
Desgraciadamente para los acuaristas, el género de coral más consumido por los peces coralívoros es el género Acropora, seguido de Pocillopora, Montipora, Porites y algunos corales blandos.
La dieta en el acuario
Como hemos dicho, el tejido coralino aporta a los coralívoros carbohidratos, lípidos y proteínas principalmente. Además de esto, es importante el aporte de carotenoides para el mantenimiento de los colores de los peces de arrecife, que tan relevante es para ellos:
- En sus periodos reproductivos: la coloración es atrayente en épocas de apareamiento.
- Para protección de depredadores: las coloraciones y los patrones son, en muchos casos, claves para su camuflaje y para advertir de peligro.
Los factores determinantes para que estos animales no consuman o consuman la menor proporción posible de coral en nuestros acuarios son:
1º. Correcta alimentación.
2º. Evitar parejas reproductivas.
3º. Evitar el estrés.
Cuando hablamos de alimentación es primordial aportarles una dieta variada en cuanto a composición, es decir, un alimento a base de algas, proteínas y, sobre todo cuando se trata de estos coralívoros eventuales, un aporte de fitoplancton en forma de algas unicelulares como Clorella y Spirulina, ya que aportan carotenoides y fortalecen la coloración natural.
La mezcla de vitaminas y aminoácidos líquidos en su alimentación es importante también para evitar que los intenten captar del coral.
En mi caso utilizo diversos alimentos en forma de pellet, que mezclo con espirulina liofilizada y empapo con vitaminas y aminoácidos de los que uso para el tanque general, siempre basándome en el control de nutrientes.
Mantengo en estos momentos un Pomacanthus imperator adulto, Pomacanthus navarchus adulto y Centropyge bicolor; a pesar de tener buena carga de coral, no pican de forma preocupante.
Seres espectaculares
Los peces coralívoros son animales altamente apetecibles para un acuarista porque su vistosidad es, posiblemente, la más impresionante que se pueda mantener de forma eficaz en un acuario, pero tiene sus contras. La alimentación puede ser un problema en cuanto a aporte de nutrientes y ciertas especies de invertebrados junto a los corales serán más complicadas de mantener. Por lo demás son, sin duda, los seres con movimiento más espectaculares y que más alegrías visuales nos van a aportar.
Además, estos peces son grandísimos aliados frente a plagas como majanos, aitapsias, valonia…
Puedes leer el artículo completo en EspeciesPro Nº 269.
