Como adelantamos en la primera parte del artículo con el título “Planteros: renovarse o morir”, ya a se pueden ver, tanto en ferias como en redes sociales, distintos sistemas que nos ofrecen la opción de mantener las plantas de manera diferente en el establecimiento. Son los sistemas que las mantienen emergidas.
Autora: Balbi Vaquero Aquascaper y Sales marketing lead en Aquaflora B.V.
Con el paso de los años he descubierto que estos sistemas ofrecen muchas ventajas. Me habría encantado saber todo esto en mi época de tienda y hoy en día me he vuelto una gran fan.
Antes no había tanta cultura en cuanto a las plantas. Ahora cada vez más gente entiende los procesos por los que pasan hasta que están en los acuarios.
Veamos las ventajas de estos sistemas emergidos.
• Menos estrés
Es mucho más fácil hacer entender a los clientes el cambio o transición al que se someten las plantas una vez que pasan de su forma emergida a estado acuático. Al mantenerlas en la tienda del mismo modo que en el invernadero les evitamos un estrés innecesario, ya que esa transición la harán directamente en casa del cliente donde se entiende que las plantas tendrán todo lo que necesitan para pasar ese proceso sin problemas.
• Menos bajas
Esto se traduce comercialmente en menos bajas de plantas, ya que en ese proceso de transición muchas necesitan unas condiciones concretas que en la tienda normalmente no les podemos ofrecer y en consecuencia mueren.
• Menos mantenimiento
Este tipo de plantero requiere muchísimo menos mantenimiento que la versión acuática, ya que la aparición de algas, cambio de agua, limpieza de filtros, etc. se reduce considerablemente. Es así porque normalmente estos planteros incorporan también una pequeña parte acuática, ya que hay plantas que sí o sí deben mantenerse sumergidas ya que se cultivan en ese estado (por ejemplo vallisnerias, algunas miryophillum, etc.). Esta es normalmente una parte mínima del plantero.
Este tipo de plantero requiere muchísimo menos mantenimiento que la versión acuática.
• Niveles de humedad programados
Por otra parte, el único mantenimiento que requiere, además de la limpieza correspondiente y retirada de hojas muertas, etc. (que tenga menos mantenimiento no implica que no exista), es verificar que tiene buena ventilación para evitar la aparición de hongos y, sobre todo, ajustar y controlar los niveles de humedad. No hay algo estandarizado, depende mucho de la época del año y de la ubicación, ya que tenemos una amplia diferencia de niveles de humedad en nuestra geografía. El ajuste de la humedad lo hacemos mediante un temporizador, programando cuántas veces y durante cuánto tiempo será necesario el riego hasta que demos con lo que se adapta mejor para mantener una humedad más o menos constante del 80 % aproximadamente.
Puedes acceder aquí al artículo completo publicado en EspeciesPro 245 de abril.