El agua es capaz de llenar cualquier jardín de magia. La superficie reflectante del estanque proporciona acentos visuales, su movimiento relaja y, al mismo tiempo, puede tener un efecto estimulante.
Para disfrutar de su belleza al máximo es importante atender a tres aspectos clave de su cuidado que veremos a continuación.
Filtración del agua
Cuanto más pequeño sea el estanque, más afectada está el agua por la contaminación; por lo tanto, es muy recomendable el uso de un filtro con una bomba correspondiente. Existen opciones para estanques muy pequeños que mantiene el agua del estanque limpia y cristalina. Algunos incluyen un preclarificador UVC o la opción de crear un atractivo juego de agua.
Un toque especial
Un estanque se convierte en un punto de atención en cualquier jardín, pero, aun así, existen miles de posibilidades para sacarle aún más partido añadiendo algún toque especial: diferentes juegos de iluminación, pequeñas esculturas o juegos acuáticos, -todo depende de la imaginación-.
Iluminación
Incluso por la noche, el estanque puede seguir siendo un auténtico protagonista, gracias a una iluminación adecuada. Hay que emplear elementos de iluminación desarrollados para su uso dentro y fuera del agua, para destacar la belleza del jardín.
Artículo completo publicado en EspeciesPro Nº 243, remitido por el Departamento de Comunicación OASE España