Medidas preventivas para las plantas de acuario

Aun procediendo de cultivos de invernadero, es muy probable que las plantas acuáticas sean el sistema de entrada de otros organismos en los acuarios. Los más frecuentes son los caracoles, pero también pueden introducirse insectos, hidras, planarias y otros tipos de invertebrados, así como agentes patógenos infecciosos y esporas de algas.

Siempre es mejor y más fácil prevenir que curar. Intentar erradicar una plaga de caracoles o una proliferación excesiva de algas resulta mucho más complicado que dedicar unos minutos antes de introducir plantas nuevas.

Lo ideal, como se recomienda con los peces, sería mantener en cuarentena un mínimo de 10-15 días a las nuevas adquisiciones en un acuario aparte con agua de las mismas características y calidad antes de su introducción en el acuario general. Aunque no lo asegura al cien por cien, esta medida minimiza mucho los riesgos de introducir plagas y patógenos. En la práctica no se realiza casi nunca.

Lavado y retirada de caracoles

Sí suele ser habitual, en cambio, lavar las plantas antes de su introducción en el acuario, que también es una buena medida preventiva. Hay quien lo hace por ejemplo pasando delicadamente un algodón empapado, otros emplean métodos menos elaborados. Este lavado puede ser  realizado con agua del grifo -el cloro tiene cierto poder desinfectante- o se puede utilizar además un preparado anticaracoles.

Muchas firmas comerciales tienen en su catálogo productos específicos para este fin, aunque como preventivo es aconsejable usarlos diluidos. De modo tradicional se han utilizado para esta función disoluciones de permanganato potásico y sulfato de aluminio (denominado alumbre), pero es más cómodo y seguro utilizar medicamentos comerciales específicos de acuariofilia, que generalmente llevan estos principios activos o derivados de cobre.

Este lavado, además, puede servirnos para buscar con detalle caracoles y sus puestas. Pequeños agujeros, a menudo redondeados, bordes raídos y/o zonas transparentadas suelen ser signos de ataque de caracoles. A pesar de su pequeño tamaño, muchas puestas de caracol pueden observarse a simple vista como masas gelatinosas con diminutos huevos en su interior. Una vez descubiertas pueden eliminarse simplemente con unas pinzas o incluso raspando con la uña.

Impedir que los caracoles se introduzcan en el acuario es importante por dos motivos. El más conocido es que algunos son verdaderos devoradores de plantas y pueden multiplicarse hasta constituir una verdadera plaga. Por ejemplo, Lymnaea stagnalis, uno de los caracoles más frecuentes en acuario y a la vez más dañinos para las plantas, entra adherido a ellas en prácticamente todos los casos.

Pero existe otro motivo, quizás menos evidente, y es que los caracoles son hospedadores intermediarios en el ciclo vital de muchos parásitos de peces, principalmente de gusanos. Por lo tanto, junto con el caracol vendría el parásito y más tarde podría aparecer la enfermedad en el pez.

Desinfección

Ya que hablamos de enfermedades de peces, no hay que olvidar que junto con la planta siempre entra una pequeña proporción de agua, que puede ser la vía de entrada de esporas y otras formas de resistencia de protozoos y demás agentes patógenos para peces.

Es obvio decirlo, pero no se deben introducir plantas que proceden de instalaciones en las que existe constancia de un problema de salud en los peces. Si tenemos esta sospecha deberemos sumergir la planta en algún desinfectante y/o bactericida general diluido. Algunos expertos aconsejan realizar esta medida habitualmente.

En el mercado existe una amplia gama de productos adecuados para esta función, pero se debe tener mucho cuidado con mezclar medicamentos diferentes si también se está tratando con productos anticaracoles, que ya realizan cierta función desinfectante.

El lavado se puede hacer por fases, pero sin someter a la planta a un tratamiento excesivo. La procedencia concreta de cada ejemplar y la relación de confianza que tengamos con el proveedor, además de nuestra experiencia, deben ser los criterios principales para decidir.

Eliminar algas adheridas

En cuanto a las hojas que presentan algas adheridas en su superficie de modo evidente, lo mejor es su eliminación para evitar que se desarrollen de modo incontrolado. Por otro lado, los sustratos enriquecidos de los invernaderos tienen un elevado contenido en nitrato y fosfato, que tiene su reflejo en el agua que lleva la planta en su propia maceta. Por supuesto que es un volumen muy pequeño, irrisorio, pero es acumulativo y puede llegar a afectar al equilibrio físico-químico del acuario si se introduce la planta con maceta. Es un tema a tener en cuenta en instalaciones con gran número de plantas, pero sobre todo en acuarios recién montados y de poco volumen.

Este artículo es un fragmento del original aparecido en Especies 110.