En el mundo de la peluquería canina, la búsqueda de la eficiencia se convierte en un delicado equilibrio entre calidad y cantidad. Descubre cómo implementar cuatro principios clave puede no solo aumentar la productividad, sino también proteger la rentabilidad del salón, ofreciendo servicios de calidad en tiempos económicos desafiantes.
Como dice el refrán, el tiempo es oro, y para los peluqueros de mascotas, cuanto menos tiempo dedican a un perro, más clientes pueden conseguir. Sin embargo, la advertencia se presenta en forma de calidad frente a cantidad: si bien es esencial acicalarlos de la manera más ágil como sea razonablemente posible, también es imperativo que los peluqueros tampoco sacrifiquen la calidad.
Una mejora del 20 % en la eficiencia debería dar como resultado una mejora de aproximadamente el 20 % en la rentabilidad. Especialmente en tiempos financieros difíciles como los que estamos viviendo, los peluqueros deben proteger sus negocios. ¿Y cómo se puede conseguir? Según expertos norteamericanos reduciendo la mano de obra directa y mejorando la eficiencia.
Suena bien, pero reducir costes y al mismo tiempo aumentar la productividad es difícil de hacer. En las peluquerías hay que trabajar con diversas razas y tamaños, condiciones de salud y temperamentos.
Cuatro principios clave para un servicio eficaz
- Programación: un empleado deben centrarse en que cada peluquero tenga uno o dos perros lavados, secos y listos para acicalarlos;
- Baño: un sistema de baño adecuado puede ayudar a ahorrar tiempo al lavar a los perros;
- Fácil acceso: el área de baño debe estar limpia y organizada, con todos los elementos (limpiador de oídos, champús, peines, toallas…) al alcance de la mano del peluquero;
- Estaciones de secado: cada estación de secado debe tener productos de acabado, cepillos, peines, toallas y demás adecuados para adaptarse a la variedad de necesidades que puede tener una mascota.