Prevención de enfermedades de aves en la tienda

0

 

Aunque el comercio minorista no es el lugar adecuado para la reproducción de aves de compañía, en ocasiones se mantienen aves para su venta en pequeños aviarios o en las llamadas jaulas de cría, donde pueden formarse parejas reproductoras. Otras veces los criadores o mayoristas venden loros jóvenes para acabar de ser destetados antes de ser puestos a la venta.
A continuación comentamos algunos problemas relacionados con la reproducción o la pediatría que pueden verse en la tienda de animales.

Distocia, retención de huevo
Se refiere a la incapacidad de hacer la puesta o bien a la obstrucción mecánica del huevo en el tracto reproductor. Algunas causas de esta patología pueden ser fallos de manejo o ambientales en el aviario o jaula: falta de lugares de puesta, estrés por exceso de población o por temperaturas inadecuadas), malnutrición (niveles bajos de vitamina A, E, selenio, etc.), hipocalcemia, puesta crónica de huevos, infecciones en sistema reproductor, obesidad, genética, primera puesta de un ciclo reproductor, hembra muy joven, etc.
Sea cual sea el origen del problema, el huevo produce compresión de vísceras internas, compromiso vascular y nervioso y dolor, lo que puede conducir a un estado de shock. Se considera una urgencia veterinaria de pronóstico reservado, por lo que el ave necesita cuidados médicos rápidos.
Es bastante común en loros pequeños (periquitos, ninfas, agapornis). Las aves afectadas presentan heces voluminosas, cambios de comportamiento como bajarse al suelo y colocarse con las patas ligeramente extendidas lateralmente y el abdomen muy cerca del suelo, síntomas de dolor tales como anorexia, cojera, plumas erizadas, postura encorvada, abdomen distendido, cloaca manchada, respiración agitada o con el pico abierto, etc..
El tratamiento (previa confirmación con radiografía) se basa en la corrección del estado de shock (incubadora, fluidoterapia, oxígeno) y analgesia. Se debe añadir calcio, oxitocina y prostaglandinas para estimular la ovoposición. Si el tratamiento es inefectivo se debe, bajo anestesia, intentar expulsar el huevo manipulando desde la cloaca. Si tampoco funciona este método se puede intentar ovocentesis transcloacal o abdominal mediante una aguja; la yema se extrae, la cáscara se colapsa y/o rompe y así los síntomas graves del ave van mejorando. Sólo en casos extremos de huevos ectópicos o adherencias al oviducto se debe hacer laparotomía.
Aunque muchas veces el problema es de origen genético/hereditario y por tanto inevitable, en la tienda se ha de estar atento a la posible formación de parejas en los aviarios y así separar las aves por parejas formadas. Si no es posible por falta de espacio, al menos intentar minimizar el estrés ambiental (luces continuas, exceso de población) y facilitar la puesta con la colocación de varios nidos por jaula.

Peritonitis por huevo
Consiste en la presencia de yema en la cavidad celómica. Por diversos motivos (salpingitis, ovulación ectópica, distocia, estrés) el huevo (aún sin la cáscara formada) sale del oviducto y “cae” al abdomen, donde se puede formar un foco inflamatorio (“peritonitis”) infeccioso o no. Los síntomas son muy generales y difíciles de interpretar (plumaje erizado, anorexia, interrupción en el proceso de puesta…). Es relativamente común en agapornis, ninfas y periquitos. El pronóstico es bastante malo, y es común la muerte aguda. El tratamiento será sintomático (cuidados intensivos) y antibióticos. Es importante no manipular ni intentar capturar (por ejemplo, para la venta) a hembras que estén poniendo huevos o al menos que estén entrando al nido continuamente.

Puesta crónica de huevos
De nuevo muy común en periquitos, ninfas y agapornis, así como en paseriformes como los diamantes mandarín (Taenopygia guttata spp.). Es también común en loros muy improntados con sus propietarios. La hembra hace puestas repetidas (fértiles o no, con macho o sin él) o bien hace puestas con excesivo número de huevos. Esto puede desembocar en hipocalcemia, prolapso de cloaca y debilidad generalizada. En la tienda se deberá aislar la hembra, disminuir las horas de luz y no retirar los huevos puestos. En casos graves se puede intentar el tratamiento con fármacos agonistas de la GnRH, tales como el leuprolide o la deslorelina. Y en último extremo la histerectomía.

Problemas con la cría a mano
Últimamente se ven con mucha frecuencia problemas relacionados con una mala cría a mano de pequeñas psitácidas, sobre todo ninfas y agapornis. Es común que el criador venda sin “destetar” el loro al comercio minorista: éste cría a mano unos días hasta la venta, momento en que el problema se pasa al propietario particular. Cualquier loro que se venda a un particular ha de estar comiendo semillas o pienso completamente, nunca hay que vender loros sin acabar el destete. Es una práctica muy extendida entre tiendas de animales y un ejemplo de muy mala práctica comercial. Con el falso argumento de que “será mejor animal de compañía”, el inexperto, incauto e ignorante propietario compra el agapornis/ninfa con su correspondiente bote de papilla y la jeringuilla para tener que ir días después al veterinario porque el ave no come, “vomita” y tiene el buche lleno de papilla.
Algunas de estos problemas son:

Quemaduras de buche
Por calentar la papilla en exceso (no debería pasar de 40ºC) o al calentar en el microondas, donde es fácil que se formen focos de calor que quemen la fina pared del buche.

Heridas en el buche
Al alimentar con sonda metálica por personal sin experiencia o por movimientos fuertes con la cabeza (ej. guacamayos).

Estasis de buche con o sin regurgitación
Enlentecimiento o parada total en el movimiento del buche que provoca que la papilla no baje a estómago. Es siempre secundario a otros problemas: papilla de mala calidad, volúmenes grandes de papilla, infecciones bacterianas, fúngicas o víricas, inexperiencia en el manejo de la cría a mano, quemaduras, papilla fría, estres, deshidratación, ambientes con temperaturas inadecuadas, etc.
En la tienda de animales no se deberían tener aves sin, como mínimo, los cañones de las plumas naciendo, y siempre que se puedan tener en condiciones de temperaturas constantes como nacedoras, incubadoras de reptiles, etc. (29.4-33.3 ºC en fase de cañones naciendo, 24-26 ºC casi finalizando el emplume). Una vez emplumadas se pueden tener a temperatura ambiente normal (22-25 ºC). También es importante mantenerlas en un ambiente con una humedad mínima del 55-60%. Y nunca insistiremos lo suficiente en la importancia del uso de papillas de gama alta, de uso y experiencia contrastada, y evitar las marcas de imitación y baratas.
El tratamiento del problema consiste en averiguar la causa primaria de los síntomas. En aves muy jóvenes y muy pequeñas el pronóstico es malo. Los loros se deben hospitalizar y dar tratamiento sintomático para corregir la deshidratación y la malnutrición. En casos graves se pueden hacer vendajes compresivos en el buche, o cirugía. En casos muy leves y si no se quiere o puede acudir al veterinario encargado del núcleo zoológico, se pueden hacer lavados del buche introduciendo una pequeña cantidad de agua y realizando un suave masaje; de esta manera se intenta ablandar el contenido.

“Dedo inflamado” (constricted toe)
Es una lesión de causa a veces no completamente conocida y en la que la última falange de los dedos I y/o IV aparece inflamada y con una constricción anular en su base; a veces es posible encontrar algún cuerpo extraño (hilo, pelo) alrededor del dedo pero muchas veces no hay nada y por causas desconocidas se inflama el dedo. Es común en pollos de eclectus y yakos. Si no se soluciona con celeridad (anestesia, debridamiento quirúrgico, desinfección, antibióticos…) puede necrosarse la parte distal a la constricción. En la tienda de animales es muy importante mantener los sustratos donde se mantienen los loros jóvenes en buenas condiciones higiénicas, con humedad adecuada y renovando el material (trozos de periódico es lo más adecuado) varias veces al día.

Malformaciones musculoesqueléticas
Desviaciones laterales de las patas (splay leg), valgus, luxaciones de rodilla… son lesiones que pueden verse en ciertas ocasiones. En casos muy leves o en aves muy jóvenes se pueden corregir colocando al ave unos días en un cubo muy estrecho y alto para de esta forma corregir la malposición. Si no funciona este método hay que hacer corrección quirúrgica.

Malformaciones del pico
Hay varios tipos de malformaciones, algunas de ellas de origen congénito y otras causadas por malas técnicas de alimentación a mano. Es por ello importante que la persona encargada de alimentar a mano al loro tenga experiencia, sobre todo al manejar aves de cierto valor económico. Las deformaciones de pico más comunes son el “pico en tijera” (desviación lateral del pico maxilar) y el prognatismo. Las correcciones de estos problemas son de tipo quirúrgico y por tanto costosas, aunque si se hace en las primeras semanas de vida, cuando el pico es aún blando, se puede corregir manualmente con fisioterapia y limados correctivos.

Enfermedades infecciosas
Aunque hay un gran número de agentes infecciosos que pueden afectar de manera sistémica a los pollos de loros en una tienda de animales, es recomendable que el comercio adquiera los animales del criadero con un certificado veterinario de salud en el que se especifique el número de anilla del ave y las enfermedades frente a las que se ha testado. Aunque no hay ninguna obligación de testar enfermedades concretas, es muy aconsejable que los animales adquiridos sean negativos a Chlamydophila psittaci (anticuerpos), polyomavirus y circovirus. El bornavirus (enfermedad de dilatación del proventrículo) afecta con cierta frecuencia a loros jóvenes en criaderos y comercios con malos protocolos de cuarentenas. El diagnóstico es costoso y se hace necesario hacer muchas pruebas para confirmarlo.

Infertilidad
Es causa común de consulta del criador casual particular a la tienda de animales; por ejemplo, particulares con una o pocas parejas de canarios, periquitos, diamantes, ninfas, etc. Los criadores “profesionales” o “aficionados serios” tienen sus propios canales de consulta, tales como asociaciones, foros de Internet, webs, etc. Es importante señalar que no hay ninguna infertiliddad que se solucione con medicamentos “antiestrés” y “multivitamínicos” en el agua de bebida sin haber realizado previamente un diagnóstico serio de los motivos de por qué las aves no están criando. Generalizando mucho se puede decir que las causas de bajos índices reproductores pueden ser debidos a problemas en el propio aparato reproductor de la hembra o el macho (inmadurez fisiológica, salpingitis, orquitis, huevos ectópicos…), problemas hormonales, ponedoras crónicas, enfermedades infecciosas sistémicas, dietas deficientes, aves que no han podido o han sabido crear un buen territorio para la cría, parejas incompatibles, nidos inadecuados, factores ambientales creadores de estrés, problemas de comportamiento… Son múltiples causas, por lo que cada caso se ha de evaluar individualmente.

Share.

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies