Disfrutar del verano con perros

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La llegada del buen tiempo trae consigo una serie de cambios en nuestro día a día. Los días son cada día más largos, y apetece más salir a pasear por la calle, el campo o la playa, muchas veces en compañía.

verano con perros

Javier Rodríguez Batallé
Educador canino

La época de calor afecta tanto a las personas como a los perros, pero estos lo padecen de una forma especial. Los animales más propensos a sufrir las consecuencias perjudiciales del calor son los perros de pelo largo y oscuro, los de morro corto —por su dificultad respiratoria—, los cachorros, los de edad avanzada y los obesos; por lo tanto, hay que estar más atentos a sus reacciones.

Las personas podemos elegir el tipo de ropa que nos ponemos según la temperatura que hay, pero los perros no. El vestuario del perro es siempre el mismo: su piel y su pelo. A diferencia de los días de invierno, en los que hace frío y se les puede poner un abrigo al sacarlos a pasear, en la época de calor también hay que recordar que el perro no siente el buen tiempo como lo sienten los humanos.

Regulación de la temperatura

El organismo de los cánidos no está tan provisto de glándulas sudoríparas como el de las personas, por lo que los perros regulan su temperatura corporal mediante el jadeo, sacando la lengua, de forma semejante a la transpiración humana; y sudan sólo a través de las almohadillas plantares, y no a través del resto del cuerpo, a diferencia de las personas.

Con la llegada del calor y el aumento progresivo de la temperatura deben tenerse en cuenta los factores de riesgo más comunes a los que se enfrentan los perros:

El golpe de calor

La temperatura corporal del perro oscila entre 38,5 y 39 ºC. El golpe de calor se produce cuando el cuerpo del perro supera los 42 ºC, lo que provoca la pérdida de glucosa y sales minerales, y un aumento del ritmo cardiaco y la frecuencia respiratoria. Esta situación puede llegar a causar una muerte fulminante. Los síntomas más visibles son jadeo exagerado, tambaleo, negativa a moverse y temblores musculares.

En épocas de calor, por lo tanto, no es recomendable dejar al perro dentro del coche (aunque sea con las ventanillas semibajadas), ya que en menos de 15 minutos puede sobrevenirle la muerte por un ataque de calor.

Cómo prevenirlo

  • Nunca dejar al perro confinado en un lugar cerrado y sin ventilación.
  • Si es imprescindible dejarlo dentro del coche, siempre ha de ser muy pocos minutos y con las ventanillas semibajadas, y preferentemente aparcarlo a la sombra.
  • Los parkings cerrados y las bodegas de los barcos también son muy peligrosos en verano por la acumulación de humedad y calor.
  • No dar largos paseos bajo el sol con perros ancianos o cachorros.
  • Tener siempre disponible agua fresca y limpia, y mojarle asiduamente la cabeza y la barriga, ya que son dos de las zonas menos protegidas.
  • Si el perro lleva bozal, este debe ser lo suficientemente amplio para que pueda sacar la lengua.
  • Darle de comer a primera o última hora del día.
  • Evitar el ejercicio físico en horas de sol.
  • Buscar lugares con sombra para descansar.

verano y perros

El ardiente asfalto

En épocas de calor, puede observarse que al pasear por la ciudad el perro se comporta de una forma diferente a la habitual: de repente, camina más rápido; tira de la correa hacia la sombra; se niega a caminar; no se sienta ni se tumba en el suelo, ni aunque se le ordene. La razón es muy sencilla: el calor que irradia el suelo de las calles es muy intenso en verano, especialmente en las horas de más sol. Solamente hay que poner la mano sobre el piso para comprobarlo.

Los perros no van calzados y en su caso las partes más sensibles al calor intenso del suelo son las patas y la barriga, por lo que pueden producirse quemaduras en las almohadillas plantares y, en ocasiones, desarreglos digestivos, sobre todo en los cachorros.

Siempre es agradable pasear con nuestro fiel amigo un día soleado, pero debemos ser conscientes de los peligros que el calor puede entrañar.

Pulgas, garrapatas, mosquitos

Cuando las temperaturas aumentan, los parásitos externos también aumentan. Entre los que más frecuentemente pueden encontrarse en la piel de los perros, las pulgas y las garrapatas son los más comunes. Pero también existe el mosquito de la leishmaniosis (flebotomo) que puede causar una grave enfermedad al perro.

Los comercios especializados dan a los propietarios opciones para prevenir y también para eliminar los molestos parásitos, a través de collares, pipetas, sprays, pastillas o champús.

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4 comentarios

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