Entre los pequeños mamíferos, la popularidad de los hurones entre los amantes de los animales de compañía es muy elevada. Repasamos algunas de sus características que pueden explicar el por qué.
Los hurones pertenecen al género de los mustélidos, en el cual también se incluyen otras especies como la comadreja, el visón o el armiño. El que habitualmente se adopta como animal de compañía es el llamado hurón doméstico.
Dentro de la legalidad
Desde el punto de vista legal tener un hurón no presenta mayores problemas, ya que en España se le considera como animal doméstico, en virtud del Reglamento (CE) Nº 998/2003 del Parlamento y el Consejo Europeo. De este modo, la reglamentación que les concierne es la misma que implica a otro tipo de mascotas, y hace referencia a cuestiones de salud, como las vacunas, o a las condiciones que hay que tener en cuenta en lo que se refiere a sus traslados cuando quiere llevárselos de viaje. Esta legislación es competencia de cada comunidad autónoma, y es a ella a la que el propietario deberá atenerse.
Uno de los alicientes que hacen de los hurones unos buenos candidatos a animales de compañía es su inteligencia y viveza, así como por mostrarse como mascotas muy cariñosas con las personas que los tienen a su cargo. No obstante, también hay que recordar que son animales predominantemente nocturnos, aunque también son capaces de habituarse a los horarios que tengan sus propietarios. Aun así, a los hurones no les gusta la luz, y es posible que buena parte del día lo pasen resguardados en un cobijo a la sombra, donde se sientan a gusto sin que les dé el sol. Por este razón, es conveniente plantearse si el futuro propietario va a contar con el tiempo suficiente para darle los cuidados que el animal requiere. A los hurones les gusta sentirse queridos y mimados por las personas que los mantienen, y casi tan importante como cuidar su salud con revisiones veterinarias periódicas es que cuenten con momentos de atención afectiva todos los días.
Solo o en compañía
Una duda que se le puede plantear al propietario que decida hacerse con un hurón es si es mejor criarlo solo o en compañía. Estos animales son muy sociables y es posible mantener más de uno. Los problemas de convivencia entre hurones vienen ocasionados en la mayor parte de las ocasiones por cuestiones relacionadas con el celo. Sin embargo, salvo que se pretenda criar, lo más conveniente es que los animales estén esterilizados, ya que así se minimizan también otros problemas como el olor. Habitualmente tener más de un hurón no plantea grandes quebraderos de cabeza, si se observan los cuidados higiénicos básicos. De hecho, mantener más de un hurón ayudará a que los animales estén más entretenidos y, en consecuencia, más saludables.
Compañía flexible
Los hurones han estado al lado del hombre desde hace siglos, aunque durante mucho tiempo no se les consideró como animales de compañía. Debido a sus peculiaridades anatómicas, los humanos los adoptaron como animales de carga, para tirar de pequeños carros. Cuando comenzaron a introducirse dentro de las casas, lo hicieron por su utilidad para mantener los hogares limpios de ratones y otros animales no deseados. De hecho, los hurones todavía son empleados hoy en algunos lugares para cazar conejos, debido entre otros factores a su enorme facilidad para introducirse por las madrigueras. Esta práctica no está permitida en todas las comunidades autónomas, que cuentan con su propia legislación en este sentido.
Conoce por qué los hurones son populares entre los propietaros Clic para tuitearLa fisiología de los hurones hace que sean animales rápidos, ágiles y flexibles, características muy convenientes para su supervivencia en la naturaleza. Sin embargo, esto puede resultar un inconveniente para los propietarios que decican mantener uno en su casa. Hay que recordar que cualquier mínimo resquicio podrá ser una salida para un hurón y, por lo tanto, deben tenerse muy en cuenta las precauciones para evitar sorpresas en forma de huida.