Alimentación y piel sana: lo que hay que saber

Alimentación y piel sana son dos conceptos muy ligados uno con otro. Cuando vendemos alimentos insistimos al cliente en la importancia de adquirir un pienso de calidad para garantizar el bienestar de su mascota.

Sabemos que las consecuencias de una mala nutrición pueden llevar a una serie de enfermedades, e intuimos que un pelo sano y brillante es sinónimo de una alimentación adecuada. Sin embargo, ¿sabemos cómo afecta la nutrición a la salud de la piel de perros y gatos?

Piel y anejos

Antes de ver cómo influyen determinados componentes de la dieta en salud de la piel debemos conocer la estructura de ésta y sus funciones. Para empezar, tenemos que pensar en la piel como si de un órgano se tratara. De hecho, es el más grande del cuerpo, ya que junto con los pelos representa cerca del 12 % del peso de un animal adulto.

La piel y los pelos tienen diversas funciones:

1. Protección frente a agentes externos: agresiones mecánicas, agua, rayos UV, microorganismos, etc.
2. Termorregulación. La grasa subcutánea y el pelaje protegen frente al frío. Por otro lado, los abundantes vasos sanguíneos se pueden dilatar para eliminar más calor o contraer para reducir la pérdida de éste. Esto permite, además, regular la presión sanguínea.
3. Almacenamiento de agua, sales, grasas, proteínas, etc.
4. Percepción sensorial. El dolor, prurito (picor), frío, calor, presión, etc., se perciben a través de la piel.
5. Identificación y camuflaje del individuo, fundamentalmente mediante la pigmentación.

En cuanto a las capas de la piel, podemos diferenciar tres:

• Epidermis. Es la capa más superficial que actúa como primera barrera defensiva y está en continua renovación. En ella encontramos a los melanocitos, células responsables de sintetizar melanina, el pigmento responsable del color, y queratinocitos, que son las células que se descaman y renuevan continuamente.
• Dermis. En esta capa intermedia encontramos los folículos pilosos desde los que nace el pelo con sus vasos sanguíneos, sus terminaciones nerviosas, los músculos responsables del “erizamiento” del pelo y las glándulas sebáceas, cuya secreción mantiene el brillo de la capa; también están las glándulas sudoríparas, aunque tienen más bien una función sexual (liberan feromonas), ya que perros y gatos eli-minan calor por otros mecanismos.
• Hipodermis. Es la capa más profunda y sirve como aislante térmico y almacén de energía.

¿Un problema del futuro?

Afortunadamente, hoy en día la gran mayoría de perros y gatos se alimenta con piensos comerciales y por lo general las deficiencias nutricionales no son demasiado frecuentes. No obstante, se está poniendo de moda el alimentar a los gatos con piensos vegetarianos (y recordemos que son carnívoros) y alimentar a los perros con comida casera sin que un profesional establezca una dieta equilibrada. Aunque todavía no está muy extendida en España, la dieta BARF (Biologically Appropiate Raw Food), o lo que es lo mismo, suministrar al animal alimentos crudos, tiene muchos adeptos en otros países, y no todos ellos recurren a un experto en nutrición para que ajuste las cantidades y la variedad de alimentos que la mascota puede ingerir sin sufrir problemas de salud.

Aunque actualmente el mayor problema relacionado con una mala alimentación en las mascotas es la obesidad, puede que en un futuro no muy lejano nuevas tendencias hagan que reaparezcan cuadros de déficit de vitaminas, por ejemplo, que se consideraban casi erradicados por la aparición de alimentos comerciales de calidad. Cuando el animal padece una enfermedad que le impide digerir, absorber o utilizar nutrientes, se pueden producir desequilibrios que terminarán afectando a la salud general y a la de la piel en particular. También, si un animal desarrolla una alergia o una hipersensibilidad alimentaria esto puede provocar trastornos en su piel.

Existen una serie de elementos de la dieta que se consideran imprescindibles para que la piel y el pelaje presenten un aspecto normal: proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas (sobre todo la A, la B y la E) y oligoelementos como el zinc.

Las proteínas

Los pelos están compuestos en su mayor parte por proteínas, y tanto perros como gatos utilizan del 25 al 30 % de la ingesta de estos compuestos para mantener el crecimiento normal del pelo y la queratinización de la piel. Una deficiencia de proteínas se puede dar en casos de anorexia, alimentación prolongada con una dieta baja en estos compuestos o una pérdida excesiva de éstos por una enfermedad crónica.

El animal presentará zonas con pelo sin pigmentación, seco, quebradizo, y que crece muy despacio. El riesgo de que la piel padezca enfermedades bacterianas se incrementa en estos casos.

Ácidos grasos esenciales

Estos compuestos son fundamentales para mantener la integridad de las membranas celulares, colaboran en el mantenimiento de la impermeabilidad de la piel y participan en diversas reacciones metabólicas. Los alimentos comerciales aportan en cantidad suficiente estos nutrientes por lo que su déficit es raro, pero puede darse en animales que reciben una dieta desequilibrada con comida casera o con alimentos comerciales que han sido almacenados en condiciones inadecuadas durante largos periodos de tiempo.

Los síntomas tardan meses en verse pero son evidentes: el pelo crece muy lentamente, y aparecen zonas sin pelo y con aspecto grasiento (sobre todo en los espacios interdigitales); picor intenso, otitis e infecciones secundarias completan el cuadro.

Vitaminas

La vitamina A es esencial en la regulación del crecimiento celular y la diferenciación de los queratinocitos. También interviene en el ciclo de crecimiento del pelo, ya que modula la actividad de las células del folículo piloso. Tanto la deficiencia como el exceso de esta vitamina (esta última por ejemplo, se da en gatos que ingieren hígado en exceso en su dieta) provocan lesiones cutáneas. Pérdida de pelo, descamación, aumento de la capa de queratina de la piel y mayor susceptibilidad de sufrir enfermedades bacterianas son algunos de sus síntomas.

Las vitaminas del complejo B no se almacenan en el organismo, por lo que es fundamental un aporte continuo de las mismas, ya sea a través de la dieta o a partir de la síntesis por parte de las bacterias intestinales. Es raro encontrar animales con un déficit en vitamina B pero puede darse en individuos con una anorexia prolongada, en aquellos que han recibido un largo tratamiento con antibióticos o que siguen una dieta de comida casera sin ningún tipo de control o suplemento. De nuevo, la alopecia y una seborrea seca son los síntomas más característicos.

Por último, la vitamina E es un antioxidante que protege las membranas celulares y por tanto es imprescindible para mantener la estructura y funciones normales de la piel.

Oligoelementos

Entre los oligoelementos imprescindibles para la integridad de la piel destaca el zinc, ya que regula numerosos procesos metabólicos. Algunas razas como los Alaskan Malamute o los huskies tienen cierta predisposición a padecer un trastorno genético que altera la absorción y el metabolismo del zinc. Su déficit también puede deberse a cantidades inadecuadas de este mineral en la dieta o a la presencia de otros compuestos que interfieren en su absorción (por ejemplo, los suplementos de calcio de las dietas de perros en crecimiento). Las lesiones suelen aparecer en la cara y las almohadillas plantares aunque en casos extremos se pueden extender por todo el cuerpo (caída de pelo, enrojecimiento de la piel, inflamación, picor y costras).

Como puede comprobarse, las repercusiones de una alimentación desequilibrada en la salud de la piel de perros y gatos son evidentes y refuerzan la ya de por sí importante necesidad de aportar a las mascotas una dieta equilibrada más allá de las modas.