Es tiempo de cría para algunas aves

0

La temporada de cría para algunas especies de loros no es siempre en primavera. De hecho hay varias que eligen finales de año para hacerlo. En ocasiones hay que recurrir al uso de amas de cría para especies sensibles. Es una herramienta auxiliar usada por los criadores avanzados.

Pichones de cotorra serrana. M. Weinzettl/LPF.

Rafael Zamora Padrón
Director Científico 
Loro Parque Fundación

 

Los últimos meses del año son quizá los más apasionantes en cuanto a sorpresas en la cría de las especies de loros más extraordinarias para estas latitudes. Si bien es verdad que los loros africanos, como los grises de cola roja (Psittacus erithacus) pueden adoptar el calendario europeo de primavera para comenzar a reproducirse, no es menos cierto que una gran cantidad de parejas prefieren esperar a octubre y noviembre para iniciar sus cortejos y cría. De hecho comienzan a finales de agosto y principios de septiembre en su primera fase, siendo por ello la época en la que debemos prestarles atención, especialmente a aquellas parejas que se mostraron inactivas durante el resto del año para seguir su instinto en la época en la que muchos otros, como las especies asiáticas, están en su etapa de máximo reposo y finales de su muda de plumaje.

Aves criadoras de invierno

Cacatúas negras

Las cacatúas negras son unas de las especies que ponen huevos exactamente en estas fechas. Y son de las especies que necesitan especial atención puesto que es frecuente que esos huevos no sean puestos siempre dentro de sus nidos. El aporte de material fresco dentro de los troncos donde anidan, que suelen ser verticales y con abertura superior, es muy importante. Y mientras el personal especializado que trabaja en el centro de cría de la fundación se esfuerza en poner a punto los nidos del resto de la mayoría de especies para la temporada siguiente, debe compaginar los cambios de dieta y enriquecimiento que necesitan estas otras especies que están en plena época de cría.

Cotorras serranas de México

Las cotorras serranas de México son también criadoras de finales de año. Y estamos orgullosos de ver cómo crecen a buen ritmo varios pichones y cómo sus padres continúan con signos de actividad de cría. Se trata de una especie tan peculiar como compleja en hábitos y necesidades. Tanto los padres como sus descendientes necesitan atenciones exclusivas de su especie, lo que obliga a tener consideraciones especiales cada temporada. Ávidos consumidores de corteza de pino fresco, necesitan que su metabolismo del calcio se mantenga en condiciones óptimas. El sol no les debe faltar así como opciones para bañarse siempre y cuando el tiempo lo permita.

Cada nacimiento de esta especie tiene muchísima importancia, ya que se enfrentan a una disminución de sus bosques por agresivas extracciones forestales en su hábitat natural. Tener los datos de su crecimiento, así como el desarrollo de protocolos clínicos y de cría, son fundamentales para ofrecerle una garantía de seguridad a esta emblemática especie mexicana.

Loros del Cabo

Con los loros del Cabo (Poicephalus robustus fuscicollis) pasa algo similar. Es ahora cuando sus pichones, con esos enormes picos, crecen a buen ritmo en nuestras instalaciones. Esta especie tiene éxito de cría desde los meses de abril y mayo, siendo frecuente que continúen hasta octubre con la puesta de huevos y cría de pichones.

Madres nodrizas

La sincronización de algunas especies ha permitido también al equipo de conservación ayudar con parejas de diferentes especies a hijos adoptivos de otras que necesitan algo más de ayuda. Así, varios pichones más de amazona colirroja (Amazona brasiliensis) han sido criados por una pareja de loros reales de cabeza amarilla (Amazona oratrix). Uno de estos pequeños también ha podido ser adoptado por una pareja de amazonas frentirrojas (Amazona autumnalis).

Esta técnica permite que crezcan con garantías de cuidado parental directo y la bióloga Marcia Weinzettl está especialmente satisfecha con la evolución de estos pequeños de una especie tan importante que es muy difícil de reproducir, incluso en su país de origen.

El cambio de rutinas es necesario durante unos meses para que los estímulos previos a la cría sigan funcionando y les dé tiempo a cambiar de circunstancia.

Puedes acceder al artículo completo en EspeciesPro Nº 252. No lo dudes, suscríbete y recibe cada semana la newsletter con las actualizaciones de la web y el enlace a la revista.

Share.

Leave A Reply

Pregunta anti-spam Time limit is exhausted. Please reload CAPTCHA.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies