Los gatos y el agua, ¿amigos o enemigos?

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¿Existe en realidad una enemistad entre los gatos y el agua? Como veremos a lo largo del artículo no es así, sino que, además de beberla, incluso puede llegar a disfrutar de ella.

los gatos y el agua

Rubén Gatti
Veterinario
Co-Fundador de la Asociación Argentina de Medicina Felina (AAMeFe)

¿Existe en realidad una enemistad entre los gatos y el agua? Como veremos a lo largo del artículo no es así, sino que, además de beberla, incluso puede llegar a disfrutar de ella.

Los requerimientos diarios de agua en el gato son de 50 a 70 cm3/kg de peso (210 cm³ para 3 kg). Cuando comen carne fresca utilizan el agua contenida en la carne (50-60 %) por lo cual no se les ve beber mucho. Por otro lado, con los alimentos balanceados secos (10 % de humedad) los gatos suelen tomar bastante agua del bebedero, si bien algunos beben leche, hay que considerar que para un ejemplar adulto ésta es prácticamente sólo una fuente de agua (tiene más del 80 % de agua).

Hidratación normal y deshidratación

El gato, como cualquier otro ser viviente, puede sufrir la pérdida aguda de líquido corporal, la cual se denomina deshidratación.

Estas pérdidas se producen por diferentes vías:

  1. Principalmente por la pérdida de líquidos corporales a través del vómito y diarreas agudas, el aumento de la eliminación de orina (por problemas renales, diabetes o diuréticos) o acumulación en un tercer espacio dentro del organismo, como por ejemplo ascitis (líquido acumulado en el abdomen).
  2. Dificultad para beber o tragar agua (por enfermedades bucales o generales).
  3. Pérdida de sangre entera (hemorragias).
  4. Pérdidas por quemaduras, llamadas exudados o trasudados, donde se pierden agua y proteínas.
  5. Pérdida de agua pura por la respiración en animales que jadean de forma excesiva.

La hidratación está muy relacionada con el volumen sanguíneo, que en condiciones normales es de 50-70 ml/kg en el gato (un ejemplar de 3 kg tiene 210 ml de sangre) o 70-90 ml/kg en el perro. El volumen plasmático es del 5% del peso corporal, o sea, 50 ml por kg.

Cuando se produce una deshidratación aguda, la primera compensación es realizada por el plasma sanguíneo, lo cual disminuye el volumen total de sangre (hipovolemia) y se concentra.

También se restringe la eliminación de orina en un animal con el riñón normal y la poca que sale está muy concentrada (alta densidad).

El recambio hídrico total diario es de alrededor de 80 ml/kg en el gato. Es decir, ingresa entre bebida y alimento húmedo 70 ml/kg y por transformación metabólica 10 ml/kg. Y eliminan 22 ml/kg (equivalente a 1 ml/kg/hora) -aunque otros autores lo estiman en 40 ml/kg- por orina y otros 40 ml/kg por otras pérdidas como sudor, heces y respiración.

Reposición de líquidos

Puede hacerse por vía oral si no hay vómitos y si el animal ingiere líquidos. De lo contrario se usa la vía parenteral, es decir, subcutánea si la deshidratación es leve y por vía endovenosa si la situación es grave. Siempre se debe pesar al paciente antes de comenzar la fluidoterapia.

Fuentes de agua de bebida

En general recomendamos que el gato y el perro tomen agua de un bebedero perfectamente controlado, o sea, que alguno de los propietarios tenga el control de la cantidad de líquido que toma y reponga lo necesario.

Estos pacientes no deben beber agua del grifo ni de recipientes no controlados como peceras, estanques, piscinas, etc., porque de esta forma se pierde el control de la cantidad que ingieren.

Es recomendable que los gatos y perros tomen agua de un bebedero que esté controlado Clic para tuitear

Hay gatos a los que les encanta tomar agua del grifo y al principio es una gracia que festejan todos, pero como no pueden abrirlo, tiene que haber alguien que lo haga. Además generalmente no están a la altura del animal, de modo que con el tiempo este procedimiento se hace engorroso y terminan por no beber el agua suficiente.

Otra recomendación que puede dar a sus clientes es que el bebedero debe estar separado del comedero. No son aconsejables los que están adheridos o pegados, porque suelen caer restos de comida al bebedero y ensuciar el agua. Deben estar en un lugar tranquilo en el que no les dé el sol (sobre todo en verano) para que no se caliente.

Muchas veces el control del agua que toman es la única forma de saber si están bebiendo la cantidad adecuada o si hay variaciones en más o en menos. Otra forma es ver si las piedras sanitarias hay que cambiarlas más frecuentemente porque están más mojadas (aunque no sería posible si hace sus eliminaciones en un jardín o en otros lugares). Otra evidencia es que un gato que toma agua de su bebedero y orina normalmente, comience a intentar tomar agua de otras fuentes (grifos, inodoros, bañeras) o elimine orina fuera de la bandeja sanitaria; esto también podría indicar que hay un aumento de la eliminación y de la toma de agua.

gatos y agua

Baño con agua y champú

Los gatos, a pesar de ser en general muy limpios, suelen almacenar polvo entre sus pelos, además de las secreciones normales, la descamación de la piel y los pelos muertos que se van desprendiendo y eliminando al ambiente. Todo esto hace que sea necesario un buen baño de vez en cuando.

En otro aspecto hay situaciones donde es imprescindible darles un baño con agua y champú, por ejemplo:

  1. Suciedad excesiva por sustancias grasas, contaminadas o tóxicas.
  2. Propietario sensible a los alergenos del gato, lo que requiere el baño frecuente de la mascota.
  3. Alteraciones articulares del cuello (hipervitaminosis A por ingestión de hígado crudo) u obesidad, que impiden la normal autohigiene del gatito.
  4. Indicación terapéutica por afecciones de la piel que requieren tratamiento por baños.
  5. Gatos de exposición.

Bañar al gato puede ser una actividad placentera para él y su propietario o una batalla feroz, donde ambos terminen estresados y lastimados. La diferencia está sólo en haber acostumbrado al felino a dicho procedimiento. El baño, como otras actividades que se aprenden, debe ser realizado en la etapa de socialización del gatito -entre el primer y segundo mes de vida- en este momento es receptivo a todas las enseñanzas de manejo social que se quieran impartir.

Luego habrá que seguir con la actividad del baño regularmente para que el gatito no se olvide lo que ya tiene aprendido.

No todos tienen miedo al agua y muchos no sólo juegan con la que corre sino que además se mojan solos. Incluso hay una raza, la Turco Van, que vive en la zona del lago Van en Turquía cuyo alimento natural son los peces que pueden pescar, así que es muy común que se metan al agua para conseguir sus presas.

De la misma forma actúa el jaguar que tiene en los animales acuáticos buena parte de su dieta.

Esto significa que la actividad del baño se puede tolerar perfectamente si se aprendió de pequeño y además es una de las actividades que refuerza la relación social entre el gatito y su dueño, junto con el cepillado, las caricias y los juegos.

Procedimiento

En principio hace falta disponer del tiempo necesario para realizar esa tarea -por lo menos una hora- y luego tener preparado y a mano el champú, la toalla, un secador, etc. Además es conveniente hablarle y acariciarlo durante todo el procedimiento para calmar la ansiedad del gato.

El baño se puede realizar en cualquier recipiente, con la sola condición de que sea del tamaño suficiente y tenga agua tibia. Es conveniente que el gato no salga al exterior hasta que esté bien seco. El ambiente debe ser tranquilo y en lo posible debe ser siempre la misma persona la que lo bañe.

El agua debe estar tibia y es conveniente ir mojándolo poco a poco, al principio con una taza o esponja (no con el chorro directo de agua). Luego se debe utilizar un champú especial para gatos y si es un ejemplar de pelo largo, será conveniente emplear también un acondicionador.

Secado Después del baño es muy importante hacer un perfecto secado de todo el pelo. Es conveniente comenzar con una toalla para sacar la mayor proporción de agua y luego seguir con un secador de aire caliente. En general les molesta mucho el ruido, por lo tanto sería recomendable utilizar alguno de bajo ruido y encenderlo unos minutos antes de utilizarlo para que se habitúe a él. Si el uso del secador de forma directa no fuera posible se puede introducir al gatito en una jaula de viaje y enviar el aire caliente por la puerta de la misma. A los gatos de pelo largo conviene desenredarles el pelo con un peine o cepillo metálico mientras se secan. La frecuencia puede ir desde una vez cada 15 días a una vez por mes en condiciones normales, aunque en algunas enfermedades de piel puede ser necesario bañarlo dos veces por semana.

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