Con un tratamiento correcto, una alimentación adecuada y aumentando la actividad física es posible revertir la diabetes tipo II en gatos.
La diabetes mellitus es una patología común entre las mascotas, y nuestros amigos felinos no son una excepción. De hecho, se estima que uno de cada cien gatos podría sufrir diabetes mellitus a lo largo de su vida. A diferencia de otras especies como los perros, los felinos padecen con mayor frecuencia diabetes mellitus tipo II, que tiene la característica de ser potencialmente reversible.
¿Por qué? Porque la causa una disminución en la secreción de insulina por el páncreas, resistencia a la insulina y deposición de sustancia amiloide en los islotes de Langerhans pancreáticos. Es por esto por lo que los gatos pueden llegar a curarse y volver a llevar un estilo de vida normal después del tratamiento.
Se estima que la prevalencia de la enfermedad en gatos es muy alta, pudiéndola sufrir alrededor de 1 de cada 100 gatos.
“No hay un tiempo determinado para la cura de la diabetes en los gatos, pero aproximadamente al año de haber establecido el tratamiento, si este es llevado a cabo adecuadamente y el gato sufre diabetes mellitus tipo II, puede comenzar a revertirse”, señala Diana Palacios, veterinaria encargada del departamento de medicina felina del Hospital Veterinario AniCura Asturpet.
“Es importante señalar que no todos los gatos llegan a revertir la enfermedad, aunque sí una gran parte. El tratamiento que debe seguirse es muy similar al de los humanos. Se les debe suministrar inyecciones subcutáneas de una insulina adecuada dos veces al día, administrar una dieta correcta y controlar su nivel de glucosa en sangre”, añade la veterinaria.
Diagnosticada por analítica sanguínea
La diabetes felina solo puede ser diagnosticada por un veterinario mediante la realización de un análisis de sangre. Sin embargo, los cuidadores pueden fijarse en algunos signos clínicos que pueden evidenciar la enfermedad: por ejemplo que aumente la ingesta de agua y la frecuencia de las micciones.
“Algunos de los signos clínicos más frecuentes son que el gato beba mucha agua y orine mucho, que coma más de lo habitual y que pierda peso”.
¿Podemos evitar que nuestro gato desarrolle esta enfermedad?
Existen factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de la diabetes mellitus en gatos, como en los seres humanos:
- la edad
- una vida sedentaria
- la obesidad (mayor riesgo)
Además, se ha visto que hay una mayor prevalencia de la enfermedad en el macho y en animales de vida interior. En este sentido, la veterinaria señala que: “El perfil promedio del paciente felino con diabetes que nos encontramos en clínica es de gatos mayores de 8 años con obesidad”.
Una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos, la mejor amiga del gato diabético
La forma en la que cuidamos a los animales puede determinar en gran medida la aparición de ciertas enfermedades. Esto es lo que ocurre con la diabetes en felinos. Si desde pequeños les damos una alimentación equilibrada y mantenemos al animal activo y sin sobrepeso, podemos reducir en gran medida las posibilidades de que sufra diabetes en un futuro.
Si el gato ya sufre diabetes mellitus, la alimentación es uno de los factores clave a la hora de intentar revertir esta enfermedad. Una dieta alta en proteína y baja en carbohidratos hará que el gato pierda peso y mejore su pronóstico.
“El perfil promedio del paciente felino con diabetes que nos encontramos en clínica es de gatos mayores de 8 años con obesidad”.
Actualmente, se recomienda alimentar a los gatos con comida húmeda y seca en una proporción similar. La comida húmeda, por lo general contiene menos calorías que la seca, favorece una mejor hidratación a largo plazo del gato y esto se ve reflejado en un mejor mantenimiento de la función renal.
En el gato diabético, siempre que el gato lo acepte, se recomienda alimentación sin restricción horaria y cuanta mayor cantidad de comida húmeda respecto a la seca ingiera, mejor.