Los meses de primavera traen consigo la llegada de algunos invitados no deseados: ¿cómo podemos prevenir los parásitos en las peluquerías especializadas?
Lidia Guerrero Martín – Dogo Petscare
Después de pasar la época invernal, llega el buen tiempo. Con él también se activa la vida y, cómo no, los parásitos. Los parásitos más comunes que suelen invadir nuestras mascotas, tanto perros como gatos, son las pulgas y las garrapatas, todo un problema en los hogares y en los centros de peluquería canina.
Por desgracia, un gran número de propietarios tiene la mala costumbre de llevar a su mascota a la peluquería al cabo de 5 a 6 meses después del último arreglo, cuando ya ha pasado el frío y cuando el manto esta hecho un auténtico desastre. Este hecho es un gran problema, porque cuando el peluquero canino procede a trabajar el pelaje se encuentra con un gran número de parásitos, aparte de encontrarse la piel y el pelo en condiciones insalubres.
Cómo tratar los parásitos en el centro
En un centro de estética canina y felina, el tratamiento para los parásitos es complicado, ya que si el parásito que se quiere combatir son pulgas no es recomendable aplicar ningún tipo de producto insecticida antes del baño, por posible riesgo de reacciones en la piel. Con un manto cuidado, sin nudos, o bien corto, no hay ninguna complicación; se baña el animal con champú antiparasitario para poder erradicar las pulgas y poder hacer el trabajo de peluquería posterior, sin ningún riesgo. Entonces el problema viene si el manto del can requiere corte y/o rasurado; se tiene que efectuar antes del baño. El peluquero corre el riesgo de ser picado por dichas pulgas o que alguna de ellas decida quedarse con él o infestarle el centro. ¡Qué horror!
Con las garrapatas no se corre tanto riesgo, ya que normalmente están adheridas en la piel del can o del felino, pero sí pueden ser un riesgo para el centro si éstas andan sueltas por el pelaje: podría quedarse alguna escondida e infestar al siguiente perro. El problema para el peluquero es cómo retirarlas de la piel del can. Las garrapatas no se pueden arrancar sin más, porque cuando están fijadas en la piel y se intenta arrancar, extraemos el cuerpo y se queda anclada la boca del parásito, ocasionando posibles infecciones posteriores. Si el profesional decide aplicar insecticida antes del baño, estamos en las mismas, no es recomendable por posibles reacciones en la piel. Si hay pocas garrapatas, con un buen champú insecticida probablemente éstas mueran y se suelten solas. Si el perro presenta un gran número de ellas, lo mejor sería hacer previamente un tratamiento con insecticidas y al cabo de unos 3-4 días proceder con la peluquería.
Falsos mitos
Muchos propietarios tienen ideas erróneas sobre los parásitos. Cuando un perro viene infestado de parásitos al centro de estética canina, después del invierno, suele ser por falta de prevención por parte de su dueño; se suele pensar que en el invierno no hay parásitos. La verdad es que si el invierno no ha sido muy fuerte o el can ya tenía algún individuo en su manto y vive dentro de un hogar, con las calefacciones los parásitos sobreviven e incluso se reproducen.
También hay muchos propietarios que piensan que por rasurar todo el pelaje de su mascota, sea necesario o no, ésta no contraerá tantos parásitos como si le dejaran el manto largo. No es cierto.
En el caso de los gatos, mucha gente piensa que por tenerlos encerrados dentro de casa sin salir a la calle no pueden ser invadido por pulgas, por ejemplo. Solo con que el vecino tenga animales, o algún pájaro se pasee por el balcón, el gato puede llegar a presentar pulgas. El otro gran mito falso que cree mucha gente es que un felino no se infesta de garrapatas. Falso. Un gato puede presentar garrapatas, pero en menor cantidad que un perro.
Conciencia a los propietarios para prevenir los parásitos
Para poder evitar cualquier problema con los parásitos lo mejor que se puede hacer es prevenirlos. Hay muchas vías de prevención, unas más caras que otras, pero con un poco de control se pueden evitar. En el mercado existen collares antiparasitarios, pipetas, pastillas o pulverizadores. Los collares nos permiten olvidarnos de este tema de 4 a 6 meses, dependiendo del modelo, y con las pipetas y pastillas se tiene que tener una constancia mensual. Los espráis pueden funcionar muy bien pero, por comodidad, son más aconsejables para tratar casos puntuales porque si no, se tienen que aplicar cada 7-10 días.
2 comentarios
Pingback: Cuando un perro con pulgas llega a la peluquería - especiesPRO | publicación para comercios de animales de compañía
Pingback: Peluquería 100 % personalizada, naturalmente - especiesPRO | publicación para comercios de animales de compañía