Cuando un perro con pulgas llega a la peluquería

Un perro llega a tu peluquería infestado de pulgas. ¿Qué hacer para prevenir y tratar estas situaciones?

Lidia Guerrero Martin
Dogo Pets Care

El clima de cada zona es determinante para los parásitos, y dependiendo de las condiciones meteorológicas de cada año la presencia de pulgas puede variar de más a menos. En muchas zonas de Espa­ña este verano en particular se ha carac­terizado por la gran cantidad de pulgas que presentaban muchas de las mascotas que han ido a su peluquería habitual.

En muchas ocasiones los propietarios no se toman muy en serio este tema, y en años como este en que las pulgas son las protagonistas pretenden que en las pe­luquerías se hagan milagros, de manera que más que llevarlos a que les arreglen el pelo van a que les desinfesten el animal. Gran error: una cosa es que tener masco­ta sea un tema nuevo para el propietario y vaya a un centro para asesorarse, y otra muy distinta que un cliente tenga como costumbre llevar a su can lleno de pulgas hasta las pestañas y que el peluquero se lo entregue impoluto, y así cada vez que lo lleva a un centro de estética.

Lo que no tiene por qué hacer el profesional

Los centros de peluquería canina son para arreglar el pelaje y limpiarlo en pro­fundidad. Un peluquero no tiene por qué hacerse cargo de ningún tipo de in­festación, como pueden ser las pulgas y las garrapatas. Un profesional asesorará muy gustosamente al cliente sobre todos los remedios que puede utilizar una per­sona para tener a su mascota en perfec­tas condiciones.

Si nuestros hijos tienen piojos, ¿lo pri­mero que se nos ocurre es llevarlos a la peluquería para que se los quiten, y ya de paso que les corten el pelo? La respuesta claramente será que no. Lo primero que se suele hacer es ir a la far­macia para asesorarse en cómo quitar los piojos de la cabeza de su niño. Pues en el caso de las mascotas es igual.

Llevar un perro infestado de pulgas a un centro implica los siguientes riesgos:

• Posible riesgo de infestación a los otros perros que pueden estar en el centro, cuando sus respectivos pro­pietarios han tenido la precaución de que sus mascotas lleguen libres de pulgas a los centros.
• Posible riesgo de infestación por pul­gas del centro. Por este motivo, cada vez que un perro con pulgas va a un centro, el peluquero tiene que desin­festar el centro.
• Las pulgas se sienten muy a gusto con los humanos. Los peluqueros no son de porcelana, o sea, que exponemos a esta persona a ser infestada por pul­gas.
• Ante un gran número de pulgas y con la necesidad de hacer los trabajos de arreglo del pelo antes de entrar en la bañera, el peluquero tendrá que apli­car insecticida en el cuerpo del ani­mal, cosa que se desaconseja aplicar antes o después del baño.

Los peluqueros tienen que hacer res­petar su oficio y su integridad y no per­mitir que los clientes lleven a sus mas­cotas de cualquier manera al centro. Se les tiene que asesorar, aunque haya que repetírselo una y otra vez, y ante aquel cliente que no quiera poner remedio por mucho que se le explique la problemá­tica hay que saber decir “no” al trabajo.

Alergia

Por desgracia, la alergia a la picadura ha aumentado entre los perros y ahora son muchos los que la padecen. Los sínto­mas son claros y rápidos de ver: toda la zona de los riñones y cola, donde el perro se puede girar y rascar con sus dientes y patas, está casi sin pelo y con la piel completamente irritada. Si no se pone remedio la situación empeora hasta que el animal se queda sin pelo en toda esta zona y con una piel gravemente afec­tada e hinchada. Este proceso no se hace de un día al otro, y los picores en el animal son insufri­bles. Esta alergia, además, es más seria de lo que pueda parecer, e incluso animales que no tengan ninguna pulga pueden pre­sentar alergia a su picadura: el parásito puede pasar al animal y picarle, y luego saltar otra vez o morir por el insecticida que lleve el perro. Esta picadura les oca­siona igualmente caída de pelo y picor, y pocos productos son realmente efectivos, pero igual­mente se puede poner remedio.

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Productos efectivos

Realmente los productos que son efectivos son los que se venden en cen­tros especializados, y no son baratos. Se puede elegir entre collar, pipeta, pastilla, espray insecticida y champú repelente. Ahora bien, cada alternativa necesita su aplicación periódica, que el fabri­cante indica perfectamente; si no hace efecto, quizá es porque no se ha apli­cado el producto cuando correspondía. El cliente que dice que lo ha intentado todo y que nada le funciona, sintiéndo­lo mucho, no es creíble: suele suceder sencillamente que o aplican productos poco eficientes o no los aplican cuando el fabricante lo indica.

Por toda esta problemática expuesta sobre la pulga animo a los peluqueros a ser más estrictos, a asesorar más al cliente y a obligar a los clientes a poner remedio a este problema antes de entrar en la peluquería. ¡Así ganará no solo el profesional, sino también la salud del animal!