La comercialización de productos cosméticos o textiles es ya algo habitual en los establecimientos de peluquería para mascotas.
No es extraño ver peluquerías que destinan una pequeña parte de su local a la venta de determinados productos para complementar sus ingresos. Esto implica que el profesional debe dividir su tiempo entre el trabajo de peluquería propiamente dicho y el de vendedor. No obstante, la comercialización de muchos de estos productos, sobre todo los relacionados con la higiene, es una prolongación natural del servicio que se ofrece a los clientes y, en numerosas ocasiones, comprobar los resultados de su uso puede hacer que se vendan con mayor facilidad.
Vencer miedos
Algunos profesionales de la peluquería aún son reticentes a vender champús a sus clientes. “Si el cliente baña a su perro en casa no vendrá”. Esta afirmación puede ser cierta con algunos clientes muy concretos, sin embargo, la gran mayoría de los propietarios busca ese “algo” más que le proporciona un profesional, ya sea un corte de pelo, de uñas o simplemente el hecho de evitar convertir su cuarto de baño en un campo de batalla si su perro es muy inquieto. También son muchos los propietarios que entre visita y visita a la peluquería tienen que lavar a su mascota tras un baño en el mar o un día lluvioso en el que los charcos y el barro han hecho de las suyas. ¿Por qué no ofrecerles entonces estos productos? Evidentemente no conseguirán los mismos resultados que logra un profesional con el equipo adecuado, pero la higiene es una parte muy importante del bienestar animal y, por otro lado, les servirá para valorar más tu trabajo. Si necesitan un champú lo van a comprar de todas maneras, así que ¿por qué no se lo proporcionas tú junto con un asesoramiento personalizado? No todos los champús son iguales y tus conocimientos sobre la piel y el pelo de las mascotas le ayudarán a elegir el producto más adecuado a las necesidades de su mascota.
Claves
Cuando se trata de vender productos de higiene y belleza para mascotas hay una serie de pautas muy sencillas que hay que tener en cuenta:
Simplifica
La tentación de ofrecer una enorme variedad de productos y de marcas a los clientes siempre está ahí; sin embargo, esto no garantiza la venta e incluso puede llegar a agobiar al potencial comprador. Es preferible recurrir a dos o tres marcas que conozcamos bien antes que aturdir al cliente con una larga lista de nombres. Esto no implica que desechemos por sistema productos nuevos que salen al mercado; siempre hay que estar al día en cuanto a fórmulas y presentaciones novedosas, pero no debemos dejarnos llevar por el entusiasmo a la hora de adquirir lo último. No te cierres puertas en cuanto a comercializar productos innovadores pero no te dejes llevar por un excesivo entusiasmo.
Conoce lo que vendes
No comercialices nada que no hayas probado antes. De esta manera, no sólo puedes comparar la relación calidad/precio, sino que serás capaz de hablar del producto desde tu experiencia personal, y eso el cliente lo nota y lo aprecia.
Enséñalo
Aunque no dispongas de mucho espacio, es importante que el cliente vea lo que le puedes ofrecer. Deja a mano algunos frascos de muestra para que el comprador potencial pueda oler los champús o incluso probar la colonia con su perro.
Educar al cliente
Cuando ofrecemos un champú, un acondicionador, un perfume, un peine o una carda, es recomendable no limitarnos a entregar el producto y cobrarlo. Toda información sobre cómo usar estos artículos y sacarles el mejor rendimiento posible reforzará la confianza del cliente en nosotros. De esta manera, se transmite la idea de que, no sólo “vendemos”, sino que “asesoramos”. Si podemos hacer una pequeña demostración de cómo utilizar un quitanudos o incluso de cómo hacer que la mascota se sienta más cómoda en la bañera de casa, hagámoslo. Invertir unos cuantos minutos en estas operaciones merece la pena.
No todo es belleza
Existen otros productos que el profesional de la peluquería puede ofrecer a sus clientes sin por ello ocupar mucho espacio de su local: snacks y juguetes masticables. Muchos propietarios sienten la necesidad de premiar a su mascota tras haberlo dejado varias horas en la peluquería, así que este tipo de artículos son el complemento ideal para que dueño y animal se vayan plenamente satisfechos con nuestro servicio.
La comercialización de algunos collares y arneses tampoco nos quitan mucho sitio, y si los seleccionamos bien pueden dar un perfecto toque final a la imagen de la mascota que sale de nuestro establecimiento.
Estudiar bien el espacio del que disponemos, conocer las necesidades de nuestros clientes y hacer una buena selección de productos, puede hacer que la venta se convierta casi en un acto reflejo para el profesional peluquero.
Vender productos relacionados con la higiene es una prolongación natural del servicio de peluquería Clic para tuitear
Productos para complementar el servicio de peluquería
- Champús, acondicionadores, colonias
- Limpiadores de oídos
- Pasta y cepillos de dientes
- Cortaúñas
- Peines, cardas, quitanudos
- Collares, arneses, correas
- Trajes, bandanas
- Cunas
- Snacks
- Juguetes masticables
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