“La principal causa de obesidad es un desequilibrio entre la energía que ingiere y su gasto”

Marta Hervera, experta de reconocido prestigio en nutrición, nos explica los peligros asociados a la obesidad, la importancia de regular la ingesta, las dificultades que encuentran los cuidadores y qué indicaciones deben dar los profesionales. Insiste en que un cambio de dieta sin un plan que incluya aumentar el ejercicio y revisiones periódicas difícilmente tendrá éxito.

¿Qué es la obesidad en un perro o un gato?

La organización mundial de la salud define la obesidad como un problema médico en el que el exceso de grasa corporal se acumula a niveles que pueden generar consecuencias negativas para la salud. Mecanismos físicos y metabólicos predisponen a los animales obesos a patologías debido al exceso de depósito graso. Un crecimiento rápido del tejido adiposo favorece que la vascularización no sea paralela y provoca estados de hipoxia en algunos adipocitos que liberan como consecuencia citocinas inflamatorias. Se hipotetiza que este estado es el que podría actuar como factor de riesgo en el desarrollo de muchas enfermedades asociadas al sobrepeso.

¿Por qué llegan a ese estado?

La principal causa es un desequilibrio entre la energía que el animal ingiere y su gasto. Factores como el estilo de vida sedentario, la falta de control de la ingestión de energía o el desconocimiento de parámetros de prevención pueden explicar la elevada prevalencia hoy en día en los países industrializados, especialmente en áreas urbanas. Sin embargo, otros factores favorecen su desarrollo: predisposición genética de algunas razas, enfermedades endocrinas (especialmente hipotiroidismo e hiperadrenocorticismo), y la esterilización (después de esta intervención, se reducen las necesidades energéticas del animal) si no se establece una vigilancia y plan de prevención.

“El sobrepeso y la obesidad se han relacionado con múltiples consecuencias negativas para la salud y el desarrollo de enfermedades”.

¿Qué peligros entraña?

Igual que en medicina humana, el sobrepeso y la obesidad se han relacionado con múltiples consecuencias negativas para la salud y el desarrollo de enfermedades. Se ha relacionado con:

• mayor resistencia a la insulina
• dislipidemia
• problemas ortopédicos
• osteoartritis
• problemas urinarios y reproductivos
• trastornos dermatológicos
• inmunidad comprometid
• alteraciones neoplásicas
• mayor riesgo anestésico
• lipidosis hepática en gatos
• alteraciones respiratorias y cardiovasculares

En el caso de los problemas ortopédicos en perros, por ejemplo, además de ser un factor de riesgo en su aparición, se ha demostrado que al tratarla y perder peso los signos preexistentes mejoran.

En los felinos, el riesgo de sufrir diabetes mellitus es cuatro veces mayor en pacientes obesos, y la pérdida de peso mejora la sensibilidad de la insulina en pacientes diabéticos, lo que facilita su manejo y mejora su estado. Además, mantener una condición corporal óptima tiene una relación directa con la longevidad, además de la calidad de vida.

¿Son los perros y los gatos capaces de regular la cantidad de comida que ingieren?

En general no, si no, no tendríamos tal prevalencia de perros y gatos con sobrepeso, aunque con excepciones. Algunos perros y gatos sí son capaces de comer de forma no controlada (a voluntad) y mantener una condición corporal óptima, sin embargo, muchos de ellos no. Es necesario controlar la ingesta para evitar/corregir el sobrepeso. Lo importante es poder detectar las variaciones de peso (teniendo una rutina de control del peso que nos alerte ante variaciones involuntarias) y de la condición corporal y actuar controlando la ingesta antes de que el problema avance y se manifieste el sobrepeso.

¿Qué indicaciones tienen que dar los profesionales a los nuevos propietarios para prevenir esta enfermedad?

El tratamiento del sobrepeso y la obesidad es largo, con lo que la prevención es clave, especialmente con la alta prevalencia de sobrepeso en perros y gatos hoy en día. Lo primero que nos podemos plantear es qué pacientes tienen un mayor riesgo de sobrepeso y establecer medidas de control proactivas con ellos. Estos pacientes van a ser:

• Pacientes recientemente esterilizados.
• Razas de perros predispuestas al sobrepeso.
• Animales a los que se les cambia el alimento.
• Perros y gatos alimentados a voluntad.
• Animales sedentarios (por ejemplo, gatos de interior).
• Pacientes donde se identifica una reducción de la actividad física (traumas, cambios de hábitos, etc.).
• Animales con alteraciones o medicaciones que favorezcan el sobrepeso.

En estos pacientes se recomienda realizar una historia dietética y establecer qué, cuánto y cómo se está alimentando para tomar las medidas preventivas adecuadas. Por ejemplo, en pacientes alimentados a voluntad se calcularán cantidades diarias establecidas o en pacientes a los que se les cambia el alimento nos aseguraremos de informar al propietario de las cantidades adecuadas del mismo.

Además, en estos pacientes se debe plantear un plan de seguimiento del peso, bien sea en casa o en el centro. El peso debe controlarse mensualmente para poder detectar variaciones involuntarias de forma temprana y ajustar las cantidades y/o el tipo de alimento en consecuencia (disminuyendo un 10 % las cantidades si ha habido un incremento de peso) con el objetivo de mantener un peso estable.

Si conseguimos un seguimiento y un ajuste de la ración, en pacientes esterilizados, con alteración de los niveles de actividad, con genética, estilos de vida, enfermedades o medicaciones que lo favorezcan, podremos limitar la variación de peso de forma temprana y así prevenir el sobrepeso.

Las recomendaciones que dar a los propietarios son pesar al animal todos los meses y reportar cualquier variación involuntaria al veterinario para poder valorar qué medidas pueden estar indicadas.

Puedes leer la entrevista completa en EspeciesPro Nº 259.