Los pequeños mamíferos resultan atractivos por su sencillo mantenimiento, pero no hay que descuidar algunos aspectos de su alimentación que merecen la atención de los propietarios.
El atractivo de los pequeños mamíferos como animales de compañía se comprende, entre otras causas, por su relativamente sencillo mantenimiento. De hecho, la demanda de este tipo de mascotas –así como la de aves– se ha incrementado por un curioso factor: los propietarios, sobre todo jóvenes, permanecen cada vez más tiempo en pisos pequeños o apartamentos, que son más proclives para la cría de pequeños animales.
Aun así, esa aparente facilidad de mantenimiento puede convertirse en un factor de riesgo, y en el caso de la alimentación lo que es bueno para una especie puede no serlo para otra. Estar adecuadamente informado sobre qué es recomendable para cada tipo de animal es importante para su correcto mantenimiento.
Los más populares
Los hámsteres son quizá los pequeños mamíferos más populares, a pesar de ser animales nocturnos, cuyos horarios pueden no adecuarse al de sus propietarios. Mantenerles con una dieta equilibrada supone una aportación de proteínas, hidratos de carbono, grasas y otros nutrientes como vitaminas y minerales. En las tiendas de mascotas pueden adquirirse mezclas de alimentos secos específicamente diseñadas para que estos animales gocen de una dieta correcta. Estos preparados están compuestos en la mayoría de los casos por cereales como avena machacada y cebada, cacahuetes, semillas de girasol, maíz, junto a frutos secos y verduras. Este tipo de alimentos no suele tener una fecha de caducidad muy alta y suele estar empaquetado de forma hermética, con lo cual puede almacenarse, siempre y cuando se haga en un lugar libre de humedad.
El uso de estos piensos suele ser suficiente para que la alimentación de conejos y pequeños mamíferos sea suficientemente equilibrada, aunque puede resultar monótona. Así, los propietarios pueden darles de comer alimentos en su forma natural, ya sean frutas, verduras, e incluso pequeños trozos de carne y dosis de lácteos que les aporten proteínas. Aun así, hay que tener en cuenta que los hámsteres son animales delicados en cuestiones alimenticias, con lo que ha de tenerse mucho cuidado en cómo se les alimenta. Un alimento que no sea el más adecuado, e incluso una modificación brusca en la dieta, puede producirles diarrea, con lo que los posibles cambios deben hacerse gradualmente, poco a poco. Algo similar puede suceder si se le da al hámster demasiada fruta o verdura, que son alimentos adecuados para el aporte de vitaminas y agua, pero que puede traer consecuencias digestivas indeseadas. Del mismo modo, algunos vegetales están totalmente desaconsejados en la dieta de estos animales, como la patata cruda, la cebolla o la lechuga, que puede producir trastornos intestinales.
El heno en la alimentación de conejos y otros pequeños mamíferos
Otras especies de pequeños mamíferos, no tan extendidas entre los propietarios de mascotas, tienen sus propias peculiaridades en cuestiones de alimentación. En el caso de las chinchillas, existen piensos específicos para ellas, aunque a este alimento siempre habrá que acompañarlo de una considerable cantidad de heno, un elemento muy importante para su alimentación. Es importante también racionarles la fruta, por los azúcares que contiene. En todo caso, no debe olvidarse que son animales estrictamente herbívoros. Existen igualmente piensos específicamente preparados para cobayas, que también son animales de dieta únicamente herbívora. En su caso, el heno también forma una parte esencial de su dieta, ya que les sirve como regulador del tracto digestivo, sin olvidar que también contribuye a limarles los dientes.
Totalmente distinta es la dieta del hurón, animal carnívoro que gana adeptos día a día, aunque no goza de la misma popularidad que otros pequeños mamíferos. Esta creciente aceptación hace que en los comercios ya haya hueco para alimentos preparados para ellos. Hasta no hace mucho, sus propietarios solían alimentar a los hurones con comida para gatos, debido a la carencia de productos para estos animales. Este proceder es erróneo, puesto que las necesidades nutricionales de un hurón son muy diferentes a las de un gato.
Controlar la cantidad
Habitualmente en el propio envase de los piensos especiales para los pequeños mamíferos hay indicaciones sobre su dosificación. No obstante, un buen consejo para los nuevos propietarios es controlar los restos de comida que dejen sus animales. De esta forma se puede establecer cuál es la cantidad más correcta, así como ver qué preferencias tienen las mascotas. Por ejemplo, hay roedores que no se comen los granos de maíz; vigilar qué es lo que no comen las mascotas puede servir para ofrecerles el menú más apetecible para ellos.
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