Los filtros biológicos sin duda son las estrellas de todos filtros debido a su capacidad de transformar el amoniaco que producen los peces, que es muy tóxico, y los dañinos nitritos en nitratos que son muy poco tóxicos, un trabajo que no realizan los filtros mecánicos. Si vuestros clientes quieren saber más de ellos, aquí tenéis algunas de sus características.
José María Blanco Rubio
Biólogo
Los filtros biológicos son los más utilizados en todos los sistemas de recirculación, incluyendo los acuarios domésticos y la mayoría de los profesionales. Se utilizan por tanto en sistemas cerrados, donde la calidad del agua no se mantiene mediante su recambio continuo sino aprovechando el uso de las bacterias beneficiosas. Estas bacterias tienen la capacidad de eliminar por transformación las toxinas que se producen en los acuarios habitados por peces o invertebrados.
Los filtros biológicos son muy diversos pero todos poseen unas características comunes:
- Son filtros cuya matriz o material filtrante está diseñado para tener mucha superficie de contacto con el agua, de modo que pueda albergar enormes cantidades de colonias de bacterias nitrificantes.
- Son filtros que no deben ser desconectados o parados pues esto ocasionaría la muerte de dichas bacterias. Las bacterias nitrificantes necesitan el paso continuo de agua para respirar el oxígeno que ella contiene, pues son bacterias aerobias.
Igualmente, todos ellos son filtros que requieren un tiempo de maduración antes de conseguir un rendimiento del 100 %. Este periodo oscila entre las tres y seis semanas y es el tiempo que tarda en desarrollarse una gran colonia de bacterias —nitrosomonas y nitrobacter principalmente— con capacidad suficiente para eliminar todo el amoniaco y nitrito que se produce en el acuario.
Existen distintos tipos de filtros biológicos:
Filtros de placa o “de fondo”
Pioneros de la filtración biológica en los acuarios, han caído en desuso por la dificultad que entraña su necesaria y periódica limpieza. Son en realidad filtros mecánicos-biológicos, pues retienen la materia orgánica (mecánicos) y poste riormente la transforman en sustancias no tóxicas biológicamente.
Filtros de esponja
Son los más utilizados en la actualidad, sobre todo en las instalaciones profesionales (tiendas, mayoristas y criadores) por su buena relación calidad-precio y por su versatilidad, facilidad de limpieza y eficacia para albergar bacterias nitrificantes. Trabajan mejor cuando el paso de agua es horizontal (paralelo al suelo del acuario) pues de este modo tardan más en saturarse de materia orgánica y son más fáciles de limpiar.

Los filtros biológicos de esponja verticales funcionan de modo más eficaz que los horizontales. Este modelo además sirve de tabique móvil separador.
Filtros de biobolas
A su gran capacidad de filtración biológica hay que sumarles otras ventajas como que nunca se saturan de materia orgánica —“escupen” el exceso de ella—, que admiten el paso de gran cantidad de agua por unidad de tiempo sin retenerla y que pueden trabajar fuera del agua en los llamados filtros de goteo o percoladores, enriqueciendo enormemente de oxígeno el agua. Las colonias instaladas sobre la superficie de las biobolas pueden respirar el oxígeno necesario directamente del aire sin agotar el oxígeno del agua.Te recomendamos Calefactor electrico

Las columnas de biobolas son muy eficaces como filtros biológicos, su poder de nitrificación y oxigenación aumenta cuando no están sumergidos en el agua.
Filtros “fluidos” de arena
Son también muy eficaces desde el punto de vista de la nitrificación. Entre sus ventajas está que no suelen saturarse de suciedad, pues como los anteriores “escupen” el exceso de materia orgánica. La arena que usan como matriz o sustrato biológico está en continuo movimiento gracias al flujo inverso de agua, de abajo a arriba, que tiene el agua en su interior.
Filtros de “cuentas” o de “abalorios” (bead filters)
Aún poco utilizados pero muy eficaces en la nitrificación, se basan en pequeñas piezas de polietileno de 4 a 8 milímetros de longitud que flotan en el agua del filtro. Estas pequeñas “cuentas” o piezas plásticas se mantienen en movimiento en el recipiente que las contiene gracias a un suministro generoso de aire o a una corriente potente de agua. El agua entra y sale de este recipiente, que actúa como filtro biológico.

El filtro “de cuentas” (bead filter) es un filtro biológico muy eficaz basado en pequeñas piezas de polietileno que flotan en el agua en continuo movimiento. Observamos también un prefiltro mecánico de esponja (azul) que se limpia todos los días.
Otros filtros biológicos
En realidad cualquier material insoluble que se disponga en el interior de un filtro es susceptible de ser colonizado por las bacterias nitrificantes. Para ello deben cumplirse dos condiciones: que el agua fluya continuamente por él aportando el oxígeno y el amoniaco que las bacterias necesitan para crecer, y que dicho material tenga una gran superficie para que dichas bacterias puedan formar sobre ella grandes colonias. Desde estas premisas sirven infinidad de materiales y estructuras además de los mencionados. Son útiles ara la filtración biológica materiales como la lava volcánica, las estructuras plásticas no tóxicas con mucha superficie (placas de semilleros por ejemplo), las piezas porosas de cerámica o la arena más o menos gruesa de coral.
La arena de coral es muy utilizada en sistemas marinos y en los de peces de aguas duras como base para la filtración biológica por su capacidad adicional de elevar el KH y el pH. Esto se debe a que su composición es de carbonato cálcico, parcialmente soluble en el agua.
Filtros biológicos “secos”
El proceso de nitrificación no se produce sólo debajo del agua. Si el material filtrante —sea del tipo que sea— se coloca fuera del agua y sobre él echamos el agua que viene de los acuarios de un modo uniforme (usando por ejemplo una bandeja perforada o un tubo de plástico con muchos “chorritos”) las bacterias colonizarán rápidamente dicho material. Este modo de filtración biológica es muy eficaz y tiene la ventaja antes mencionada de que el agua permanece más oxigenada y que las bacterias toman el oxígeno del aire. Se pueden emplear también de este modo todos los materiales anteriormente mencionados: esponjas, biobolas, arena de coral, gravilla, lava volcánica, etc.
acuario acuariofilia filtro