Claves para una adecuada socialización según el GEMCA

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Entendemos por periodo (sensible) de socialización la etapa vital en la que el animal aprenderá de una forma rápida e intensa a relacionarse con otros individuos de su especie, así como de otras (como la especie humana). Es decir, momento en el que adquiere las herramientas sociales para una correcta comunicación. El Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento de AVEPA (GEMCA) ofrece una serie de claves para la socialización adecuada de los perros.

Durante este periodo, comprendido aproximadamente entre las 3 y las 12 semanas de vida, el cachorro se mostrará además especialmente receptivo para habituarse de una forma natural a los principales estímulos tanto sociales, como no sociales con los que se encontrará en su vida adulta. De este modo, podrá evitar el futuro desarrollo de problemas de comportamiento relacionados con el miedo o la agresividad. Esta extraordinaria capacidad de adaptación es debida principalmente a la falta de maduración a esta edad de los mecanismos neurofisiológicos responsables de la respuesta comportamental de miedo.

El cachorro deberá crecer en entornos social y físicamente enriquecidos que le permitan exponerse a una amplia variedad e intensidad de estímulos. Este contacto se llevará a cabo siempre de forma agradable y progresiva para el animal, en presencia de su cuidador principal, y a través de presentaciones breves cuando se trate de situaciones o estímulos nuevos.

La edad recomendada de adopción es entre las 8 y las 10 semanas de vida, siempre y cuando las condiciones de cría sean favorables y el cachorro no se encuentre en una situación de aislamiento (ej: sin acceso continuado a la madre, sin contacto social regular con personas, etc.). Si es así, en este tiempo el cachorro habrá podido adquirir suficientes aptitudes y pautas de comportamiento social procedentes de la madre y hermanos de camada. Esto optimizará su capacidad de entrenamiento y favorecerá su sociabilidad hacia personas y otros perros.

Condiciones clave durante la socialización temprana

La socialización debe empezar precisamente durante esta etapa de cría del cachorro, antes entonces de su adopción. Así, en este proceso de socialización temprana se tendrán que asegurar las siguientes condiciones:

  1. Contacto continuado con la madre (y a ser posible con los hermanos de camada) hasta el momento de la adopción (destete a término). En el caso de cachorros huérfanos, es aconsejable el contacto regular con uno o varios perros adultos equilibrados.
  2. Contacto social regular con congéneres socializados y dóciles.
  3. Exposición a personas conocidas y desconocidas, que adopten actitudes tranquilas y positivas hacia el cachorro.
  4. Facilitar contacto con otras especies con las que vaya a convivir.
  5. Exposición a estímulos domésticos variados, incluidos ruidos y olores.
  6. Manipulación física diaria de forma que prepare al cachorro para la exploración, higiene y el contacto de las distintas partes del cuerpo por parte de las personas.
  7. Proporcionar juguetes y otros ítems de diferentes texturas para potenciar su conducta exploratoria y enriquecer su ambiente.

Requisitos básicos durante la socialización con la familia adoptante

Una vez se materialice la adopción del cachorro, en este punto será crucial que la familia adoptante, con ayuda y guía de su veterinario, continúen con la tarea de socializar y estimular al cachorro en una amplia variedad de contextos. Deben asegurar que se cumplen los siguientes requisitos:

  • Interacción con otros congéneres, de diferentes edades, razas y sexo, evitando el contacto con perros de temperamento o estado de salud desconocidos.
  • Interacción con personas de características diversas, entre ellas el género y la edad (por ejemplo, se deberá proporcionar contacto con niños de diferentes edades, desde bebés a adolescentes).
  • Exposición controlada y regular a una variedad de nuevos entornos.
  • Habituación temprana a caminar/pasear con correa.
  • Contacto visual y auditivo con diversos estímulos inanimados, como tráfico, objetos o artilugios llevados por personas (cochecitos, paraguas, mochilas, carritos, patinetes, etc.), para potenciar la percepción de tales ítems como estímulos no amenazantes para el cachorro.
  • Proporcionar experiencias en diferentes situaciones que el cachorro podrá encontrarse a lo largo de su vida, de una forma frecuente y regular, como el desplazamiento en coche o en otros medios de transporte, el baño y diferentes manipulaciones o las visitas al veterinario.

Es en parte tarea del veterinario generalista concienciar a los propietarios de la importancia de la socialización para una correcta y satisfactoria convivencia, así como para la prevención de futuros problemas de comportamiento.

Puedes consultar aquí el artículo completo sobre el posicionamiento del GEMCA sobre la socialización 
en el perro.
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