Conocer los comportamientos normales de un animal de compañía y sus preferencias ayudará a tus clientes a elegir el lugar de descanso más adecuado.
Montserrat Subirana
Hospital Veterinari Molins
Durante el trato con el cliente siempre surgen preguntas sobre cómo solucionar ciertos problemas del día a día que, aunque no tiene por qué ser de comportamiento como tales, suponen contratiempos para los propietarios. Como profesionales formados, podemos indicarles posibles soluciones o, en algunos casos, explicarles que se trata de una situación normal. Siempre que detectemos problemas como agresividad, ansiedad por separación, eliminación inapropiada, conducta incontrolable, etc., es mejor dirigir a nuestros clientes a un clínico veterinario especializado. El cliente estará más agradecido si se le explica la gravedad del caso y se trata el problema desde el inicio adecuadamente que si damos cuatro indicaciones, que sabemos que quizá no solucionarán el problema, y lo único que conseguimos es alargarlo en el tiempo y dificultar su solución más adelante.
Nos vamos a intentar centrar en lo que serían las zonas de descanso que, como todos sabemos por experiencia, no tienen por qué coincidir las que quiere el propietario con la que escoge el animal.
Tipo de camas
No todos los animales aceptan los colchones o camas que le gustan al propietario. Se tendrá que escoger según el tamaño del animal y la zona en la que se quiera colocar. El gato prefiere una cama recogida y algunos incluso cerrada. Dependerá de cada uno y no hay más remedio que probar. Los perros pequeños y medianos suelen preferir camas recogidas, y los grandes es mejor ponerlos sobre colchones.
Zona de colocación
Si el perro va a estar en el exterior y tiene una zona cubierta de su agrado, ya sea caseta o porche, puede que incluso no llegue a usar el colchón o alfombra que se le ofrezca, porque no la necesita o por no estar cerca de una zona próxima a la entrada de la casa. No hay que preocuparse porque pueda tener frío o se moje: si el animal está bien de salud ya se pondrá donde le vaya mejor en cada situación. Lo que tiene que hacer el propietario es darle las opciones y que él escoja (zona cubierta y descubierta, colchón, sol y sombra, etc.).
Si, en cambio, va a estar en el interior es necesario tener en cuenta que los perros prefieren las habitaciones principales para estar más tiempo en compañía del propietario, o habitaciones secundarias que les den un control de sus movimientos. Tanto si se escoge una habitación o una zona principal como zona para dormir del animal, habrá que colocarle una cama fija allí. Siempre se puede colocar una segunda zona de descanso que el animal pueda entender como secundaria.
Un gato es más difícil de controlar, pero que duerma en zonas principales no suele estar relacionado con jerarquías sino con hábitos y preferencias de sus zonas de descanso. Si conseguimos colocar la cama en una de estas zonas la usará, pero seguirá usando otros sitios si no se lo impedimos físicamente.
Prevenir
Si los propietarios quieren que el perro duerma con ellos en la habitación, en la cama, o le permiten subir al sofá les hará falta tener claras ciertas cosas:
- Los perros intentarán subir a la cama siempre que el propietario no lo impida, y esto suele suceder cuando el propietario está profundamente dormido. Si él puede subir en algún momento siempre lo intentará. Al final, acaban ganando y suben incluso con el propietario despierto.
- Los gatos pueden incluso llegar a ponerse en el interior de la cama sin que el dueño se dé cuenta.
- Les costará más tolerar que en la cama puedan estar o dormir personas nuevas, ya sean adultos o niños.
- Aunque nosotros no estemos durmiendo, ellos pueden ponerse a dormir. Lo entienden como una zona suya de descanso y además creen tener el suficiente nivel jerárquico para hacerlo.
- Si el propietario les deja subir al sofá en su presencia, también lo harán en su ausencia. Y quizá luego no quieran compartir sofá.
- Si se cambia el sofá, no dejarán de subir.
- Se le dificulta al animal la diferenciación clara de los componentes dominantes.
- Nuevos componentes de la familia le podrán suponer un nuevo eslabón en la escala social por encima de ellos y, si no están acostumbrados a estar siempre en el inferior, pueden mostrar reacciones negativas.
Todo esto tiene una explicación relacionada con el tipo de jerarquía de la que descienden los perros: siempre tendrá tendencia a subir en su escala social, y una forma de conseguirlo es durmiendo en la zona de descanso principal. Ya sea la cama o el sofá, les colocan a la misma altura que sus dueños, es decir, los que están en la zona alta de la pirámide. Esto, por sí sólo, quizá no tenga que representar ningún problema de comportamiento grave, pero asociado a otras pautas comportamentales no adecuadas se tendría que evaluar.
Consejos
Un cliente bien aconsejado es un cliente agradecido. Tenemos que procurar, sobre todo si tienen cachorros, hacer preguntas sobre el comportamiento del animal para evaluar y, si creemos oportuno, aconsejar.
- Si no quieren que suba a la cama tienen que impedir desde el principio que duerma en la habitación, o que si duerme en ella no le dejen subir por mucho que llore. Son listos y también tienen sueño, así que en 2-3 días lo aprenderán. Pero no hay que ceder nunca.
- Para evitar que suban al sofá en ausencia del propietario, si no es posible cerrar puertas, se pueden poner objetos voluminosos como escobas o libros grandes.
- Ningún componente de la familia se lo debe permitir, porque si así sucediera lo que estaríamos consiguiendo sería su ascenso en su escala social y esto conllevaría riesgos de posibles problemas de dominancia más adelante.
- Si algún componente de la familia le permite el acceso a estas zonas le estará dando pie a que pase por encima de él en la escala social y a dificultar la corrección del problema.
- Todos los componentes de la familia deben usar las mismas órdenes de obediencia y de castigo. El “NO” ha de ser crucial y aplicado correctamente: tono elevado y serio, coherente con la infracción producida, nunca suave como una caricia verbal, porque el animal se habituará y no lo entenderá como una corrección.
- Si sube al sofá y no responde a nuestra orden de bajar se les tiene que coger del collar y bajarlos al mismo tiempo que repetimos la orden. Si mostrara agresividad, lo mejor es que lleve puesta una cadena que permita hacerle obedecer al estirar de la correa con un margen de seguridad. Pero si esto sucediera sería recomendable remitir a un veterinario especializado.
- Si ya están acostumbrados a dormir en la cama y se quiere que dejen de hacerlo, lo mejor es impedir su acceso.
- Practicar una educación elemental en situaciones corrientes como el “siéntate”, “échate”, “ven”, “junto”… nos permite que en situaciones más conflictivas se tenga más dominancia sobre ellos.
En conclusión
La zona de descanso es donde el animal pasa el mayor tiempo del día y, por tanto, el uso de la zona correcta facilitará la convivencia del propietario y su familia con la mascota. Si se consigue que el animal tenga claro que sus zonas de descanso no son las mismas que las de su propietario, empezará a usar la cama o zona destinada a él.
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