“Se están diagnosticando enfermedades vectoriales donde nunca se pensaba que pudieran encontrarse”

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Javier Lucientes nos explica en esta entrevista cómo el aumento de las temperaturas medias anuales ha favorecido la expansión de los parásitos externos y ponen en peligro a los animales de compañía y al ser humano. Además incide en la importante labor de información a los propietarios que puede ejercer el responsable del comercio especializado.

Dr. Javier Lucientes Catedrático de Sanidad Animal. Área de Parasitología. Departamento de Patología Animal. Profesor de la Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza. Investigador en el instituto de Aragón IA2.

¿Podría explicar qué son las enfermedades vectoriales o transmitidas por vectores?

Se llaman enfermedades vectoriales aquellas que son transmitidas por artrópodos que se alimentan de sangre y a los que se denominan con el nombre de vectores. Estos vectores se infectan al picar a un animal enfermo y junto con la sangre ingieren los virus, las bacterias o los parásitos que causan la enfermedad. Cuando vuelven a picar a otro animal, junto con su saliva, les inoculan estos patógenos originando esa enfermedad en los animales sanos. También pueden picar al hombre y de aquí la importancia tan grande que tienen como transmisores de enfermedades a las personas. En nuestro país los vectores principales son las garrapatas, los mosquitos, los flebótomos y las pulgas.

El cambio climático es hoy por hoy una realidad. El aumento de las temperaturas favorece la adaptación de los vectores a diferentes medios, su supervivencia y también su propagación. ¿Cuál es la situación sobre estos vectores en nuestro país?

Los artrópodos son animales de sangre fría, es decir, dependen de la temperatura del ambiente para vivir, ya que su metabolismo no les permite mantener una temperatura constante para realizar sus funciones vitales como moverse, volar, crecer o reproducirse. Por eso el cambio climático influye de una forma directa sobre ellos.

Periodo de actividad

El aumento de las temperaturas a finales de invierno o en primavera les permite adelantar su periodo de actividad y más importante es que sobre todo pueden retrasarlo hasta bien entrado el invierno. Por ejemplo, los flebotomos que transmiten la leishmaniosis del perro en algunas regiones pueden estar activos hasta diciembre y en zonas de la costa mediterránea, sobre todo en zonas urbanas, pueden encontrarse prácticamente todo el año volando. También les permite acortar su periodo de cría, ya que al aumentar las temperaturas disminuye el número de días que necesitan para incubar los huevos o pasar a estado de larvas y de estas a insecto adulto. De este modo pueden tener más generaciones por año, es decir, pueden criar más veces al año. Su número aumenta sobre todo a final de verano y principio de otoño que son los periodos de máximo riesgo de transmitir enfermedades.

En nuevos lugares

El aumento de las temperaturas les está permitiendo ocupar y criar en lugares que antes no podían porque la temperatura era tan baja que no podían desarrollar sus larvas. En este momento han colonizado zonas de montaña como los Pirineos y están ampliado su área de cría a latitudes al norte de su área habitual de presencia. Lo mismo que se detecta en España está ocurriendo en Europa, y se están diagnosticando enfermedades vectoriales donde nunca se pensaba que pudieran encontrarse.

Mosquitos invasores

Otro aspecto importante es la globalización, que en nuestro caso tiene también relación con el cambio climático y con las enfermedades transmitidas por vectores. Y me refiero en este caso a la introducción de mosquitos exóticos tropicales invasores. Hay seis especies introducidas en Europa, de ellas dos en España. Sin lugar a dudas la más importante es el mosquito tigre (Aedes albopictus) que se ha adaptado a vivir en nuestras ciudades, aprovechando que le ofrecemos gran cantidad y variedad de lugares de cría. Al ser diurnos coincide su periodo de actividad con el de las personas, por lo que tienen mucha facilidad para alimentarse de sangre de las mismas, y también de nuestras mascotas. Originan importantes molestias por su picadura dolorosa. Aparte de las enfermedades que puede transmitir a los humanos como el Dengue, o el Zika, se ha visto que han aumentado de forma importante los casos por ejemplo de la filaria del corazón del perro en las ciudades donde se ha introducido.

¿Hay algún vector que le preocupe más que otro? ¿Por qué?

Por la importancia que tienen en la transmisión de enfermedades hay dos grupos de gran interés en veterinaria como son las garrapatas pardas del perro y los flebotomos. Ambos se han visto favorecidos por este aumento de las temperaturas medias anuales, que les permiten ampliar sus periodos de actividad y por lo tanto el riesgo de parasitar a nuestras mascotas y transmitirles enfermedades. Otro aspecto importante es que de unos ciclos eminentemente rurales o selváticos se están adaptando a criar en las ciudades y cada vez se encuentran más en nuestros jardines y parques.

Puedes acceder a la entrevista completa en EspeciesPro Nº 244.
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