¿Hiperactividad, trastornos en la alimentación, llantos, pérdida de control de esfínteres?

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Volver tras las vacaciones de verano supone recuperar horarios y rutinas, estar menos en casa y disponer de menor tiempo libre para dedicárselo a la mascota, lo que puede aumentar su nivel de estrés, generando cambios de comportamiento y afectando a su salud. Sin embargo, este comportamiento también puede estar vinculado con enfermedades fruto de la picadura de garrapatas o leishmaniosis. Indica a tus cliente que consulten al veterinario  para asegurar el bienestar y la salud de sus mascotas.

Entre las alteraciones más habituales de las mascotas, al pasar más tiempo en casa a solas, destacan:

  • hiperactividad
  • trastornos en la alimentación
  • llantos
  • pérdida de control de los esfínteres

Puede desembocar en un trastorno psicológico conocido como ansiedad por separación, según indican Mariam Bouzid y Paz Belinchón, veterinarias y colaboradoras de Santévet.

“Durante las vacaciones de verano las mascotas suelen realizar más ejercicio, sin horarios establecidos, rodeadas de constantes estímulos, y disfrutando de más tiempo con sus dueños. En cambio, en septiembre de repente se encuentran con una rutina mucho más tranquila. Esto genera que no sepan qué hacer con ese exceso de energía y se muestren hiperactivos, reclamen más atención y mordisqueen o destrocen juguetes u otros objetos que encuentren a su alcance”, explican las veterinarias.

Dicha sobreactivación suele ir acompañada de

  • trastornos en la alimentación como:
    • comer con ansia, rápidamente y sin masticar
    • tener poco apetito o apatía,
  • un estado casi depresivo
  • llantos y ladridos
  • pérdida de control de esfínteres en animales habitualmente limpios y enseñados

Adaptación progresiva y observación

Ante esta situación, las veterinarias recomiendan que la vuelta a la rutina sea lo menos traumática posible, con un retorno progresivo a las rutinas de alimentación, paseos, baños y tiempo en familia, ofrecerles premios, y mucha paciencia.

Bouzid y Belinchón explican que es importante prestar atención a las señales, ya que “podemos achacar equivocadamente un decaimiento, una falta de apetito o una incontinencia a un estrés postvacacional, cuando realmente pueden deberse a alguna enfermedad”.

Descartar patologías en la clínica

Las expertas recomiendan visitar al veterinario al volver de vacaciones para confirmar la buena salud de la mascota, ya que puede haber contraído alguna patología endémica de la zona visitada. Será necesario valorar la necesidad de hacer analíticas de sangre que descarten enfermedades tales como la leishmaniosis y la filariosis, transmitidas por flebotomo o por mosquito, así como otras enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas.

“Es necesario desparasitar interna y externamente nuestros animales durante todo el año, pero especialmente si ha pasado mucho tiempo en exteriores, así como realizar una revisión de los oídos, las uñas, la boca, la piel, el pelo o el peso, para confirmar que se encuentra sano. Cuanto antes podamos diagnosticarlo, más fácil y rápido será tratar y curar a nuestro animal”, indican las expertas.

Un seguro de salud para mascotas

Si con la vuelta a la rutina las expertas recomiendan visitar al veterinario para prevenir y atender posibles síntomas de nuestros animales de compañía, los seguros de salud para mascotas son una buena opción para no preocuparnos por los gastos que este profesional pueda suponer.

 

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