Al llevar un conejo a casa cualquiera sentirá el impulso de cogerlo, abrazarlo y acariciarlo, pero si queremos generar un vínculo sano y positivo deberemos retenernos y no hacerlo, además de seguir otros consejos que pueden ayudar. ¿Por qué no es buena idea cogerlos en brazos? ¿Por qué es ideal que los primeros días no se les “haga mucho caso”?
Autora: Cecilia Santos Peinado LV, GpCert Exotic Animal Medicine Clínica Veterinaria Castaños, Portugalete
La creación de vínculos sanos con un conejo puede empezar desde incluso antes de llevarlo a casa. Como profesionales debemos seleccionar a un criador responsable. Uno de confianza que trabaje correctamente (donde la socialización de los conejos entre ellos y con personas sea un factor importante) favorecerá que el animal sea capaz de generar con más rapidez vínculos sanos.
Conejos que han tenido un espacio seguro con sitios donde esconderse o poder aislarse cuando les apetezca de sus congéneres, pero a la vez pueda disfrutar de estos, serán animales con mayor facilidad de socialización. Sobre todo si los comparamos con otros que no hayan podido disfrutar de un espacio limpio, amplio y protegido, ni de la compañía de otros conejos o el trato con personas.
Crear un entorno adecuado
Antes de que el cliente se lleve a su nueva mascota a casa deberemos informarle de la importancia de crear un ambiente propicio. Propocio para que pueda relajarse, disminuya el estrés y consiga un estado físico-mental apto para socializar con él.
Es importante, por lo tanto, proporcionar una jaula de buen tamaño y además permitir al animal salir de ella porque, como hemos repetido muchas veces, los conejos no son animales de jaula. Hay que permitirle explorar su nuevo hogar de forma segura y con la disponibilidad fuera de la jaula de:
- varios refugios (cajas de cartón, por ejemplo)
- puntos en alto para favorecer su costumbre de oteo
- cajas con arena para favorecer su conducta excavadora
Todo ello puede ayudar a la mascota a sentirse en mejor estado anímico para socializar. Que pueda realizar las conductas naturales propias de su especie favorece su buena predisposición al contacto.
Proporcionar varias letrinas
Hay que proporcionar un entorno limpio e higiénico facilitando varias letrinas, una dentro de la jaula y alguna fuera de ella. Un número apropiado en función del espacio del que disfrute el animal. Esto es que si el conejo tiene acceso a gran parte de la casa lo ideal es poner diferentes letrinas muy separadas entre ellas para garantizar que encuentre una si tiene que orinar.
En cuanto a las letrinas debemos recordar que tienen tendencia a levantar los cuartos traseros por lo que estas deberían ser altas y si es posible situarlas en esquinas.
Periodo de adaptación
Una vez garantizado un entorno seguro, higiénico y estimulante, los clientes pueden llevar a su nueva mascota a casa y empezar la socialización. Hay que tener en cuenta que los primeros días del conejo en casa estará pasando por un proceso de estrés por al cambio sufrido. Aunque lo hayan llevado a un hogar con estímulos positivos, buen alojamiento y seguridad, todos los cambios implican estrés y, por lo tanto, procesos inmunosupresores que pueden incluso favorecer trastornos físicos en el animal. Es por lo tanto recomendable que los primeros días de en casa no intenten socializar en exceso con él, sino que le den tiempo para habituarse con calma a su nuevo hogar.
Un conejo bien adaptado se mostrará activo, investigador y curioso. Se acicalará y mostrará interés por relacionarse con sus propietarios. Si permanece inmóvil mucho tiempo o huye cada vez que los ve, es posible que aún no esté habituado a su nuevo hogar. Para poder observar su comportamiento y ayudarle a que vaya haciéndose a ellos, es recomendable que le hablen siempre con voz suave y a poder ser poniéndose a su altura, desde el suelo, para no provocarle miedo. No debemos olvidar que son una especie presa. Por esta misma razón, lo primero que debemos tener en cuenta es que por sistema no les hace ilusión que los cojamos en brazos o limitemos su capacidad de huida.