Cinco preguntas (con respuesta) sobre obesidad canina

Un cliente entra en vuestro establecimiento y os pide consejo: ha notado que su perro está cada día más gordo, y le preocupa su salud. Aquí os dejamos una serie de preguntas sobre obesidad canina que conviene que tengáis en cuenta para ayudarle a solucionar este problema.

¿Qué es la obesidad?

Es un trastorno nutricional en el que se produce la acumulación excesiva de grasa corporal. Supone un peso superior al 15-20 % del normal. Implica un riesgo para la salud del perro, ya que puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas graves.

El animal obeso presenta intolerancia al ejercicio y al calor, y disminuye su esperanza de vida. En Estados Unidos el problema ha alcanzado tal gravedad que el 50 % de los perros y los gatos controlados sufren obesidad. En Inglaterra afecta ya al 30%.

¿Qué causa la obesidad canina?

Cuando se produce un desequilibrio entre el aporte y el gasto de energía el exceso se almacena en el organismo en forma de grasa, lo que se traduce en un aumento de peso. Hay dos aspectos que contribuyen claramente: la sobrealimentación y el sedentarismo ligado al escaso ejercicio.

Hay numerosos factores predisponentes: unos son endógenos (edad, sexo y estado reproductivo, anomalías hormonales y predisposición genética) y otros son exógenos (nivel de actividad voluntaria, influencias externas en la ingestión de comida, composición y palatabilidad de la dieta, ambiente y estilo de vida). “¿Qué y cuánto come su perro?” es la pregunta que hay que hacerle a cada uno de los dueños de mascotas obesas.

¿Qué peligros entraña?

La obesidad canina, además de disminuir la calidad de vida de quien la sufre, le predispone a padecer una gran cantidad de enfermedades: diabetes mellitus, trastornos hepáticos, alteraciones cardiacas e hipertensión, problemas articulares, susceptibilidad a las infecciones, problemas dermatológicos, retención de líquidos, dificultades respiratorias e intolerancia al ejercicio, trastornos reproductivos, intolerancia al calor… Además presentan un mayor riesgo quirúrgico y anestésico.

¿Cómo controlar la obesidad?

Hay que desarrollar con ayuda de un veterinario un programa que le permita al animal perder el 1-2 % de peso a la semana.

1ºDieta: se selecciona una alimentación adecuada a las características del perro y se restringe la ingestión calórica al 60-70 %.

2ºModificación de la conducta: es imprescindible cambiar las costumbres del propietario que favorecen la obesidad de la mascota; se acabaron las golosinas y los caprichos de comida casera.

3ºEjercicio: hay que establecer un plan de ejercicio moderado y regular (diario).

4ºMantenimiento: una vez alcanzado el peso adecuado es preciso mantener los buenos hábitos establecidos tras la pérdida de peso para no recuperarlo.

¿Son adecuados los alimentos light para evitar la obesidad canina?

Los alimentos ligeros o bajos en calorías son adecuados para los perros obesos y poco activos cuyos dueños no puedan o quieran realizar un control minucioso de su dieta. Poseen un equilibrio óptimo de nutrientes, pero limitan el contenido en grasas aumentando el de fibra y/o de carbohidratos digestibles para favorecer una digestión sana y activa. A la vez que sacian su apetito, evitan que ganen peso. Además proporcionan un alto contenido en proteínas que mantienen en buen estado la musculatura canina.

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