A pocos días de la llegada de la primavera, expertos de KIWOKO, grupo de tiendas para el cuidado animal, recuerdan la importancia de la desparasitación en nuestros compañeros caninos.
“La desparasitación es un proceso fundamental para garantizar la salud y el bienestar de nuestros amigos de cuatro patas, ya que ayuda a prevenir y controlar infecciones parasitarias que podrían tener graves consecuencias para su salud”, ha explicado la compañía.
La directora técnica veterinaria de Kivet, Ana Ramírez, la red de centros veterinarios de KIWOKO, enfatiza la importancia de este procedimiento, afirmando, “la desparasitación es una medida preventiva fundamental para proteger la salud de nuestros animales, especialmente en el caso de los perros. Los parásitos intestinales y externos pueden causar una variedad de problemas de salud, que van desde molestias menores hasta enfermedades graves que pueden llegar a resultar letales para le animal”.
Entre los principales parásitos que pueden afectar a los perros se encuentran los gusanos intestinales como los áscaris y tenias, así como los parásitos externos como las pulgas y garrapatas. Estos parásitos pueden causar una serie de problemas de salud que incluyen:
- pérdida de peso
- anemia
- alergias cutáneas
- transmisión de enfermedades graves tanto a los animales como a los humanos
Antiparasitarios internos y externos
Existen antiparasitarios internos y externos y ambos son complementarios y fundamentales.
Los internos
Cumplen como misión prevenir y eliminar los parásitos que residen en el interior del organismo del animal. Se suelen administrar por vía oral o inyectable, en forma de comprimidos, pastas o líquidos. En este aspecto hay que realizar controles periódicos por el veterinario para determinar el calendario de desparasitación interna. Este dependerá de:
- la edad del animal
- si sale a la calle o no
- su contacto frecuente con otros animales
Los externos
Se emplean para combatir los parásitos que viven de forma externa en el cuerpo de los animales, que se suelen manifestar a través de molestias, picazón, irritaciones en la piel, reacciones alérgicas o similares.
La forma de empleo de estos antiparasitarios es directamente sobre la piel o el pelaje y su presentación es muy variada; collares, pipetas, aerosoles o espráis o champús, siempre con las pautas que indique el veterinario. En este sentido es importante saber “que los repelentes no se deben confundir con antiparasitarios porque no lo son en ningún caso”, apunta Ramírez.
Atentos a la frecuencia y a las señales
Así, la desparasitación regular, siguiendo el consejo del veterinario de confianza, es esencial para mantener a nuestros amigos peludos sanos y felices. “Se recomienda que los perros sean desparasitados al menos cada tres meses, aunque este intervalo puede variar dependiendo del estilo de vida del animal y su entorno”, explica Ramírez.
Por lo general, los expertos de KIWOKO recomiendan estar siempre atentos a las señales de cambio que dan los animales. “No obstante, durante los cambios de época conviene incrementar esta atención ya que son momentos en los que la presencia de parásitos puede modificar e incluso aumentar. En ese sentido, es conveniente prestar atención a los signos de infestación que pueden dar los animales, entre los que se encuentran la picazón excesiva, cambios en el apetito, diarrea, y la presencia de gusanos en las heces. Si observamos alguno de estos síntomas, es crucial contactar a nuestro veterinario de confianza para realizar un diagnóstico y tratamiento adecuado”, ha incidido la veterinaria.
En resumen, la desparasitación es una parte esencial del cuidado de nuestros amigos caninos, ayudando a prevenir enfermedades y garantizando una vida larga y saludable. “No esperemos a que aparezcan los problemas, actuemos proactivamente para proteger la salud de nuestros compañeros peludos”, concluye Ramírez.