Los dueños de tiendas de mascotas de Nueva York desertan a Connecticut tras la prohibición de la venta de animales vivos, según un informe.
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El reciente cierre de tiendas de venta de mascotas en Nueva York y California, debido a la prohibición de la venta de animales, ha generado un profundo debate en la sociedad. Si bien la prohibición de vender perros y gatos busca proteger a los animales y a quienes los adquieren, también plantea cuestiones sobre la disponibilidad de mascotas para aquellos que desean adoptarlas.
Traslado al estado más cercano
Menos de un año después de que el estado de Nueva York aprobara una legislación que prohibía a las tiendas de mascotas vender perros, gatos y otros animales, grupos de protección animal en Connecticut están haciendo sonar la alarma de que parte de ese negocio se está trasladando a este estado. La comunidad lo ha sabido desde el principio: las prohibiciones no impiden que los posibles dueños de mascotas compren la raza que desean.
Ha aumentado la afluencia a las tiendas de Connecticut debido a la ley de Nueva York, y estas están aumentando los precios: se han visto precios de 2.500 dólares, y si se trata p.e. de un bulldog francés, el precio es de 5.000 dólares.
Según el informe de Courant, la tendencia se concentra principalmente en el condado más poblado del estado, que alberga algunas de las ciudades más grandes del mismo.
El problema de las prohibiciones
Pet Advocacy Network, junto con la comunidad más amplia de cuidado responsable de mascotas, ha afirmado durante mucho tiempo que las prohibiciones de la venta de mascotas en las tiendas son contraproducentes. El presidente y director ejecutivo de Pet Advocacy Network, Mike Bober, se pronunció públicamente en contra de la ley cuando se aprobó el año pasado.
“Al promulgar la ley S.1130/A.4283, la gobernadora de Nueva York, Hochul, ha destruido los medios de vida de los propietarios de pequeñas empresas respetuosas de la ley y ha eliminado protecciones legales de larga data para los animales y las familias que adoptan cachorros, gatitos y conejos. Eliminar la fuente de mascotas más regulada e inspeccionada del estado, la única fuente que se requiere para dar garantías al consumidor que brinden tranquilidad a los nuevos dueños de mascotas, no tiene sentido”.
Los neoyorquinos pueden adoptar mascotas de refugios de animales y organizaciones de rescate, o comprar perros directamente de criadores responsables.
“Esta ley mal dirigida hará que las tiendas de mascotas locales de Nueva York que reúnen a familias con mascotas cierren sus negocios, despidan a sus empleados y tengan un efecto dominó negativo en todas sus comunidades durante tiempos económicos turbulentos”, añadió Bober. “Es una pérdida para los neoyorquinos que los legisladores no hayan apuntado directamente a los criadores no regulados que maltratan a los animales. Los cambios que hizo el gobernador de extender la fecha de implementación por un año y permitir que las tiendas cobren alquiler a los refugios y rescates no salvarán a estas pequeñas tiendas de mascotas cuyo sustento depende de entregar nuevas mascotas a las familias.
Es necesaria la coordinación
Los representantes del sector afirman que también quieren proteger a los animales y que la ley no lo hará, sino que pondrá en riesgo la salud y el bienestar de más animales y de las familias que los llevan a casa.
El hecho de que hayan hecho ilegal la venta de perros en Nueva York, California, etc., no minimiza el deseo de tener una mascota, simplemente hace que sea más difícil encontrarla. Al cerrar las tiendas, Bober afirma que se están deshaciendo de toda la legislación que han aprobado para proteger a los cachorros y a las personas que los compran.
El traslado del negocio hacia otros estados, como Connecticut, sugiere la necesidad de una coordinación más amplia en la legislación de todo el país. El equilibrio entre el deseo de tener una mascota y la protección de los animales sigue siendo un desafío que requiere un enfoque integral para abordar este complejo problema.
Fuente: Pet Product News Intenational
