Una coalición de asociaciones mundiales de comercio de animales de compañía y organizaciones de cría de animales ha escrito una carta que reproducimos a continuación. Es la respuesta a los llamamientos para poner fin a todo el comercio de animales vivos a raíz de la pandemia de la COVID-19. Se centra en la implicación que tiene en nuestro sector.
La firman la Asociación Española de la Industria y el Comercio del Sector del Animal de Compañía (AEDPAC), European Pet Organization (EPO), Ornamental Aquatic Trade Association Ltd (OATA), Norwegian Pet Trade Association (NZB), Pet Industry Joint Advisory Council of Canada and USA (PIJAC).
Escribimos como líderes de la industria para el comercio mundial de mascotas y comunidades de cría de animales vivos para expresar nuestra preocupación por las campañas que están promoviendo muchas ONG. Piden prohibiciones generales del comercio de animales de vida silvestre en todas sus formas.
Creemos que estas organizaciones están utilizando la actual crisis de la COVID-19 para perseguir agendas políticas a menudo impulsadas por la ética. Pero deberían basarse en la ciencia o en la evidencia. Buscan cerrar el comercio de vida silvestre en todas sus formas, sin una comprensión integral de la complejidad de ese comercio o de las consecuencias que podrían derivarse.
Acogemos con beneplácito los argumentos meditados, bien investigados y basados en pruebas presentados por instituciones independientes de base científica como:
- la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
- el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIED)
- el Programa Oxford Martin sobre el Comercio Ilegal de Fauna y Flora Silvestres
En ellos se esbozan los argumentos a favor de la utilización jurídica y sostenible de la fauna y flora silvestres y las consecuencias imprevistas que podrían producirse si esas campañas no se cuestionan.
Como muchos, queremos poner fin al uso insostenible y al tráfico ilegal de vida silvestre. Las prácticas insostenibles e ilegales que son perjudiciales para la biodiversidad contaminan y demonizan la reputación de quienes trabajan de manera sostenible y legítima. Apoyamos el desarrollo de políticas más fuertes y mejores medidas de aplicación en todo el mundo para hacer frente a estos problemas. Este es el desafío clave que está siendo marginado por estas llamadas poco realistas a prohibiciones generales.
Nos preocupa el impacto que las prohibiciones indiscriminadas y de amplio alcance tendrían en las comunidades de animales domésticos y de cría de animales. Siempre hemos compartido nuestras vidas con una amplia variedad de especies, desde perros y gatos hasta peces de colores y salamanquesas.
Las investigaciones demuestran que tener una mascota…
- Mejora nuestra salud y bienestar mental (increíblemente importante durante los actuales confinamientos que se están experimentando en todo el mundo).
- Trae una conexión directa con la naturaleza a nuestros hogares en este mundo cada vez más urbanizado.
- Contribuye significativamente a nuestras economías nacionales.
Es un hecho que no todo el mundo quiere o puede tener mascotas comunes como perros y gatos. Ciertas especies, como los peces tropicales, serpientes y arañas, pueden no ser la elección de todos como animal de compañía, pero a menudo ofrecen una alternativa más adecuada para algunas personas. Los cuidadores de estos animales más especializados están tan comprometidos con sus mascotas como cualquier propietario de perro o gato.
Trabajar todos juntos
Todos deberíamos trabajar juntos para lograr cambios que puedan dar resultados duraderos y efectivos. Todos deberíamos tratar de mejorar la reglamentación y la aplicación del comercio de fauna y flora silvestres, centrándonos en la salud pública humana y el bienestar de los animales. De este modo se reduce al mínimo el riesgo de transmisiones zoonóticas, y la degradación y fragmentación del hábitat para preservar la biodiversidad en todo el mundo.
En lugar de utilizar esta crisis como una oportunidad para llevar a cabo programas políticos, deberíamos buscar oportunidades para identificar soluciones realistas, científicamente respaldadas y basadas en pruebas para reducir el uso inseguro, ilegal e insostenible. Y al mismo tiempo fomentar el comercio sostenible y bien gestionado de recursos silvestres. Todos estos son componentes centrales de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.
De esta manera todos podemos ayudar a proteger los medios de vida de los muchos millones de personas que se ganan el sustento mediante el comercio legítimo de animales vivos. Especialmente los que viven en partes del mundo sin las redes de seguridad de las que disfrutamos la mayoría en Occidente (donde a menudo se originan estos argumentos para las prohibiciones).
Opinión de Adolfo Santa-Olalla como representante de AEDPAC
“El hecho de que algunas ONG animalistas aprovechen esta coyuntura para solicitar la prohibición del comercio de especies exóticas nos parece totalmente carente de sentido, sin ninguna base científica y de una falta de ética absoluta.”
“Se importan estos animales en la CE desde hace más de 60 años sin haber creado ni un solo problema zoonótico. Los controles sanitarios en frontera son exhaustivos y llegan en todos los casos perfectamente certificados e inspeccionados.”
“Es de sobras conocido que en el momento en el que se prohíbe el comercio legal, la venta pasa al comercio ilegal, especialmente cuando es tan fácil de ejecutar y difícil de controlar vía internet. Cuando esto se produce se pierde cualquier control sanitario sobre el movimiento de animales de un país a otro.”
“Consideramos que el camino correcto a seguir ha de ser trabajar juntos en educar a la sociedad y a los operadores comerciales en el bienestar animal y la protección del medio ambiente y no solicitar prohibiciones que tienen más efectos negativos que positivos.”
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