Cómo la pandemia influye en el comportamiento de compra

Las principales tendencias relativas a la venta de los alimentos para mascotas se han ido modificando gradualmente durante el desarrollo de la pandemia originada por el coronavirus SARS-CoV-2. Y seguirán cambiando.

 

Conveniencia

La conveniencia hasta hace unos meses guiaba las compras. Significaba poder encontrar los productos que los clientes deseaban en cualquier lugar, además de tener más flexibilidad y opciones para elegir.

La conveniencia ahora significa hacer la compra en una sola parada, menos viajes a la tienda, que esté lo más cerca de casa posible y, probablemente, un cambio de marca de alimento si la de siempre no está disponible. Además, la presión económica se siente ya en numerosos hogares y también podría influir a la hora de cambiar a nuevas marcas o tipos de comida más económicas.

Durante el desarrollo de la COVID-19 las tendencias de los propietarios como consumidores están cambiando.

Confianza

La confianza se relacionaba con la transparencia y la autenticidad, el deseo y la demanda que los consumidores tenían de que las marcas fueran honestas acerca de sus valores y de cómo y dónde se fabricaban sus productos.

Ahora se exige aún más y se relaciona con el bienestar en muchas formas: salud, financiero y disponibilidad de suministros. De hecho, aunque la salud y la alimentación siempre han sido relevantes entre los propietarios de animales de compañía, tanto en lo relativo a la suya propia como a la de sus compañeros, actualmente marca muchas nuevas rutinas y hábitos.

Tecnología

La tecnología -especialmente el comercio electrónico- representaba un paso al acceso móvil y a las compras online, especialmente para las generaciones más jóvenes. Ahora se está convirtiendo en algo habitual para más consumidores que antes probablemente no se lo planteaban.

Al mismo tiempo los consumidores esperan un aumento del contenido y la comunicación por parte de las marcas. De hecho, cada día son más las que ofrecen cursos y seminarios online para proponer herramientas útiles al profesional para salir adelante. Debemos aprovechar la ocasión para formarnos en aquello en lo que andamos “cojos”.

Practiquemos la flexibilidad

Lo más importante es tener capacidad de reacción para adaptarnos a las nuevas necesidades y comportamientos de los clientes. Ya no buscan una experiencia de compra lúdica, ahora quieren ante todo seguridad y rapidez. Debemos estar atentos y observar los cambios para flexibilizar los servicios y la oferta de productos en el establecimiento.